EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


miércoles, 31 de diciembre de 2008

Tres veces te engañé

No sé cómo lo he hecho pero me he cargado de un plumazo una entrada donde hablaba yo de lo bueno que es escuchar a Paquita la del Barrio en un fin de año. Como ni me acuerdo de lo que ponía, ni guardo copia que dé fe de lo que escribo, lo único que puedo hacer para arreglar el desastre es traer a la pantalla a la mismísima Paquita y las tres veces te engañé. Eso sí, buscad Rata de dos patas. Tiene más gracia aún.

Tres cosas hay en la vida

Después de recomendar a Paquita la del Barrio, me atrevo a traer aquí esta joya histórica. Todo tiene una explicación y su lógica. No viene a cuento explicarla (tal vez en otro momento) pero esta es la canción que más me apetecía poner aquí para terminar el año.

Pasad buena noche.

martes, 30 de diciembre de 2008

Papá Noel y la salud laboral



Pues ayer tuve a bien tomar esta fotografía. Entre esos faldones rojos que cuelgan del balcón, se intuye un Papá Noel enano trepando por el balcón (que digo yo que si el pobre ya ha venido le deberían ir sustituyendo por los camellos y no tenerle ahorcado el resto de la Navidad y colgado de un balcón). El pobre Papá Noel, además de llevar un gorro mugriento con recuerdos de las navidades de los tres o cuatro últimos años (se ve que no le dan atuendo nuevo para cada jornada ni casco), se debate entre la vida y la muerte y entre unos cables gordísimos que, como vereis, salen de un local contiguo donde supuestamente andan haciendo obras. O no. El caso es que el cable negro y homicida sale del local, cuelga por las paredes, trepa hasta el balcón y allí se le cruza en las mismísimas barbas al Papá Noel.
Para que luego nos extrañemos de las estadísticas. Ni al pobre Papá Noel se le respetan las canas.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Regalos que me envían



(...)Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo; pasar por un camino que huele a madreselvas; beber con un amigo; charlar o bien callarse; sentir que el sentimiento de los otros es nuestro; mirarse en unos ojos que nos miran sin mancha, ¿no es esto ser feliz pese a la muerte? Vencido y traicionado, ver casi con cinismo que no pueden quitarme nada más y que aún vivo, ¿no es la felicidad que no se vende?
"Momentos felices" (Gabriel Celaya)

viernes, 26 de diciembre de 2008

Primer asalto

Pues superado el primer asalto de esta Navidad, me dispongo a ir pasando por el resto como Jesucristo, camino del Calvario. Aún quedan varias estaciones. La de los Inocentes no me impresiona que ya nos llevamos la inocentada del siglo con creces. La Nochevieja se perfila en el horizonte. Sólo lamento lo de las uvas que es la única cosa del fin del año que siempre me ha provocado ternura, risa, nervios y prisas. El primer día del 2009. La llegada de Sus Majestades (este año le he dicho a mis sobrinos que no conozco de nada al señor este que llaman Papá Noel y que a mí me llaman por teléfono Sus Majestades de Oriente, así que hay que esperar a que lleguen los camellos). Creo que nunca antes había sentido tantas ganas de terminar unas vacaciones por más que me acuerdo de mi estado anterior y sé que necesitaba estos días sin hacer nada.
Dicho esto, también he de añadir que no me he hecho propósito alguno para el 2009. Que no me recrimino por nada en el 2008. Que considero que bastante esfuerzo se ha hecho con sobrevivir a la hecatombe y no perdernos en el intento. Que bastante es aprender a vivir sin verle.
Si acaso y mi único propósito para el 2009 es evitar tratarme con cobardes y mezquinos porque si de algo sirvió el 2008 fue para, definitivamente, eliminar a algunos de ellos de mi camino. Así que, identificados los cobardes y mezquinos, se respira mucho mejor. Para ellos, mi mejor recuerdo en este fin de año. Tanto me enseñaron de su cobardía que no puedo por menos que dedicarles un recuerdo. Eso sí, deseándoles que se sigan pudriendo en su soberbia y su cobardía. Que se pudran por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va...

Veinticuatro de diciembre, nada menos. Y esta noche es Nochebuena. Como se dijo, no tengo nada que celebrar en esta noche pero no deja de ser Nochebuena ni nada se para por nada. Donde hace trescientos sesenta y cinco días, cenamos tres, cenaremos solo dos. Nos prepararemos algo más especial que cualquier otra noche, nos miraremos como idiotas, no se oirán villancicos, no habrá risas, no habrá prisas para preparar la mesa antes de que hable S.M.El Rey. No tendremos al Monarca de fondo mientras se preparan las pitanzas. No habrá comentarios al mensaje, no habrá copas después de la cena. Estaremos dos y tendremos poco que decirnos en esta Nochebuena.
Casi veinticuatro horas antes de que todo esto suceda, ya tengo el estómago en la boca y los pelos como escarpias. No en vano será la primera Nochebuena de mi vida en que ni estaré ni hablaré de alguna manera con mi padre. Por más que no he dejado de hablarle desde hace dos meses y pico.
Como dijo el otro, que pase de mí este cáliz.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Chapando

Pues eso. Que volviendo del viaje astral, he chapado el chiringuito y me voy de vacaciones. Por si hay preguntas, estaré volviendo como el turrón a casa y no volveré a la realidad hasta el once de enero. Si hay preguntas sobre esto último, las puedo resolver por teléfono o así.
Os deseo que lo paseis bien en estos días y lo de siempre: Feliz Año Nuevo 2009. No os molesteis si no contesto ni envío mensajes de móvil con este fin. No tengo nada que celebrar en esta Navidad.
Besos a todos.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Señor, ten piedad...Cristo, ten piedad

Por tu inmensa gloria, te alabamos, te bendecimos y gloria a Dios en las alturas, hermanos. Queda poco para terminar mi viaje astral. Tan poco queda que no me lo creo. Queda tan poco que sólo me queda día y medio para estar de vacaciones.
Y eso, hermanos, merece mucho grito y mucha alharaca.
Seguid rezando por mí, por mi alma perdida y por mi hallux valgus.
Pienso en vosotros y aún recuerdo que tenía un blog. Por eso vine por aquí.
Cuidense.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Como a los toreros

Como a los toreros, deseadme suerte. De aquí a que nos veamos, una habrá atravesado montañas, valles, ríos, llanuras, desiertos, cordilleras. Por decirlo de alguna manera.
De aquí a que nos veamos, seré más mayor, más sabia, más paciente, más de todo.
Deseadme suerte y no me quiteis de vuestros pensamientos. Algún día habré de devolver a cada uno de vosotros el favor.
Besos a todos.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Al pie del torreón

Me voy a dar una vuelta por los madriles, a ver si ceno por ahí. Me han dicho que ahí fuera, donde viven otros humanos, hace un frío espantoso y que puede nevar en cotas inferiores a los quinientos metros. No sé a qué altura está mi casa madrileña (un tercer piso, eso sí y sin ascensor). Pero me voy a pertrechar para dar una vuelta con todo mi equipo de esquiadora en tierra. Vista desde fuera, pareciera que me he pasado la vida en Baqueira. Bien mirado, se da uno cuenta de que no tengo ni puta idea de cómo colocarme y qué posición es la correcta para escoñarse con decencia en una montaña.
Pues sí, vienen a buscarme en un rato, a la puerta de casa. No echaré las trenzas como las antiguas porque caerían al patio de luces. Y es que, mi gran frustración es no vivir en un castillo, tener unas trenzas largas y un galán apuesto recitando poesías absurdas al pie del torreón. Me equivoqué de siglo, eso seguro.Así que en lugar de trenzas, me voy a hacer un moño y me voy a poner un pasamontañas. Más que nada para que no me siga la prensa.
Volveré por aquí mañana antes de irme a mi viaje astral.
Un beso.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Cruel crisis, cruel Navidad...



Hoy recibo un correo donde se me invita a una mariscada anti-crisis con su langostita y todo. Una, que lo único que considera de la Navidad son las comilonas ricas y la extra, empieza a salivar pensando que, a pesar de todo, Dios aprieta pero no ahoga. Que me veía yo ya merendándome la langosta. Viendo la fotografía, no hace falta que os explique más.


Estoy de receso, descansando y en casa. A partir del lunes y hasta el próximo sábado es más que posible que no venga por aquí y que no conteste mucho el teléfono. Puede sonar a despedida, a cabreo o a lo que sea. Pero no, la cosa es que voy a hacer un viaje espacial que me llevará su tiempo. Algo de turismo rural pero en las nubes. No será gran cosa y no me piden ni visado ni pasaporte. Pero no sé si tendré cobertura.


Besiños.

Ocho días

Puede que comience a resultar algo obsesivo pero me quedan ocho días para estar de vacaciones. La imagen del preso contando palitos se me ajusta perfectamente. Creo que todo tiene una explicación y es que tengo más ganas que nunca de quedarme a solas, de no ver a mucha gente, de no escuchar el teléfono. No es tanto el cansancio, que también, sino que tengo mono de soledad y para curarse de eso no hay más remedio que quedarse a solas. Todo se andará.
Mientras tanto y hoy que le he dedicado un rato a ver la televisión (no me pregunteis por qué), he descubierto que la Navidad nos hace un poco más humanos, que la Navidad hace humano todo lo que toca, que esta Navidad será un "escándalo" porque así lo quiere Rafael y encima, me he empapado de la programación de la 1 para los festejos.No contentos con eso está Leire Pajín en la Primera y Soraya Saenz de Santamaría en la Sexta.
Algo pasa esta noche y las fuerzas del mal se han puesto de acuerdo. Sólo me entran ganas de decir aquello de "Hola, soy Edu, Feliz Navidad". O puestos a hacer poesía, aquello otro que decía María Isabel: "Antes muerta que sensilla, ay qué sensilla, ay qué sensilla"...
Os quiero, por si se dudaba.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Un lustro

Mi sobrina preferida cumple hoy cinco añazos que se pasaron en un suspiro. Decir que está preciosa y es listísima viniendo de su tía y madrina es no decir mucho porque vais a pensar que tiene enchufe conmigo. Pero, sintiéndolo mucho, está preciosa, es listísima y es la mejor sobrina que tengo. Con diferencia.Así que, desde aquí, habré de envíarle un beso grande y un achuchón de aquellos que tanto me gusta darle.

Entre otras cosas, le debo a la sobrina en estos cinco años muchos buenos momentos y muchas ternuras. Así que como ya le debo mucho, qué menos que dedicarle una entradita en el blog de su "tita".

Eso sí. He de decir que el día de mi cumpleaños, intenté colarle que su tía cumplía quince añitos. No coló. Me miró de arriba a abajo como quien mira a una loca y se quedó calladita y prudente. Pensando, imagino, que su tía había perdido el seso.

El caso es que lo de su tía quinceañera no coló. No sé por qué pero no coló.

Cosas de la infancia que no perdonan ni una.

martes, 9 de diciembre de 2008

Sexo móvil

Mientras sigo el ritual de escuchar al Buenafuente a estas horas de la noche, voy contando los días que me quedan para irme de vacaciones. Me han salido once días en mis cuentas y de esos once, dos días son festivos. Si las cuentas no me salen mal, el día veinte, a media tarde, me puedo considerar de vacaciones. Mal síntoma este de estar haciendo cuentas cuando acabo de volver del puente. Pero no he podido evitarlo.
El viaje de vuelta, para quien quiera saberlo, ha sido espantoso. No por los atascos sino porque he decidido hacerlo en autobus y no en coche, como es habitual. En dos horas y pico, he tenido que soportar dieciocho conversaciones por teléfono móvil. Con todo lujo de detalles: una pelea de novios, una pelea de madre e hija, dos o tres de trabajo, uno ajustándole las cuentas a un amigo, otra poniendo a parir a una amiga y así hasta el infinito.
No hace mucho leí que en un pueblo de Austria se ha prohibido el uso de móviles en el transporte público de la localidad. Me pregunto para cuándo llegaremos a ese grado de civilización en este país.
Lo dicho. Me queda menos para las vacaciones y menos, mucho menos, para sodomizar a alguien con su propio móvil. ¿Será delito?.
(El título de esta entrada, con toda seguridad, me traerá público selecto que aún no me conoce. Como si lo viera)

lunes, 8 de diciembre de 2008

Levantemos el corazón


Lo primero que he escuchado al despertarme hoy (a las diez y media de la mañana, todo hay que decirlo) es eso: Levantemos el corazón. Otros contestaban: Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Mi primer impulso ha sido pensar en que había pasado a mejor vida y que me iban a hacer pagar todos los pecados que no he purgado en la Tierra. Cuando he logrado orientarme, me he dado cuenta de que se trataba del televisor de un vecino, a todo volumen. Caigo en que es lunes y pienso que, a lo mejor, mi vecino es tan aficionado a la Santa Misa que se graba la de los domingos y se las escucha en lunes. Pero no, caigo en la verdad. La está escuchando en directo y con el corazón levantado hacia el Señor y con un organillo de fondo que nada tiene que envidiarle al organillo del gitano y la cabra o al organillo del mejor video-clip árabe que se precie (tipo señor del Golfo, subido en una piedra con la chilaba, pegando alaridos al viento y diciendo amada mía, dónde estás, que no te veo...).

De pronto, me da por pensar en la cantidad de frasecitas de las santas misas que una aprendió de jovencita y que nunca supo qué querían decir. Esta es una: levantemos el corazón. Por no hablar de Jerusalén está creada, como ciudad bien (y aquí me perdía)....allí suben las tribus, las tribus de Israel.

Aún más me fascinaba escuchar el rosario y las letanías en latín. Mi abuela Alejandra (q.e.p.d) se lo sabía de memoria. Y daba mucha cosa escuchar a veinte mujeres enlutadas en la cancela de una casa, desgranando la letanía y los nombres de la Santísima Virgen.

En fin, que años más tarde sigo sin saber qué será eso de levantemos el corazón, lo tenemos levantado hacia el Señor.

Misterios sin descifrar.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Made in China

En mi afán por no hacer nada productivo en estos días, me meto en una tienda de todo a un euro, o dos, o tres. Rebusco y cotilleo todos los estantes, la lencería fina con plumajes y lentejuelas, alfombrillas de baño y accesorios del hogar.
Me detengo mirando las cacerolas y entre todos los cacharritos de la cocina, encuentro un cazo de madera a 1.75 euros que cubre de sobra las expectativas que tengo hoy de gastos inútiles. Es un cazo perfectamente inútil, de una madera perfectamente falsa y que, como mucho, me puede servir para el gazpacho en un alarde de optimismo.
Al ver la etiqueta, no he dudado en que el cazo de madera habría de ser para mí.

Dice así:

Importado por Qian Hong, S.L.
Talavela de Reina (Toledo).
Fabricado en China.

Pues eso. Que desde que los chinos llegaron, Talavela no es Talavela ni Calahorra, Guasintón. Alguien debería decirle algo al pobre Qian Hong. Digo yo.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Puente


De puente, a lo que parece. Tres diítas para celebrar la Constitución, las vírgenes que haya que celebrar y todo eso. Lo importante, tres días sin hacer nada o casi nada.Casi nada porque mañana me he comprometido a preparar un couscous a la familia. Lo debía desde hace tiempo y tengo ya ahí los ingredientes listos y las ollas esperándome.


Mañana madrugaré para cocinar con tranquilidad. Un lujo asiático.


Os contaré si mañana triunfo y salgo por la puerta grande. Pepe no me lo perdonará nunca.

martes, 2 de diciembre de 2008

La empresa te desea que pases un buen día

Pues sí. Acabo de fichar y me sale un papelito donde me dicen que la empresa me desea que pase un buen día. También he recibido unos tantos correos de miles de suscripciones que tengo hechas y me desean lo mismo. Lo mismo ha hecho mi cajero.
Ahora bien. También os digo que ninguna máquina del mundo ha sido más rápida y eficaz que mi progenitora. Que me ha llamado a las ocho de la mañana para recordarme:
a) que es mi madre.
b) que me parió entre dolores hace treinta y siete años.
c) que me tengo que ir a currar.
d) que anoche a las doce no estaba en casa para felicitarme convenientemente.
Pues eso. Que una servidora cumple hoy treinta y siete años de edad. Eso es unos tantos años en cada pata. Y ni una cana (todo hay que decirlo).
Se admiten parabienes, felicitaciones escritas e ingresos en mi cuenta bancaria.
Besos a todos.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Las primeras nieves

Pues sí, os iba a contar que estoy incomunicada en una casa rural pero no es del todo cierto. Estuve anoche viendo caer las primeras nieves del invierno pero no estoy del todo incomunicada. Hace un frío de pelotas (con perdón) y los tejaditos están blancos. Pero esto no ha cuajado como debería y aún no podemos hacer muñecos obesos, con cara de idiotas y nariz de zanahoria. Todo llegará.
Mientras tanto, sí os digo que me enfrento a diciembre con el alma encogida y el culo apretado. De entrada, cumplo treinta y siete en un abrir y cerrar de ojos (ya daré parte en su debido momento para que me dejeis las felicitaciones y parabienes pertinentes). Después tengo veinte días de trabajo que no se los deseo ni a mi peor enemigo, después la Nochebuena de los cojones (con perdón), la Nochevieja de los huevos (con más perdón), los Reyes y sus séquitos y así. O sea, que estoy ya con los pelos como escarpias tan sólo de pensarlo.
Lo único bueno de lo que viene es que voy a cobrar la extra. Bien mirado, es lo único bueno que le veo a este bonito mes de diciembre. Eso y que cogeré unas vacaciones que no se las va a saltar un gitano.
Saludos cordiales.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Los calcetinillos de la Espe

Que dice la Espe que no le ha dado tiempo a pasar por casa y se me presenta con los calcetinillos en la rueda de prensa, arreglá pero informal.
Francamente, y nunca me ha tocado un tiroteo, cuando yo regreso de viaje, de un viaje de ese calibre, lo más decente es irse a casa a ducharse y a refrescarse la entrepierna.
Así que si la Espe ha pensado que le daba más realismo al asunto yendo de aquella guisa, creo que se equivoca. Cualquier ciudadano se hubiera ido a dormir, a ducharse y luego hubiera hecho las declaraciones que hubiera tenido que hacer. Pero no. SuperEspe se planta con los calcetinillos, nos dice que no ha pasado por casa y luego ya se marca el rollo. En fin, que si quería demostrar valentía y arrojo, también podía haber dejado salir antes a su séquito. Pero es que así, Espe, hija mía, no resulta ni creíble. Y encima tiene un punto patético que te revuelve las tripas.
(Quería evitar lo de los calcetinillos de la Espe porque no es tema de mi agrado pero inexplicablemente, se me ha quedado la imagen grabada en la retina y estoy en un sinvivir).

jueves, 27 de noviembre de 2008

Sotillo de la Adrada

Cuenta la web oficial de Sotillo de la Adrada que "aunque en la Crónica de la población de Ávila se alude a una batalla de Sotillo en la que los caballeros de Ávila, en su afán por expandirse hacia el sur, consiguen una gran victoria sobre los musulmanes, por no estar descrito el campo de batalla con precisión no nos atrevemos a asegurar que se trate de este lugar. Lo que sí afirmamos es que sus habitantes tienen una larga tradición ganadera; basta recordar que se documenta la aldea en fecha temprana, en 1182, época en que Raimundo de Borgoña comienza la repoblación de la provincia de Ávila. Unida su historia a la de los habitantes del antiguo Estado de La Adrada, se sabe que ya existía como aldea en el año 1661, con sus propios alcaldes y regidores; por la proximidad con la villa de La Adrada, no llegó Sotillo a tener Concejo propio hasta 1571.
Como aportaba a la villa señorial cuantiosos beneficios, no consiguió la autonomía municipal hasta el 7 de febrero de 1642, amojonándosele en aquella fecha un término que alcanzaba los 43 kilómetros cuadrados.
La suavidad de las lomas y el campo despejado por las roturas a que hace referencia su nombre –soto significa campo despejado– conoció en seguida un rápido auge demográfico, ya que el suelo sin componentes arbustivos, la abundancia de llanuras y las onduladas lomas permitían actividades agrícolas de gran interés para el abastecimiento de la meseta norte.
Sus producciones favorecieron un rápido crecimiento demográfico, por lo que no tardaría Sotillo en superar el número de habitantes de la villa matriz".
¿Que por qué pongo esto? Porque alguien ha entrado desde Sotillo de la Adrada a mi blog. Y, oye, en verdad, en verdad os digo, que no tenía ni idea de dónde andaba Sotillo. La curiosidad mató al gato y pensé que se merecía una entrada. Por la suavidad de sus lomas y su campo despejado.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en ‘El Semanal’ el 15 de noviembre de 1998

LOS AMOS DEL MUNDO.Arturo Pérez-Reverte.


Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se loscruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, enla agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el desus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van amandar al paro en nombre de un tres punto siete, o de un índice deprobabilidad del cero coma cero cuatro.Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de unaferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron unmáster en Tokio -o al revés-, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o ala de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capitalmanagement, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilateralesde inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta elpartido del domingo.Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas quecirculan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van aatropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará a usted elconsuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles loshuevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas,tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tanexpertos que siempre terminan por hacerlo suyo; porque siempre ganan ellos,cuando ganan, y nunca pierden ellos, cuando pierden.No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinacionesfastuosas de economía financiera que nada tiene que ver con la economíaproductiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y conhumo, y los poderosos de la tierra pierden el culo por darles coba ysubirse al carro.Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder; el riesgo es mínimo.Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio,grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces elpresidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión debancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcioeuroasiático y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría enla aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar esepelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en lasegunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos porciento no se encuentran todos los días.Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real,con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, ypalmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometensus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía susfallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: altoriesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Yesos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en laeconomía mundial, muestran su lado negro. Y entonces -¡oh, prodigio!-mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban elcotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que laspérdidas, no.Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esospijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran alMonopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores soncolectivos y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas deemergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichisde la Bernarda.Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, lapagan con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con sus puestos detrabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y losmillones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantancada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externade países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros deespeculadores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amosde la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismoeconómico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

Pecado mortal

Sí, hermanos, ayer pequé. No sólo de pensamiento, sino también de obra y corazón. Eso sucedió entre mi paso por el Ateneo y mi llegada al Corral de la Morería. En ese fragmento de tiempo, no más de dos horas y antes de una cena copiosa (y gratuita, todo hay que decirlo), cometí un pecado mortal, reservado sólo a unos cuantos privilegiados en este mundo.
Y es que después de haber descubierto hace tiempo una tienda de joyas curiosas y preciosas, más de dos años de su descubrimiento y de pasar por su escaparate con carita de lástima (a ver si la dueña se apiadaba de mí y me regalaba algo), entré por primera vez en la tienda como quien entra en un santuario.
Aún así, y a mi favor, declararé que compré una joya que ni siquiera será para mí. Pero la botella se ha descorchado y no descarto, mucho antes de dejar pasar otros dos años, volver allí, sin cara de pena y comprar algo que sea para mí. Tal vez cometa un exceso de verdad antes de acabar el año.
Rezad por mí.

martes, 25 de noviembre de 2008

Día curioso

Después del vomitajo que solté ayer (por algún sitio tiene una que desfogar y en ausencia de marido siempre viene bien el blog para soltar un vomitajo), os comento que vengo del Corral de la Morería. Dos de la mañana. Y alguien se preguntará que qué he hecho allí. Y yo me pregunto que eso quisiera saber yo. Porque momentos antes, yo estaba en el Ateneo, en la presentación y puesta de largo del libro de una amiga. Pero es que momentos antes, yo estaba trabajando tranquilamente. Y momentos antes, comiendo con una colega del Kurdistán iraquí. Y un rato antes, charlando con otros colegas. Y un momento antes, yo andaba desayunando. Y un poco antes de eso, estaba en la ducha. Y momentos antes, escribiendo el vomitajo de ayer.
Pues eso, que hay días que empiezan en una ducha, con cierta normalidad, y terminan en el Corral de la Morería.
Sólo espero que pronto pase de mí este cáliz y, sobre todo, espero que no llegue un día en que comience mi mañana en el Corral de la Morería para acabarlo en la ducha. El orden de los factores, sí altera el producto. Digan lo que digan.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Que cómo estoy...

Debería estar evitando escribir esta entrada pero a la pregunta de muchos de ustedes, por otros canales, se me antoja que no está de más hacerlo. La pregunta es que cómo estoy. La respuesta es que estoy hecha una mierda. Es una respuesta sencilla, concisa, clara, poco fina pero es la realidad. La única realidad que me ocupa desde que murió mi padre. Estoy hecha una mierda porque me cuesta aún creerme que no está. Aún parece una broma pesada que ha de pasar en algún momento. Aún parece que puede aparecer por algún rincón a echarme alguna bronca de las suyas. Aún parece mentira que esto vaya a ser para siempre y hasta el fin de mis días. Si vivo hasta los cien, como tengo previsto hacer, pasaré setenta años acordándome de él.

No me hago a ello y no sé si quiero hacerme. Mi cerebro no quiere. Mi corazón, tampoco. En el aeropuerto de Marsella, llegué a tener un regalo en las manos para él cuando ya hacía días que no estaba. No estampé el regalo contra el suelo porque la señorita azafata del aeropuerto me miraba con cara rara. No me extraña. Debí mascullar algo en castellano castizo, apretar el gesto y cagarme en algo feo. La azafata, que de tonta no tenía un pelo, me observaba atentamente. Cualquiera se para a explicarle a la señorita de Marsella algo así.En este tiempo, he llorado en aviones, aeropuertos, cuartos de baños, hoteles. Le he llorado en Dakar, en Valencia, en Marsella, en Casablanca, en Bruselas. Le he hablado a cada momento, le he dicho que si pudiera vengarme de algo o de alguien lo haría. Si pudiera despedazar con mi manos a quien sea el responsable último de habérselo llevado, lo haría. Es más, en momentos así, he deseado que haya un Dios, lo más parecido posible al Dios de los cristianos y que en algún momento me lo encuentre, donde esté. Para cagarme en su puta madre. Y después morir tranquila.

No puedo aún con la idea de lo irreversible, de lo eterno que se hará no tenerle nunca más. No me valen consuelos bobos ni frases hechas: es ley de vida, no ha sufrido mucho, más vale así, a todos nos llega la hora, por ahí pasaremos todos, hay que mirar la cara positiva de la vida...cada vez que las escucho, me juro a mí misma no decírselas a nadie en esta situación. No me vale pensar en las muchas cosas que tengo, que hago, que están por hacer, que estoy haciendo. No me vale, no. No me vale porque todo eso ya no lo podrá ver ni yo se lo podré contar. Las pocas o muchas ilusiones que tenía hace sesenta días, que aún no hace sesenta días, no las tengo claras. Lo que tengo claro es que ahora mismo no me ilusionan.

Me da vértigo pensar en el próximo dos de diciembre. Mi primer cumpleaños en treinta y siete años sin escuchar su felicitación. Sin que me meta en un sobre unos euros para "que te compres lo que tú quieras". Me da aún más vértigo en la próxima Nochebuena porque nosotros nos iremos y no volveremos más. Me quiero ir de este año 2008, cuanto antes y pasar al otro, al 2009. Pero también me da vértigo que ese año ya no lo vivirá él, ni siquiera lo empezará. Me da vértigo todo.

Dicho esto y consciente de que de nada sirve el pataleo porque nada arregla, se pueden ustedes remitir a esta entrada cuando de verdad quieran saber cómo estoy. Arrastro también una migraña permanente desde hace sesenta días que no me matará porque no va a poder conmigo. En caso de no querer escuchar todo esto, mejor no hacer la pregunta. Me niego a responder que bien, que tirando, que aquí estamos y cosas así. Esta es la única verdad y queda dicha y colgada en el ciberespacio. Para que conste en acta.

Desayunos orientales


Hoy he dormido como una becerra. Eso significa que me he levantado a las doce del mediodía y sin remordimientos de conciencia. Como cuando era adolescente y me pasaba los veranos dormitando a la sombra de un sauce llorón (por ejemplo). Pues sí, he dormido como una becerra, placenteramente, como un bebé, sin sobresaltos, sin prisas, sin planes, sin obligaciones. No encuentro otra actividad que me provoque más placer en los últimos tiempos que dormir becerrilmente, que se diría así, seguro. Por mucho que no tengo ni idea de cómo duermen las becerras pero me da que duermen del tirón.

Además me he desayunado como a mí me gusta con un desayuno, propio de mi edad y condición. Con mi tomate, mi pan, mi queso, mis aceitunitas. Desayuno que practico desde mi estancia en tierras orientales en cuanto tengo la ocasión. Y es que, amigos míos, los desayunos de los hoteles me matan. Los zumos que no son zumos, el café que no es café, el embutido que no es embutido. Da igual el lugar o la ocasión porque si algo ha tenido de bueno la globalización es que comemos mierda todos. Y que no hay manera de tomarte un café en ningún hotel del mundo. Lo que cualquier humano cafeinómano entiende por un buen café.
Así que gracias a estas cosas de la globalización de las galaxias, resulta que lo mismo da dormir en Dakar, que en Bruselas, que en Bamako, que en Bangalore. Si algo une a los humanos en este momento y a gentes de cualquier raza y condición es la mierda de café que ponen en los hoteles a la hora de desayunar. No digamos ya el café que se sirve en los aviones que si malo es que no nos dejen fumar (por motivos de seguridad), al menos y por caridad, deberían servir un café en condiciones. Pues no.

Así que desde esta pequeña plataforma virtual, exijo a los gobiernos del mundo, al G-20 y a su madre que viniera a hablar conmigo, que reflexionen atentamente sobre este asunto. Estoy convencida que si cambiara el café de los hoteles y de los aviones, las cosas serían de otra manera. Al menos, yo, me pondría de menos mala leche. Y eso, sin duda, puede cambiar también el curso de la Historia (con mayúsculas).

He dicho.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Vos pensás que os sabeis el resto de vuestra vida y mirá...

Pues mientras escribo esto, la 2 me regala El hijo de la novia. Yo no sé las veces que habré visto la película ni en cuántos formatos. Aquí la tengo en un cajón, en una colección de pelis que veo cuando tengo tiempo. "Vos pensás que os sabeis el resto de vuestra vida y mirá...me bebí un tango de dos años". Mirando los ojazos del Darín que cada vez me gusta más y cada día me parece más guapetón, el tío.
Para compensar, voy leyendo a un tiempo Gomorra, ese viaje al imperio económico y al sueño del poder de la Camorra. Para que no me sea todo dulce y argetinón, un poco de camorra napolitana. Un poco de sangre y luego un vos argentino.
Por supuesto, hice las labores del hogar, me levanté a las once, he hablado por teléfono con amigos, me he acordado en silencio de los enemigos, he preparado comida, he arreglado la cama como las antiguas (con colchas y brocados orientales), he hecho abluciones diversas. Todo esto en siete horas. No hay nada como no estar nunca en casa para hacer de todo en siete horas.
Aún me vengo al blog.
Escuchá, ¿no querés casaros conmigo?.
Os dejo que Darín está cocinando en su restaurante.

Como las personas normales

Hoy me dispongo a pasar un fin de semana normal, en una casa normal y como las personas normales. Eso significa que no cambio de cama, ni de ciudad, ni de país. Parece una tontería pero me relaja mucho la idea de estar en casa, de no tener nada que hacer mañana y de no poner los despertadores. El estado, no es de felicidad absoluta (dicho está que eso no puede ser desde hace unas semanas) pero sí de tranquilidad absoluta.
Mañana, si me pongo, soy capaz de hacer la colada y la compra. Placeres ambos de los que se disfruta sobremanera cuando no se pueden hacer. Compraré un plátano, un pepino, media manzana y media lechuga (mi tendero es como mi psicólogo y entiende cómo vivo y lo difícil que es comprar para uno y comer a saltitos). Antes mi tendero-psicólogo me ponía ojos de borrego, el pobre. Después, me empezó a dar palmaditas en la espalda (esta muchacha, tan joven, tan sola, tan desamparada, tan poca cosa...). Después comenzó a servirme los plátanos partidos y las lechugas a medias. Y ahora, que se está divorciando de su señora y está a brazo partido con ella, creo que me envidia como nunca y se pregunta por qué tengo la piel tan tersa y el gesto tan relajado. Ya lo entenderá cuando comience a comprar plátanos partidos.
A lo que voy. Que si alguien quiere venir a verme, estoy en casa. Con el mandil puesto, la cofia, las zapatillas de franela y el camisón.
Es lo que hay.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Desde Bruselas

Esto es lo que hay. Bruselas estaba nada lluviosa a mi llegada y todo ha ido a pedir de boca y segun el programa establecido. A excepcion de las tildes, que no las tengo.
Ahora tengo echado el ojo a un turco, a un restaurante turco para los peor pensados, que tiene pinta de caro pero tambien de servir exquisiteces diversas. Me queda enfrente del hotel y no quiero ni pensar mucho ni caminar hasta el nene de la meada eterna. Lo que mas me gusta de esta ciudad es la amabilidad de sus gentes. Por lo demas, es aburrida hasta limites insospechados.
Os envio un beso desde Bruselas y que sepais que renuncio a los mejillones esta noche. Mi endocrino me dijo que tanto mejillon como comia en otra epoca, no podia ser bueno.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Apostasía

Después de la Sentencia del Tribunal Supremo, me voy a esperar a mandar los papeles para convertirme en una infiel oficial a la vuelta de las vacaciones navideñas.
Por si os interesa el tema:

Letrinas

Hoy me he reído con ganas y eso no es fácil en mi estado actual que es el que el común de los mortales puede definir como el estado de "no tener el chichi para farolillos". Pues bien, habida cuenta que no tenemos el chichi para farolillos, resulta que una buena amiga (inocente ella por contarlo, sabiendo que tengo un blog), me relata hoy un viaje a un país que no mencionaré y todo en misión especial de trabajo. Resulta que yo no sé cómo ni por qué, la tía se ha tirado quince días hablando de mierda (sí, señores, de mierda) con los paisanos. A lo que voy es que ha estado haciendo fotos a letrinas, cañerías y tuberías (por lo que yo he entendido) y explicándole a los paisanos cómo y por dónde han de cagar para que aquello no se atasque. Cosas de la cooperación internacional (por lo que se ve, insisto).
En un momento dado del relato, se me vuelve para decirme que ahora que ha viajado por trabajo, con tanto estrés y tanta cosa, me entiende perfectamente. En este punto, le he aclarado que mis temas de trabajo son un tanto menos escatológicos y que una viaja pero no habla de mierda con cualquiera ni da charlas sobre cómo marear la cosa.
Ustedes me disculparán pero le debía esta entrada a mi amiga, que es un ángel, que yo lo sé, pero que se mete en unos vericuetos, cuando menos, muy oscuros.
Mañana viajo a Bruselas. Lo único que se me ocurre para igualarme a mi amiga es hacerle otra foto al niño meón de Bruselas. Y ni aún así se supera el relato de las letrinas de esta noche. Relato que ha sucedido, para mayor inri y para purgar mis pecados, en un restaurante chino.
Nos vemos el viernes a mi retorno, si el Profeta así lo quiere.

lunes, 17 de noviembre de 2008

1938-2008

Hoy, diecisiete de noviembre de 2008, D.Jesús hubiera cumplido setenta años de no haber sido porque el destino se le ha atragantado de mala manera. Lo primero que he hecho al despegar el ojito esta mañana ha sido felicitarle. Por si me oyera desde algún sitio.
Hace un año, en su último cumpleaños del 2007 y cuando le cayeron 69, le llamé desde Damasco para felicitarle. Había kilómetros, distancia, hoteles, un mar entero entre nosotros, pero nos escuchamos y nos hablamos. Nos prometimos celebrar este del 2008 en condiciones y juntos. Pero no llegó. Aún así, hoy me he venido a su casa a celebrarlo entre sus cosas. A ver sus libros, su mundo, su sitio.
No es un buen día pero aquí estamos.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Quizás no te equivocas

(Recibo ahora mismo este correo de alguien que conoció a mi padre tan solo unas horas. No puedo evitar conservarlo y copiarlo aquí porque me ha emocionado que alguien, en tan poco tiempo, oliera la esencia de quien fuera mi progenitor)

Querida Alejandra:

Disculpa mi tardanza en responder, tu correo me llegó entre viaje y viaje y aunque lo leí no había tenido un momentito tranquilo para responder. Siento muchísimo la pérdida de tu padre. Ciertamente me acuerdo de él. Cuando leí tu correo pensé inmediatamente en nuestro paso por Cuenca para tu boda. A pesar de que no tuve mucho tiempo para conocerle, tengo algunas impresiones grabadas de él y de ese momento. Probablemente es a quién más recuerdo de tu familia.
Recuerdo una persona muy alegre, muy vital, muy generosa. Recuerdo también que se notaba claramente que entre vosotros había un vínculo muy fuerte, y siempre me pareció que adorabas a tu padre y que tu, sin lugar a dudas, eras la niña de sus ojos. Quizás me equivoco pero esta es la impresión que me llevé. Recuerdo tu padre simpatiquísimo, hablando con todos nosotros, un puñado de extraños, como si fuéramos uno más de la familia.Siempre he recordado tu boda como un ejemplo de hospitalidad y de buen hacer, y no lo digo para quedar bien. No puedo ni imaginar lo duro que habrá sido. Si la rapidez te ahorra angustias, supongo que asumir lo sucedido llevará su tiempo. Entiendo que necesites contarlo y cuenta conmigo (aunque en la distancia) para lo que convenga.Un beso muy fuerte, todos mis ánimos y espero que hasta pronto.

Casablanca

Pues esta noche sin par, tengo el honor de poner unas líneas desde Casablanca, contenta de haber pedido en préstamo un portátil con su tecladito español y todas sus tildes. De este modo, os compenso la ausencia telefónica de los últimos días, el no poder tener esas largas conversaciones nocturnas con quienes me estais llamando y cuidando tanto. Pero aquí estoy y aquí me ando.
Para confirmar la teoría de que tengo un imán con el sur que no tengo con el norte, os diré que el vuelo llegó puntualísimo, la maleta llegó a la par que su dueña, me esperaban cordialmente en el aeropuerto, me trajeron a un hotel correcto y me instalaron con toda comodidad. No es una teoría muy desarrollada la mía ni tampoco puedo aportar estadísticas fiables. Pero la cosa es así.
¿Qué os puedo contar? Para quien aún crea que Casablanca es lo que sale en la película y que alguien me la ha tocado otra vez, les diré que no. Aquí he venido a ganarme la fama y el pan de mis sobrinos (o al menos, a asegurarme que me lleven de ancianita a una residencia con sábanas limpias donde me limpien el culo, como mínimo, una vez al día). Pero la fama cuesta, como bien sabemos y, por ahora, he decidido refugiarme en mi habitación, abrir el balcón de par en par, mirar la luna llena (llenísima, diríamos) y ponerme a escribir una entradita en el blog que, posiblemente, pasará sin pena ni gloria en la historia universal de las bitácoras mundiales y que, posiblemente, importará la misma nada al resto del Universo. Como a mí me importa la misma nada lo que posiblemente estará escribiendo algún infeliz despistado en algún blog perdido de las mismísimas antípodas de la morunez.
Pero es que creo que esta noche me lo estoy contando a mí misma. Me da a mí que ni pienso en quien me lee ni pienso casi lo que escribo. Me da a mí que tanto daría estar escribiendo aquí que estar sacándome una muela.
Ahora bien, por si alguien me leyera o leyese (que también pudiera ser y milagros mayores se vieron), bien podría decirle que una especie de furia visigoda me invade desde hace un mes y pico. Que esa misma furia visigoda, me tiene alerta, no me deja parar, no me deja estar quieta ni un momento, no me deja echarme a la pereza, ni a la desidia ni a la desgana. Le diré que la furia visigoda me tiene puestas las pilas. Que es tanta la rabia, la furia y el cabreo que no paso ni una. Más bien que no me paso ni una. Que ya no me valen excusas para no hacer esto ni para no hacer lo otro.
Todo ello, traducido del arameo al cristiano, viene a significar que desde que ya no le veo, ni le oigo, ni le llamo, ni le toco, ni le cuento mis historias, le hablo más que nunca, le llamo como una loca, le oigo a todas horas y le veo en las esquinas. De ahí que no pare ni en sueños. No vaya a ser que volvamos a encontrarnos y me lea la cartilla.
Así que va por él. Toda mi furia visigoda va por él. Todo mi empeño por ser mejor, va por él. Y toda mi alegría en esta noche marroquí también va por él.
Va por usted, maestro.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Telegrama

Como me dejé el ordenador en Cuenca en mi trayecto a Valencia y procedente de Madrid (también me dejé el coche) y regresé desde Valencia, pasando por Albacete para llegar a Madrid y sumado a eso, mañana salgo para Casablanca desde la Capital del Reino y no guardo la esperanza de tener tecnología en casa hasta que regrese también del siguiente viaje a Bruselas, os pongo rápidamente y casi como un telegrama, un saludo a todos.
Más que nada para moverle las tripas al blog, que lo tengo muy abandonado desde hace días.
A mis amigos residentes en Marruecos: ¿habéis avisado al Monarca de mi llegada?.
Besos a todos.

jueves, 6 de noviembre de 2008

6 de noviembre

Pues ha pasado un mes desde que regresamos a casa sin D.Jesús. Mientras tanto, Obama se ha llevado el gato al agua (y nosotros nos hemos tragado el proceso en nuestras propias carnes morenas). Ha sido un mes eterno, lento, muy lento.
Echo la vista atrás y he pasado por tres países en este mes. Digo he pasado porque me doy cuenta de que ha pasado el cuerpo que no el cerebro.
El cerebro sigue estancado en aquella cama de Madrid, en aquella última respiración, en aquellas prisas por hacer algo por él, en aquella esperanza de verle un día más y en aquella certeza de saber que ya no habría más días.El cerebro sigue repasando los gestos, las palabras, los silencios, las noches, la respiración, los comentarios de unos y de otros. Y, sobre todo, el cerebro sigue en el por qué. En la única pregunta que nunca tendrá respuesta.Luego vienen las decisiones, las burocracias, las pólizas, las instancias. Y el cerebro sigue ahí: en cada papel, en cada palabra, en cada firma.
Mañana salgo para Valencia (a trabajar hasta el domingo, por si alguien lo dudaba).
Nos vemos a la vuelta.

martes, 4 de noviembre de 2008

Las rendijas del cerebro

Dice Héctor Abad Faciolince que "una de las cosas más duras que tenemos que hacer cuando alguien se nos muere, o cuando nos lo matan, es vaciar y revisar sus cajones. A mí, dos semanas después de su asesinato, me encomendaron la tarea de revisar los cajones (los archivos, los papeles, la correspondencia, las cuentas) que tenía mi papá en la oficina. De los de mi casa se ocuparían Maryluz y mi mamá. Abrir los cajones es como abrir las rendijas en el cerebro de otro: qué era lo que más quería, a quién había visto (según las citas de su agenda o los apuntes de un cuaderno), qué había comido o comprado (recibos de almacenes, extractos de tarjetas de crédito, facturas), qué fotos o recuerdos atesoraba, qué documentos tenía expuestos y cuáles en secreto".
Después de Inmediatamente después, he caído en El olvido que seremos, de Abad Faciolince (me fascina este apellido). Se ve que me cuesta salir del asunto porque también ando detrás de Morir es nada (descatalogado).
De paso, os comento que ya tengo oficialmente hecho un testamento vital. Ahora paso al tema de la apostasía (ya tengo el papel en la mano para envíar). Y luego el testamento ante notario (este lo dejo para lo último porque me cuesta pasta). En mitad de todo esto, dirán algunos que me he vuelto majareta: testamento vital, apostasía, testamento.
Pues no. Simplemente ando poniendo en papeles algunos pensamientos previos porque he descubierto que cada día me molesta más que la gente crea que yo creo o que la gente diga que creen que yo creo. O que a lo mejor quiso decir que creía. O que creíamos que dijo que pensaba.
En fin, que no sé si vais a llegar hasta aquí leyendo pero es lo que hay. Parte de lo que hay en las rendijas de mi cerebro.

lunes, 3 de noviembre de 2008

La "civilizaçao"

A lo mejor alguien se pregunta que dónde me ando. En estos momentos, recién llegada de Marsella y en casita (gracias al Altísimo, amén).
Pues bien, podría decir que todo ha ido sobre ruedas pero si tenemos en cuenta que el vuelo Madrid-Marsella se retrasó sus buenas horas, que me perdieron la maleta y la enviaron a Vitoria (por primera vez en mi vida, pierdo una maleta), que la organización del evento se equivocó y me envió a las dos de la madrugada a un hotel que no era el mío (después de que me soplaran setenta euros de taxi del aeropuerto a Marsella), que recorrí tres hoteles a las cuatro de la madrugada hasta que me dieron el mío y que dormí tres horas aquella noche, lo que bien puede decirse es que definitivamente prefiero viajar por África y adláteres (si se equivocan, al menos le puedo echar la culpa al retraso y a los males congénitos que afectan la zona) que con Iberia a la France.
He dicho.Por si se dudaba, también ha habido dos horas de retraso a la vuelta.
Y Marsella estaba de un gris plomizo y con inundaciones.
Lo dicho, que se ve que no estoy hecha para Europa. Hay algo en mi destino que siempre me lleva al Sur. Al menos, y por ahora, no me habían perdido una maleta. Francia tuvo que ser...

jueves, 30 de octubre de 2008

De cómo entrar en un país diez días antes de lo previsto

Pues aquí estoy, recién llegada de madrugada de Dakar y en cuatro horas saliendo para Marsella. Para vuestro gozo y regocijo, os comento que la policía senegalesa me selló el pasaporte con la fecha de 16 de octubre de 2008 en lugar de 26 de octubre de 2008. Eso significa que, según ellos, he pasado casi quince días en Dakar. Para Iberia eso significó que yo no había viajado a Dakar el día 26 y que, por tanto, se podían permitir el lujo de anular mi billete de vuelta de ayer. Con eso, quiere decirse que casi me tengo que quedar a vivir en Senegal porque un madero equivocó la fecha de entrada en el sello de mi pasaporte. Cosa inaudita y que nunca me había sucedido en ningún viaje de Gulliver. Aclarado el asunto, tomé ayer mi avión tranquilamente.
Cosa más inaudita aún, el sobrecargo iba con la picha hecha un lío y al llegar a Barajas dijo algo así como: quienes vayan en tránsito a la URS o por ahí que salgan por la puerta de atrás, quienes se vayan a Dublin, Londres o Gibraltar que pasen por delante, quienes se queden en Madrid que no salgan del avión, quienes tengan un forúnculo que se esperen a que llegue el médico y quienes quieran volver a Senegal que lo hubieran dicho antes. Luego lo dijo en inglés. Y toda vez que se tuvo en cuenta que no sabía ni lo que se estaba diciendo, rectificó: A ver, ustedes, los del fondo, no me hagan ni caso a lo que les acabo de decir (palabras textuales). Y poco menos, vino a decir que saliéramos del avión por donde nos diera la gana.
Risas a las seis de la madrugada y afortunadamente en tierra, os comento que en cuatro horas me voy para Marsella. Espero que el sobrecargo esté más informado de lo que se trae entre manos.
Iberia está hecha unos zorros y yo también. Para qué mentir.
Besos a todos.

domingo, 26 de octubre de 2008

Cambio horario

Pues salgo en un rato para Dakar. Exactamente a las 17:55 de hoy. Espero no equivocarme de hora porque con estos cambios de horas que nunca se me han dado bien, soy capaz de cualquier cosa.
El caso es que dicen que es la noche más larga y que a las tres son las dos. Pues bien, si veis que mañana os digo algo por aquí, será porque me he liado con el reloj. Manía con cambiarme la hora cuando tengo que coger un avión.
Besos a todos.

martes, 21 de octubre de 2008

Vieja de cojones

Quienes en algo me conocen, saben que el tango siempre me ha emocionado. Supongo que muchos no sabrán por qué pero las cosas tienen, a veces, su origen en la noche de los tiempos. En mi caso, lo relaciono con una vieja amiga de quien ya no tengo noticia, una calle de Madrid y su novio, un español de origen argentino o argentino de origen español (que aquello nunca me quedó claro). Visité muchas veces aquella casa y me enganché al tango.
Siempre había cantado algunos con especial emoción. Incluso una vez me hice un pinito con la comunidad argentina en Siria. Nunca más volvieron a invitarme (debo de aclarar este punto para hacer honor a la verdad). Lo cierto es que con algunos me río bastante (de puro extraños que me parecen), con otros me emociono y otros los he cantado sin pensarlos demasiado.
Sin embargo y esta noche, resulta que se me viene a la cabeza aquella letra que dice "tengo miedo de las noches que, pobladas de recuerdos, encadenen mi soñar". Este estaba en el grupo de los tangos que cantaba sin pensar. Cuando sin darme cuenta, me puse a tararearlo esta noche, me doy cuenta de lo vieja que me siento desde hace quince días. Vieja de cojones.

Segregados y recluidos

Me informan hoy que Segregados y recluidos: los palestinos y las amenazas a su seguridad acaba de salir publicado. Aún no aparece en la página de Los libros de la catarata pero todo se andará porque está recién salido del horno.
Os lo comento porque, entre otras razones, uno de los capítulos es mío. Ya adivinareis cuál.
Me facilitan sólo cinco ejemplares (y más tarde podré regatear alguno más).
A D.Jesús llegué a comentarle este trabajo y él llegó a leer el capítulo en sus primeras versiones. Le dije que cuando llegara, le iba a dar un ejemplar. El libro ha tardado en salir y él ha madrugado para irse. Así que tendré que buscar un destinatario nuevo para mi obra magna. O así.
Besos a todos.

http://www.loslibrosdelacatarata.org/

lunes, 20 de octubre de 2008

De cómo la funcionaria opina de lo humano y lo divino

Inexplicable. Hoy me encuentro en una ventanilla cualquiera, de un ministerio cualquiera y en una ciudad cualquiera. Paso el detector de metales y no pito nada. De algo me tenía que servir la experiencia en aduanas. Para no pitar ni que me aten. No hay nada en mí que pueda pitar y controlo la posible pitada desde diez minutos antes de entrar en cualquier lugar donde pudiera o pudiese pitar. Me quito monedas, llaves, relojes, escapularios y medallas de la Virgen del Carmen. Tengo el síndrome de la "pitada" o así y todo mi objetivo en la vida es no pitar delante de nadie. Por ahora, consigo no pitar y soy feliz.

El caso es que pasado el control, me voy a mi ventanilla, entrego mis instancias y pongo cara de buena. Tasas pagadas, documentación completa, buen comportamiento y educación exquisita. La funcionaria teclea datos en el ordenador y empieza a soplar porque aquello no le responde como debiera. Su compañera, a todo esto sin casi haberse quitado los rulos, comienza a hablar del caso de la madre que ha perdido a su bebé de siete meses y ha salvado a los otros dos en una inundación en Castellón.

Una servidora pone la antena y escucha que lo que no se entiende es qué hace una madre con tres niños de noche metida en su coche, que así pasan las cosas que pasan. A mí se me abren los ojos como platos y la funcionaria que me atiende se queja tímidamente a su compañera y le dice algo así como: Mujer, a lo mejor iba a casa de los abuelos, o venía o tenía algo que hacer y tuvo que salir con los tres niños. La otra contesta que no, que hay algo oscuro y que no es normal andar en coche con tres niños a esas horas. Poco menos, que se veía venir y que no lo ve claro. Y yo, recojo mis papeles y aún ando preguntándome qué carajo no ve claro esta funcionaria eficiente.

Por si os queda alguna duda, no he logrado completar el trámite y me toca volver otro día.

Establecimiento del premio internacional Unesco - Obiang Nguema

Hay cosas que alegran las pajarillas un lunes por la mañana:

http://unesdoc.unesco.org/images/0016/001629/162938s.pdf

domingo, 19 de octubre de 2008

Llama cuando llegues

Después de quince días, no podemos decir que esto mejore aunque posiblemente progresemos adecuadamente. Cuando digo esto, digo "lo mío". Lo mío es que estoy de lo mío desde hace quince días y en pocas ocasiones, muy pocas, puedo estar de lo vuestro, lo otro, lo ajeno, lo que no me es indiferente ni nunca lo ha sido pero ahora me parece secundario. Sé que corro el riesgo de convertirme en esa amiga plasta de la que todo el mundo huye corriendo por los rincones cuando la ven llegar pero tampoco me importa el caso. Seguiré estando de lo mío hasta que el cuerpo me lo pida y el cerebro me vaya por esos derroteros y no hasta que me mande la psicología moderna. Advierto ya que no estoy para dejarme mandar por nadie y soy de costumbres ancestrales.
De esta guisa, me enfrento a mi segunda semana de trabajo y se perfila ya mi viaje a Dakar el próximo domingo. He estado mirando por Internet el hotel y me parece un buen lugar para reposar mis huesos después de todo. Quiero llevarme un buen libro para esas noches senegalesas que me aguardan (se admiten sugerencias). Querría llevarme también un número de teléfono que ya no funciona donde poder llamar y decir que he llegado bien, que el piloto hizo su trabajo y que la maleta está a buen recaudo. O contar también que hay una humedad tremenda y que los huesecillos se me van a resentir. Y escuchar al final lo de siempre: "Un abrazo". Llamaré, de todas maneras, porque hay gente esperando la llamada. Pero costará no recibir ese abrazo telefónico desde Dakar.
Buena semana a todos.

jueves, 16 de octubre de 2008

Juan Sebastián Elcano

De las muchas cosas que D.Jesús me ha dejado antes de irse (de las que se ven y las que no se pueden ver), tengo esta maqueta del Juan Sebastián Elcano que hizo con sus manos. No fue la única. Perdimos la cuenta de los barcos que hizo y mejoró. De los que regaló y repartió a amigos y familiares. El último que estaba haciendo y que ya se perfilaba precioso, como todos los anteriores, se ha quedado sin terminar. Está ahí, encima de su mesa de trabajo, con todas sus herramientas, sus libros, sus cálculos, sus clavitos, sus tablitas. Todo en su orden y reflejo de un cerebro ordenado, trabajador, constante, inteligente.
Todo ahí, con sus gafas de cerca y su ausencia. Que dice mi sobrina a sus cuatro años y medio que cómo es que el abuelo se ha dejado las gafas antes de irse. Que si no las necesita allí donde se ha ido.
En fin, que en mis muchos ataques de nostalgia en estos días, de rabia, de coraje, de no comprender por qué coño ha sucedido ni por qué ha sucedido así, me entra la nostalgia de las fotos, de las suyas, de las cosas, de lo muy antiguo, de lo último. Y todo me sirve para seguir pensándole, para que no se me olvide ni un minuto, para seguir cagándome en lo humano y en lo divino.
Ahí os lo pongo porque sí, porque es mío y me apetece que se sepa. Como me apetece que se sepa que no ha habido ni un solo minuto en los últimos once días en que no haya pensado en él. Ni un solo segundo, si se me apura.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Talleres Garrido

Durante el duelo y como bien sabeis, hay muchas fases a las que enfrentarse. Lo que jamás pensé es que alguien me haya estando llamado durante una semana a un número de teléfono para preguntar por la familia y sistemáticamente, la respuesta que le han dado es: Talleres Garrido, ¿dígame?. Lejos de pensar que el número estaba equivocado, ese alguien lleva pensando toda la semana que los de Talleres Garrido (ignoramos quienes son y dónde se ubican) me habían secuestrado y me estaban despedazando en un descampado. Por ejemplo.
Al fin, se decide a preguntarme por otra vía por el teléfono fijo de mi casa y descubre que donde ponía un seis era un siete. Y así.
En todo caso, no me queda más remedio que agradecer a todos vuestras llamadas, vuestros mensajes, vuestro cariño y vuestros intentos de estar en este momento.
Es más, le agradezco también a Talleres Garrido la paciencia que han tenido con esta amistad. Prometo localizarlos y cambiar el aceite y las ruedas ahí a partir de ahora. Por compensar, más que nada.

martes, 14 de octubre de 2008

Madrid-Dakar-Marsella-Madrid

Hoy he necesitado mis cuatro despertadores para despertarme. El de mi móvil personal es la imitación de un pollo loco que canta al amanecer en una granja y no sé ponerle otro tono. Así que me despierto con los tres despertadores de siempre y un pollo loco que pega voces.
Que yo necesite de nuevo cuatro aparatos pegando alaridos es señal de que vuelvo a dormir con las ganas necesarias. Que me despierte con la indignación que me provoca el pollo loco es señal de que soy idiota y que no tengo ni idea de cómo degollar al pollo paranoico.
En todo caso, son mis cuatro despertadores, mi pollo loco y mis amaneceres. Incluso hoy he retozado mi media hora de rigor en la cama hasta darme cuenta de que ya iba con retraso. Esa media hora me provoca tanto placer que aunque luego salgo corriendo como una energúmena, no podría ser feliz sin retozar esos treinta minutos.
Todo esto no significa que se esté del todo bien. Ahora, cuando el pollo paranoico me despierta, incluyo en mis recuerdos cosas que antes no me eran tan necesarias.
Pero vamos haciendo camino y entre las graves decisiones que he tomado de ayer a hoy, he decidido retomar mi viaje a Dakar y el de Marsella como estaba previsto. Tindouf se quedó definitivamente en el aire. Pero no llegaremos tarde a Dakar.

lunes, 13 de octubre de 2008

Inmediatamente después


Las cosas son así. El primer libro que ha caído en mis manos inmediatamente después de la vorágine de los últimos quince días es el que da título a esta entrada.
Me dice la autora y conocida (que había tenido el buen gusto de regalármelo hace unas tres semanas) que a lo mejor no es lo más recomendable. O tal vez sí. En cualquier caso, ya llevo cincuenta páginas. Y ya no voy a parar hasta que lo termine.
Por si acaso, os lo voy recomendando porque sí, porque me apetece.
Además, poniendo la tele por primera vez en quince días, descubro a Ortega Cano bailando. Como para arrepentirme el resto de mis días de haber encendido la tele.
Así son las cosas.

domingo, 12 de octubre de 2008

La normalidad

Estamos de vuelta a Madrid, a eso que llaman la normalidad, el trabajo, el lío diario. Pero para mí la normalidad era lo de antes. Lo de ahora no es normal hasta que, supongo, llegue un día en que sí lo sea. Por ahora, no me es normal no poder hablar con él, no saber cómo está, no contarle lo que estoy haciendo esta semana. Pero bueno, acepto con resignación mi nueva normalidad con el único consuelo de saber que no se pudo hacer más y que se le quiso hasta la médula. Y que él sabía que así era.

Mucho antes de que todo esto sucediera, tenía en mente lo del testamento vital. Esas cosas que vas dejando porque siempre salen otras más urgentes y menos lúgubres. Pero no pasa de ahora. Tal y como han sucedido las cosas, no me queda otra que dejar por escrito cómo quiero morir el día en que me toque a mí hacerlo. Espero poder meter una claúsula donde se diga que no quiero absolutamente nadie a mi alrededor que me hable de Dios ni de la Virgen ni del sufrimiento como vía para una vida mejor que me espera después de palmarla. Sólo eso pido por caridad. Que nadie me hable del valle de lágrimas ni de la vida eterna. Un respeto a quienes no nos gusta nada sufrir ni creemos que pueda haber nada más.

Aprovecho para abrazar desde el alma a quienes habeis estado ahí, al pie del cañón, de una manera u otra. Sin vosotros, todo esto hubiera sido aún más difícil. Sin vosotros, lo que viene, sería absolutamente insoportable.

Se os quiere.

lunes, 6 de octubre de 2008

Llorar a lágrima viva

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Oliverio Girondo

Don Jesús



En esa ventana que veis ahí he pasado prácticamente desde el día 27 de septiembre y hasta la noche del fallecimiento de mi padre en la madrugada del 5 de octubre. Podría querer olvidarla pero decidí guardarla conmigo. Han sido noches y días entre esa ventana y la cama donde él se nos moría. De pronto, Don Jesús se nos ha ido.
Como el otro, tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Te quiero, padre.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Las lluvias han afectado

En días laborables, suelo madrugar para escuchar las noticias en la tele, tomarme un cafelito con tranquilidad, una duchita y darme un paseíto hasta el trabajo. Sin prisa pero sin pausa.
Hoy me encuentro al "presi" hablando de sus cositas en la Onu y me pregunto si a él y a "Moratains" (léase, Moratinos) no les llegan documentos escritos por el pueblo como el que me enviaron a mí desde Tánger con motivo de la visita de SS.MM a las ciudades de Ceuta y Melilla.Concluyo que no. Que no les llegan estos documentos privilegiados que cuelgan en los escaparates (como hay especialistas aquí, que lo traduzca otro).
Y otra pregunta que me hago: ¿Por qué dicen "las lluvias han afectado"?. Estoy harta de cerrar el grifo y de tirar de la cadena una sola vez cada veinticuatro horas y ahora me dicen que las lluvias afectan...
Bito me dirá que estoy de mala leche. Y tendrá razón. Pero es que hay cosas muy raras que ni me caben en la sección Fenómenos paranormales. Me voy a tener que inventar otra etiqueta más agresiva.
Besos a todos.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Un intento de contribuir a vuestra formación espiritual

Tractado del uso de las mugeres (1572) del médico Francisco Núñez de Coria (Oria)
[fol. 289r] Tractado del vso de las mugeres, y como sea dañoso, y como provechoso, y que cosas se ayan de hazer para la tentacion de la carne, y del sueño y vaños.
(La entrada se ha acortado porque ni Cristo se la va a leer y, además, me rompe la cosa estética del blog. Así que vuestra formación espiritual queda mermada pero os dejo la referencia arriba)

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Idioteces

Hoy tiene una, uno de esos días en que, por mor de los acontecimientos, no le apetece aguantar idioteces de la gente. Idioteces en estado puro.
Pongamos varios ejemplos y en cursiva lo que realmente he pensado:
Te pones a la cola en el banco, esperas pacientemente y cuando llevas tres cuartos de hora aguantando el tipo, descubres que la tipa A (dependienta de banco, por decir algo) le dice a la tipa B (clienta): ¿Y qué tiempo hace en Barranquilla?. No te jode, vientos de componente oeste pero termina ya con ella, tía plomo y pasa al siguiente (que soy yo).
Después de cambiar dos veces el mando al distancia de una televisión por la que has pagado para usarla diez euros adelantados, aparece el técnico y te dice: A ver, señora, es que hay que apagarla desde el mando y no desde el botón, que se la ha cargado usted. La próxima vez, tío mastuerzo, la pienso apagar a pedradas; eso para que me des un mando que funcione y no me tomes pelo, sinvergüenza.
Y cuando una cree llegar al hogar y estar a salvo, me llama mi spam telefónico y, esta vez sí, le digo y sin cursiva que como me vuelvan a llamar otro día, les busco por toda la Comunidad de Madrid y parte de Asturias y les corto las pelotas.
Afortunadamente, hasta la noche llega y con ella el reposo del guerrero.
Besos a todos.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Felicidades



Ese bellezón de la derecha es mi progenitora en la tierna edad de veintiún añitos. Por entonces, no me tenía ni en proyecto. Somos un caso único en todo el territorio nacional porque aunque mi madre ha ido cumpliendo años, se plantó en los treinta y cinco. Y yo ya he superado a mi madre en un año y algo.
El caso es que Doña Isabel, que así se llama, cumple hoy años. Se ha celebrado con sendas comilonas en sábado y domingo (no nos íbamos a quedar con una sola celebración). Ha habido regalos, besos y cumpleaños felices, entonados por marido, hijos, nuera y nietos con mayor o peor fortuna (no todos se desenvuelven igual en el asunto de los cánticos).
El caso es que me quedaba felicitarla por aquí que sé que es fiel lectora y decirle que está igual de guapa que en la foto. Por no decir más. Si cabe.
Queda dicho.

sábado, 20 de septiembre de 2008

No hay ciervo en esta villa

Me encargan y subcontratan este fin de semana para una tarea que me ha gustado: buscar dos poemas para que mi sobrina los lleve al cole (pienso para mis adentros que nada de Gloria Fuertes). La niña no llega aún a los cinco años y me he entretenido en buscar lo que me parecía más agradable y llevadero para sus cuatro años y diez meses. Amén de lo más precioso (como no se merece menos). Podeis dejar aquí alguna idea que me venga bien aunque ya he hecho la selección.
El caso es que ya que me engancho a leer esta tarde, me encuentro con unos cantares medievales que me demuestran que, pasados los siglos, las cosas siguen casi igual.

Si hablamos de trabajo:

A segar son idos
tres con una hoz;
mientras uno siega
holgaban los dos.

Si hablamos de maridos:

¿Qu'habrá sido mi marido?
¿qu'habrá sido?
Mi marido fue a la arada,
y no ha venido:
¿qu'habrá sido?

Y ya puestos, de cuernos:

Venistes vos, marido,
de Sevilla,
cuernos os han nacido
de maravilla;
no hay ciervo en esta villa
de cuernos tales,
que no caben en casa
ni en los corrales.

¿Y el mal de amores?:

Si de mal de amores
muere la niña,
ciruelita de fraile
la resucita.

Y las preñeces:

Mozas de Toledo,
ya se parte el rey,
quedaréis preñadas,
no sabréis de quién.

Madres, hijas y revolcones:

- Decid, hija garrida,
¿quién os manchó la camisa?
- Madre, las moras del zarzal.
- Mentir, hija, mas no tanto,
que no pica la zarza tan alto.

Y picores varios:

No sé qué me bulle
en el carcañar,
que no puedo andar.

Yéndome y viniéndome
a las mis vacas,
no sé qué me bulle
entre las faldas,
que no puedo andar.

No sé qué me bulle
en el carcañar,
que no puedo andar.

Lo dejo aquí. Hay más, mucho más
.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Magnetic poetry


Esta noche ando jugando con el juguetito del Magnetic poetry. Hace ya unos años que me regalaron el "kit" y también un librito de fotografías de Nueva York (cometí el error de regalarlo a quien no debí, cosa que nunca ha de hacerse con un regalo y me arrepentiré mientras viva).


El caso es que hoy me sale esto tan raro con un puñadito de palabras:


Voy detrás de nuestro dios,
mano, mente, mundo, estrella.
Éramos sangre, marea o rayo.
Salgo de aquí.


Es lo que ha dado de sí la noche.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Persépolis



¿De qué va?

Persépolis es la historia autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi, la historia de cómo creció en un regimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando a abandonar su país. El cómic empieza a partir del año 1979, cuando Marjane tiene diez años y desde su perspectiva infantil es testigo de un cambio social y político que pone fin a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán y da paso a una república islámica.
Persépolis viene precedido de un considerable éxito de ventas para una obra de sus características (30.000 ejemplares vendidos en Francia en un año) y un puñado de premios entre los que destaca los del Salón del Comic de Angouleme (el más importante de Europa), donde el primer álbum ganó el Premio al Autor Revelación (Coup de coeur) el 2001 y el segundo el Premio al Mejor Guión en 2002. Fuera de Francia, en EEUU ha ganado el Premio Harvey a la Mejor Obra Extranjera 2004, y en España fue galardonada con el Primer Premio de la Paz Fernando Buesa Blanco. En Estados unidos también fue nominado en los Premios Eisner 2004 en las categorías de Mejor Novela Gráfica y Mejor Obra Extranjera y de nuevo en la edición de 2005 en la categoría de Mejor Obra Extranjera, mientras que en España también fue nominado en los Premios del Salón del Cómic de Barcelona en la categoría de Mejor Obra Extranjera de 2002. En Francia los cuatro álbumes de Persépolis fueron publicados entre noviembre de 2000 y septiembre de 2003 por L'Association, editorial independiente que tiene en su catálogo varios destacables cómics autobiográficos como Diario de un álbum de Dupuy y Berberian, Mis Circunsantacias de Lewis Trondheim o La Ascensión del gran mal de David B. Por último, mencionar que si bien el dibujo de Satrapi es el factor que más hecha para atrás del cómic en un primer vistazo (la propia autora reconoce que "al principio dibujaba muy mal"), sin embargo resulta sorprendentemente apropiado para el tono de la primera entrega de la historia, ya que el grafismo recuerda a los dibujos infantiles y aumenta la sensación de estar observando el mundo precisamente a través de los ojos de una niña.

Trailer en español de Persépolis

El 27 de junio de 2007 se estrena en Francia la película que adapta a la animación los dos primeros álbumes del cómic, codirigida y coescrita entre la propia Satrapi y Vincent Paronnaud. La animación está realizada enteramente en blanco y negro, y que cuenta en la versión francesa con las voces de Catherine Deneuve (admiradora confesa del trabajo de Satrapi) y su hija Chiara Mastroianni, en los papeles de la madre de Satrapi y de la propia protogonista respectivamente. Con motivo de la presentación de la película dentro de la selección oficial del festival de Cannes en mayo (algo que no ha sentado bien a las autoridades iraníes), la versión animada de Persépolis ha sido notica en los diarios El País (con entrevista breve a Satrapi), ABC o La Vanguardia. Para más información, consultar la web de la película en castellano. También se pueden ver en internet tres secuencias del largometraje. En España, la película se estrenó el 31 de octubre de 2007.

martes, 16 de septiembre de 2008

Cero positivo

Os puede parecer una estupidez pero me encanta la serie de los vampiros que pone la Sexta los martes. Yo, que soy y he sido siempre de poca tele, resulta que tengo enganche con los vampiros. Dejando a un lado que el vampiro prota está para mojar pan (me gusta incluso cuando se le vuelven los ojos del revés y saca los colmillos) me hace mucha gracia eso de ir chupándole la sangre a la gente por ahí. Tienen donantes humanos voluntarios que se dejan chupar (esta noche he descubierto que les llaman "los fresquitos", lo mío es cero positivo, por si me leen), huelen la desgracia a lo lejos, vuelan que te mueres, a veces se enamoran de humanos y así.
Lo malo es que llevo una temporada que cuando salgo a la calle, pienso que en mi entorno hay algún vampiro: capaz de hacerse pasar por lo que no es, de chuparte la sangre gratis, de enamorarse y ocultar información sobre su verdadera naturaleza y de sobrevivirte muchos años después de haber hecho todo eso. Incluso a veces logran convertirte a lo suyo. Y salen indemnes, además.
Eso sí, ya he descubierto también cómo se le puede hacer pupa a los vampiros. Estoy viendo cómo aplicarlo en la calle pero, por si acaso, no me pongais a huevo la cosa porque ya lo he puesto en práctica con un vampiro y ya ha perdido los colmillos. Ahora sólo falta que se le caiga el pelo pero de eso, se van a encargar otros.
Avisados quedais.

(Echo de menos también mis noches tórridas con Berto, ya puestos a la cosa televisiva).

lunes, 15 de septiembre de 2008

Martirio

Hace tiempo que vivo bajo la amenaza de chantaje y extorsión por una fotografía que se me tomó hará ahora unos diez años en Damasco (y no precisamente ligerita de ropa sino todo lo contrario). La cosa es que como más tarde o más temprano esto tenía que suceder, prefiero desvelar yo misma un documento único e irrepetible que refleja, como nunca, hasta qué grado de tortura se me pudo llegar a someter allí por parte de la comunidad hispana.

La cosa es que aunque con poca nitidez observarán ahí una suerte de Martirio, de largas faldas, abanico de colores y una mezquita desplegable por peineta. Lo que no se ve tan claro son unos pendientes con unos botes de Fanta y Coca-cola, elaborados con unos llaveros.

Es la única vez en mi vida que me he disfrazado (a excepción de cuando me vestí de Rodrigo, hermano de Santa Teresa, para una representación escolar). Jamás nunca: ni en carnaval, ni para romerías ni para nada.Pero aquel día una cometió el error de ir de Martirio a una fiesta de exiliados. Cometió el error de pensar que nadie la miraba (con semejante peineta en la cabeza) y cometió el error de creer que nadie le haría una foto. Hasta el día de hoy he aguantado estoicamente las amenazas de extorsión y hoy, he decidido terminar con la agonía.

Sí, la de la foto soy yo y voy vestida de Martirio, ¿qué pasa?. Arreglá pero informal...y esto lo hago en mi segundo aniversario de residencia en Madrid y en el octavo aniversario del retorno a España. Y, sobre todo, para demostrar que he recuperado el seso. Al menos ahora, no voy con peineta a trabajar. En algo hemos avanzado.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Pinochadas

Según descubro hoy, en el Congresito de la Lengua Española de Medellín, de 2007, los niños eligieron las diez mejores palabras inventadas. Una de ellas es "pinochada" que viene a significar algo así como una mentira que crece sin parar. De las diez palabras inventadas es la que más me ha gustado. Sin duda.

viernes, 12 de septiembre de 2008

¿Bailas?

Esta será la entrada más breve de la historia de Malaventuras y es que medio país se anda preguntando qué hubiera sucedido en el aeropuerto de Ben Gurion si en lugar del bailarín norteamericano, hubiera entrado en Israel, Nacho Vidal.
Qué cosas se os ocurren. No teneis remedio.

jueves, 11 de septiembre de 2008

11-S


De pequeña, siempre quise tener un blog para contar en directo qué estaba haciendo yo el once de septiembre de 2001.Una servidora amaneció en la clínica La Milagrosa, de Madrid. Operaban a mi padre. Mientras estaba en el quirófano, bajé a la cafetería y vi de lejos las primeras imágenes. Imágenes sin sonido. Pensé, inocente, que qué horas más raras para una película de ese tipo. El camarero me hizo ver que aquello no era una película.Coño, dije yo (y perdonarán el exabrupto). Me puse debajo del televisor sin dar crédito a lo que veía.
Aquella tarde me tomé otro café en la clínica con un amigo que vino a verme y que me puso al día de lo que estaba sucediendo en el exterior porque yo no tenía radio y poner la televisión me costaba echar moneditas y no era recomendable. Aislada en un día en que todo el mundo andaba pegado a las noticias y en pleno centro de la capital de España.Aquel mismo día, comencé a leer y terminé un libro que acababa de comprar en la Gran Vía madrileña. Aquel mismo día hablé con una amiga que entonces residía en Nueva York. Aquel día, también conocí a Sor Obtusa. Se la bautizó con ese nombre por las finas, delicadas y exquisitas maneras que demostraba en su afán de hacer el bien al enfermo (mi progenitor, o sea). Lo más sorprendente de todo es que, por aquel entonces, una trabajaba para el Cuerpo. Sí, para el de la Benemérita. Ah, y sólo hacía unos treinta días que tenía teléfono móvil y estaba descubriendo Internet en ese tiempo.
Pues bien: siete años más tarde, pienso que de no haber sucedido todo aquello, yo no sería capaz de recordar todo esto con tanta nitidez. Triste gracia, pero así es.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Babosadas

Creo haberme percatado, por la habilidad de dos de mis lectoras, del motivo de su arrebato torero en la entrada anterior y merece la pena contarlo.
Resulta que mañana el Alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido, PP, y según relata la Tribuna de Cuenca en su edición digital "adelantó la agenda de actos prevista para la visita de los Príncipes de Asturias a la ciudad. Será una estancia fugaz. Está previsto que sus Altezas Reales lleguen mañana a las 11:30 y sean recibidos en la Catedral y de allí se dirigirán al Ayuntamiento, donde recibirán el título de alcalde y alcaldesa honoríficos y la Medalla de Honor de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca. A continuación, si se cumple lo previsto, don Felipe y doña Letizia, se trasladarán hasta el parque Rústico del barrio de Villa Román para descubrir el monumento que se les dedica. Este lugar dejará de llamarse ‘parque Rústico’ y se denominará ‘Parque de los Príncipes’ en su honor.Cuenca agradece con estos homenajes la deferencia que tuvieron los Príncipes al haber iniciado en esta ciudad su viaje de Luna de Miel en mayo del 2004".
Francamente, Cuenca agradecería que se terminara la autovía entre Tarancón y Cuenca que lleva siglos para un tramo de veinte kilómetros sin terminar. Cuenca agradecería que se mejoraran sus servicios, sus comunicaciones con Madrid y Valencia (tren regional del S.XIX, que tarda largas horas en llegar de Madrid a Valencia, pasando por Cuenca). Cuenca agradecería que se mejoraran los servicios sanitarios (no digamos la provincia de Cuenca), que los anestesistas nos hubieran anestesiado a tiempo, que las parturientas tengan epidural y Cuenca agradecería miles de cosas que no sean la babosada de la Luna de Miel (con mayúsculas, nada menos, y ya les vale a los de la Tribuna). Cuenca agradecería también que se terminara rapidito el AVE. Cuenca, los conquenses y los exiliados que estamos a medias entre Pinto y Valdemoro, agradeceríamos otras cosas.
Pues no, señores, Cuenca y los conquenses no agradecen estas babosadas. Menos mal que me he enterado yo por mi blog de que van a visitarnos.
Por cierto, ¿irán Sus Altezas Reales en tren desde Madrid a Cuenca, lo harán por la inacabada autovía o corretearán por el trazado del Ave en patinete?. Curiosidad malsana.
En fin, que no suelo dedicar entradas a estas lindezas pero esta no tiene desperdicio.

martes, 9 de septiembre de 2008

Cuando nadie me ve

Hoy es un día de esos de felicidad en mitad de la vorágine. Un día de esos en que si mi madre me viera no reconocería a su hija: he limpiado baños, cocinas, he hecho camas, he hecho comida, he puesto lavadoras, he recogido papeles, he hecho de todo lo que una buena hija tiene que hacer y todas aquellas labores que son propias de mi sexo según indican los sagrados textos. Me he convertido hoy en la hija ideal, en la nuera ideal. No habría ni madre ni suegra que no me quisiera. He sacado el plumero y mi otra personalidad, la de mujer casera, recogida, ordenada, pulcra, limpia, sensata, incluso.Para amenizar la situación, me he puesto a Alejandro Sanz que cada día me parece más soso, el pobre, pero me viene estupendo cuando dice aquello de: Cuando nadie me ve, puedo ser o no ser...esa canción me pega con el plumero y con la escoba.
No obstante, no conviene emocionarse. Mi otra personalidad, la de ejecutiva agresiva de hoy en día, estresada y profesional independiente (esta última gilipollez, me encanta) saldrá dentro de no más de diez horas. Este suceso de hoy es como un eclipse de sol o de luna. Sucede cada equis tiempo y hay que estar muy atento para que no se te pase el evento. Si vinierais a mi casa, podríais comer sopas en el suelo.Además, tengo puesto un cocido vegetariano en los fogones, esto es, sin tocino, sin chorizo, sin morcilla, sin jamón, sin huesos y sin nada. Un simulacro de cocido por no decir una mierda de cocido que, no obstante, me hacía ilusión en tal día como hoy. Mi colesterol, además, me lo va a agradecer bastante. Aunque no puedo evitar acordarme, en tal día como hoy, del cocido de mi señora madre y del cocido de la señora Ofelia. Cosas que se me vienen a la cabeza.