EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


lunes, 28 de junio de 2010

Treinta y cuatro años

Cuentan hoy que el primer desnudo femenino en Interviú fue hace treinta y cuatro años. Era Pepa Flores. Hoy sale Jesús Vázquez, haciéndolo coincidir con el orgullo gay. Bien está. Esperaremos por tanto otros treinta y cuatro años para que salga un desnudo masculino destinado a mujeres. Que no es que yo tenga mayor interés pero cuánto machismo subyace en la cosa en cuestión. Primero, servimos a los hombres. Después, casi cuarenta años más tarde, a los señores que gustan de señores. Tal vez, nos toque el turno más tarde a las señoras que gustamos de señores. Y si eso, para el próximo siglo, a las señoras que gustan de señoras, que ya es el colmo de lo invisible. Seguiría así hasta el infinito pero es tan evidente lo que aún sucede por estos lares que me llega a aburrir mucho el temita. E insisto, que me importa un carajo un tipo en bolas en una revista y no es algo que me quite el sueño. Pero sí me llama la atención que el orden de los factores, sí altera el producto.

Declaración

A 28 de junio de 2010, declaro que:

  1. Necesito vacaciones.
  2. Falta un mes para eso.
  3. Es lunes.
  4. Es demasiado temprano para ir a trabajar.
  5. Es demasiado temprano, de hecho, incluso para pensar en ir a trabajar.
  6. Queda mucho para que llegue el viernes.
  7. Aún queda más para irme de vacaciones.
  8. Es incluso demasiado temprano para estar escribiendo una entrada antes de irme a trabajar.
  9. Necesito descansar.

He dicho.

viernes, 25 de junio de 2010

Madrugada extraña

Llevo una noche rarísima. Resulta que ayer, llegué de trabajar sobre las cuatro de la tarde a casa y en un estado de agotamiento inusual. Fundida, en serio. Así que me eché un poco en la cama con ganas de descansar y me dormí como una ceporra hasta la una y media de la madrugada y del tirón. Ahí me he despertado y me he dado cuenta de que llevaba nueve horas y pico durmiendo, sin cenar y desconectada de la realidad. Y ahora, aquí estoy. No he logrado dormirme otra vez. He limpiado mi casa (a las dos de la madrugada), he hecho las maletas y algunas cosas que me quiero llevar de viaje (a las tres de la madrugada), me he preparado una cafetera (a las cuatro de la madrugada), he preparado varios temas de trabajo (a las cinco de la madrugada) y a las cinco y media, ando cotilleando cosas por internet y escuchando noticias. De aquí me voy al curro directamente, dejo el coche cargado y cuando salga de currar, me voy de viaje.
Además, escucho a las cinco y treinta y cuatro minutos de la madrugada, unos truenos espantosos sobre la ciudad de Madrid. No sabía yo que estas cosas pasaban de madrugada.
Madrugada extraña, sin duda.

jueves, 24 de junio de 2010

Roberto Bugarín - Mano a mano-tango

Qué decir del Mano a Mano...y mañana, cuando seas, descolado mueble viejo y no tengas esperanzas en el pobre corazón, si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo, acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo pá ayudarte en lo que pueda, cuando llegue la ocasión.

miércoles, 23 de junio de 2010

7, 50

Y por compensar, claro, no le dejemos de esta manera.

Ahí va eso



Esta cosa va dedicada a Mar, una de mis seguidoras incondicionales y mi fiel espía en el tema ricardiariano. Digo, querida, que sólo esto serviría para convencerme de que no es el hombre de mi vida. Pero conforme le voy escuchando, oye, le voy cogiendo el gusto y ya no sé qué me hago. Pienso que era joven, inexperto y que hay qué ver lo que habrá aprendido este hombre desde entonces. Pero te la debía.

Pinchad el título y si eso, ya me vais buscando. Que yo me voy de aquí.

martes, 22 de junio de 2010

País de cínicos no fumadores

Por partes y antes de que algún listo o lista, me espete la lista de ventajas de no fumar (que recuerdo a todos ellos que antes de ser fumadora, fui no fumadora, ergo, sé lo que significa no fumar y fumar mejor que quien no lo hace), quiero que vaya por delante que siempre fui, incluso sin la ley, una fumadora respetuosa, que jamás se me ocurrió fumar donde no debía, que jamás molesté a nadie con esta costumbre y que siempre pregunté si se podía. Que nunca invité a tabaco a un menor, que me negué a dar cigarrillos en la calle cuando me lo pedían y que, a cambio, he aguantado miles de malas costumbres de mis compatriotas que nadie, al parecer, piensa regular. Tanto es así, que les he soportado en casi mis cuarenta años, miles de costumbres de las que abomino, que me espantan, que me sacan de mis casillas. Tanto es así, que mi mejor desayuno, el mejor desayuno de mi vida, fue (sin fumar), en un hotel de Barcelona con una excursión de doscientos japoneses donde sólo se escuchaba el ruidito de los tenedores y las tazas de café. Dicho esto, y yendo por delante que me jode que me prohiban algo que yo he elegido libremente y de lo que no tengo que dar explicaciones a nadie, absolutamente a nadie (como nadie me explica a mí por qué mete a sus hijos y bebés en un bar hasta las tantas de la madrugada o los lleva a una boda de quinientos comensanles, para que se jodan, supongo), confieso que a día uno de enero, me convertiré en talibana de todas aquellas costumbres que aborrezco de mis compatriotas y que abajo os relato. Así que aquí tenéis el resultado. De una fumadora pacífica desde la adolescencia, me habéis convertido en una talibana de costumbres. Os vais a cagar todos aquellos que me vais a tener que soportar el mal humor que me provoca que seamos tan absolutamente cínicos en un país de asilvestrados vociferantes, chulos de barrio y moteros de noche. Un país de borrachos de fin de semana y de irresponsables al volante. Así que cuando querais, hablamos del tabaco. Que el tema me empieza a gustar.
Cuando a uno de enero, prohíban definitivamente fumar en sitios en los que yo normalmente me tomo mi café, con mi cigarro y ceno amablemente con jóvenes amigos y amigas, olvidaos de verme en ningún restaurante ni en ningún bar. Si alguien quiere verme o cenar conmigo, que me localice en casa.
A uno de enero, yo empezaré a pedir que se prohíban las televisiones en bares y restaurantes, el fútbol, los menores de edad en bares y restaurantes a la una de la madrugada, las terrazas de verano, los toros, los guarros que escupen en la calle, quienes mean contra la pared en mitad de la calle, las tunas en mitad de la calle, las procesiones de Semana Santa, los tambores, las castañuelas, los Sanfermines, la sangría mala, los borrachos en mitad de la calle, las vomitonas, la permisividad con el alcohol en este país y los menores, en fin, infinidad de cosas que me molestan a mí y que todavía nadie ha prohibido. Y el ruido, el ruido en la calle, la gente que pega voces en lugar de hablar, los pasacalles y todo lo que suene a imbécil. Tengo mucho trabajo por delante. Pero que no vuelvo a pisar un restaurante hasta que no llegue a un lugar civilizado donde, al menos, no se ejerza tanto cinismo como en este país.

Extraño

Hoy reflexionaba una sobre estas cenas de hermandad que están de moda con los antiguos compañeros de colegio, de instituto, de universidad. Parece que provocan alegría. Yo echo la vista atrás, a mis años de colegio, por ejemplo (aparte de que tuve tres colegios y eso influye mucho en lo que voy a decir) y no me entran ganas de volver a encontrarme con nadie, si lo pienso en frío. Tal vez, desde el punto de vista del morbo, pero no mucho más. De lo previo a la primaria, no guardo ni un recuerdo de ninguna cara que me acompañara. De los primeros años en Soria, me sucede algo parecido. Recuerdo vagamente alguna niña, algún rincón, algunos juegos. Pero nada concreto. De los últimos años de primaria, ya en Cuenca, sí guardo recuerdos pero a Dios pongo por testigo que nada me mueve a volver a encontrarme con ninguna de aquellas niñas. Seré borde pero no son nadie en mi vida, no lo fueron, la casualidad nos puso entre las mismas cuatro paredes y no recuerdo tanto a nadie como para querer compartir una cena con ellos. Algo similar me sucede con la secundaria. Y algo también parecido me sucede con la Universidad. Me queda alguna relación de todas las etapas, algo más de la secundaria y un poco más de la Universidad. Pero nada me lleva a pensar que quisiera encontrarme con ellos. Nada me mueve a ello. Rebusco en el interior y no me interesa demasiado saber qué fue de sus vidas, quiénes triunfaron, quiénes se quedaron en el camino. Ni me interesa tampoco contarles mi vida que sé, de antemano, que les importa tanto como a mí me importa las suyas. Igual no soy políticamente correcta pero últimamente, me llegan noticias similares y no le veo el gusto a la cuestión. Tal vez porque el arraigo en mí de ciertas cosas es casi nulo y porque nunca supe muy bien qué eso del arraigo. Viví siempre hija de emigrantes en distintas tierras y el único arraigo que me sigue quedando es donde sé que hay aún una gota de mi sangre. No logré nunca encariñarme con ningún sitio, tanto como para querer volver a él para siempre. No estuve ni estoy siempre ni para siempre en Madrid, ni en ninguna de las ciudades que he conocido. Creo que me pasa también lo mismo con las personas. Difícilmente soporto el arraigo en nadie durante demasiados años. Como con las ciudades, creo que podría sobrevivir sin todas ellas y caer en la más desconocida y volver a empezar. Será extraño, o no, pero igual que jamás volvería a lugares que viví como si fueran la parada final de todo, de igual modo, jamás volvería a algunas personas. Ya no me dicen nada.

domingo, 20 de junio de 2010

Tenías miedo de mi carne mortal (Alfonsina Storni)

Tenías miedo de mi carne mortal y en ella buscabas
el alma inmortal. Para encontrarla, a palabras duras,
me abrías grandes heridas.
Entonces te inclinabas sobre ellas y aspirabas,
terrible, el olor de mi sangre.

Un motivo más

Os voy a dar un motivo más para venir a visitar mi nueva mansión. Desde hoy, luzco en el salón una maqueta del buque-escuela Juan Sebastián Elcano, valorada en millones de recuerdos, que me regaló mi padre. La terminó en el año 2003 y hasta hoy mismo, había dormido junto a sus cosas, sus libros, sus herramientas, sus otros trabajos. Pero hoy, la rescaté del lugar donde siempre estuvo para traerla a mi nuevo hogar. Y aquí estoy, delante de ella, escribiendo esta entrada, con la noche por delante y el día por detrás, pensando en las miles de horas que invirtió en hacerla, en solitario, poquito a poco, con mucho esfuerzo, una paciencia infinita, unas manos hábiles y una cabeza privilegiada. Y me pregunto ahora, sólo ahora, qué estaría haciendo yo en esos momentos en que él trabajaba en cada detalle de la maqueta que ahora observo. Cuántas horas fueron, qué pensaba mientras la iba construyendo, qué sentiría al terminarla, cuántas veces yo pasaría a su lado y no me di cuenta del esfuerzo que estaba haciendo. Sólo hoy, cuando ya va para dos años de su ausencia, me paro a mirar cada vela, cada detalle y pienso qué pensaría de verla hoy en este lugar. Pienso también que las cosas tuvieron que ser de otro modo y pienso lo mucho que le sigo echando de menos. En cada minuto y en cada detalle.

viernes, 18 de junio de 2010

وحشتني

Esta va por la Faraona. Es su versión corta porque hay que tener un oído muy curtido en lides morunas para escucharla entera pero la Faraona y yo sabemos por qué lo traemos aquí. Pues eso, wahastini...

jueves, 17 de junio de 2010

La falsa moneda - Buika

Me llegó hace un rato un montón de fotos de una reunión en que no he podido estar. No sé por qué, no lo sé bien, pero hay caras que me llevan a momentos y esos momentos a unos sonidos concretos que parecían olvidados. No sé por qué pero Buika estaba en mi mente en esos momentos. La falsa moneda, rueda lo mismito que una maldición...a lo mejor inauguro sección con esto.

miércoles, 16 de junio de 2010

Regulando, que es gerundio

Reza un titular del País que la doña Ministra Aído ve necesaria una regulación general del burka porque "los velos integrales no solo suponen un problema de identificación. También atentan contra la igualdad y la libertad de las mujeres".
Yo no sé ustedes, miembros y miembras de este blog, escuchantes y escuchantas de la cosa bloggera misma si ustedes han visto caminando por las calles españolas a muchas mujeres con burka como para que la Ministra esté, con la que está cayendo en este país, preocupada por regular el asunto burkiano. Quiero decir que si la estadística nos confirmara que la cuestión del burka toma dimensiones brutales como que cada cinco de ocho de mis vecinas lo llevaran, pongamos por caso, nos diera por ahí. Pues nada, tenemos a la Ministra de Igualdad de España regulando el burka a falta de otra cosa que regular, por lo que se ve.
Que digo yo, señora Ministra, si es que me leyere usted, su Vuecencia Excelentísima, si no sería mejor que terminaran con lo nuestro de una vez, que no es flojo, que encularan a todos los violadores, abusadores, chupadores, maltratadores y regularan eso bien que hoy he leído yo una sentencia por ahí que le pone tres añitos a un simpático violador de mujeres. Se me ocurre que esa sería una prioridad absoluta de su Ministerio. Por encima de todo. Enculamiento público de estos seres infames que conviven en esta sociedad y que pasan desapercibidos porque algunos, incluso, en lugar de burka, llevan corbata.
Se me ocurre también que sería bueno que de una vez se igualaran los salarios (al que le quede salario y trabajo a estas alturas) y que la conciliación de la vida familiar fuera una realidad y no una ficción como la que vivimos y sobrevivimos gracias, sobre todo, a las mujeres de la generación anterior que sin burka o con él, siguen siendo invisibles en la mano de obra barata y esclava de este país. Que digo yo, señora Ministra, que deje de dar por culo con el burka (que parece que se ha avistado un caso en Madrigal de las Altas Torres, según me han contado a mí) y se dedique a lo suyo. Que con arreglar el solar patrio ya tiene usted bastante y, con que no le cierren su Ministerio, también va bien la cosa.
En fin, es que a veces, lee una titulares que la subyugan, la emocionan hasta la lágrima y la ponen tierna porque lo del burka no es tan difícil. Se lo quita usted íntegramente para identificarse delante de las autoridades como corresponde a cualquier ciudadano que vive en Europa y circula usted de la misma manera y enculamos, de paso, al capullo de su marido por cretino y a usted por no divorciarse del cretino en cuestión.
Igual estoy algo violenta hoy pero es que la Aído me pone así.

He Perdido Contigo

La tarde está plomiza en Madrid. Yo misma estoy plomiza. Mañana estarán todos plomizos cuando me cuenten cómo España perdió y tal. Seguiremos plomizos mientras no dejemos de acumular parados. Europa se pone plomiza diciéndonos que nos sigamos ajustando el cinturón. Sólo deseo llegar al viernes en esta ocasión. Y para ponerme más plomiza, como suele suceder, me machaco las neuronas escuchando estos cánticos desesperados que, por extraño que parezca, me animan mucho. Imaginaos lo plomizo que está todo para que venga esto a ponerme bien. El efecto es extraño. Pero lo escucho y al tarareo, se me olvida por qué llegué hasta aquí, hasta el enlace de esta buena señora. Qué le vamos a hacer, yo tenía que perder y he perdido contigo.

Hablando de todo un poco, me alegra que pierda España. No por nada sino porque me aburren mis compatriotas con este tema. A ver si ya se vuelven para casa y hablamos de otro tema.

martes, 15 de junio de 2010

Vaivén

Esta nueva plantilla que he puesto es un poco desconcertante. Creo que está pensada para miopes pero yo lo soy, así que eso no me importa. Me gusta el fondo, no sé, supongo que las ganas de cambiarle la cara y lavarle las esquinas al blog en un día de vaivenes donde me aparecen sombras del pasado y desaparecen fantasmas del presente.
Ojalá fuera tan sencillo lavarle las esquinas y cambiarle la plantilla a otras costumbres que de puro habituales parecieran haber nacido con una. Pero no, no es así. Una nació antes que muchas costumbres y morirá después de que nadie se acuerde de lo sucedido. Ni quede un solo escritor para recordarlo ni un solo testigo de lo dicho. Mejor así.

domingo, 13 de junio de 2010

Mayor de edad

Acabo de llegar a la escalofriante cifra de dieciocho seguidores formales registrados lo que supone que se puede decir que soy mayor de edad en seguimiento.
Os envío un saludo desde la tierra de mis ancestros donde he pasado el fin de semana. La cosa se termina. Bien está lo que bien acaba. Pero me da una pereza enorme tener que hacerme ahora unos cuantos kilómetros. Bien me quedaría aquí tres meses, escondida, con los teléfonos apagados y con la conexión a Internet, para dejar señales de vida y piedrecitas por el camino para que se sepa por dónde voy.
Pero no puede ser. Así que vuelvo a la rutina, a la vorágine de la gran ciudad y a tener mucha actividad sexual. Que, como bien sabéis, consiste en hacer básicamente lo que me jode.

jueves, 3 de junio de 2010

Primera noche

Como niña con zapatos nuevos, me siento de madrugada a escribir desde el salón de mi casa, la primera que puedo decir que es mía en el sentido mismo de la cosa de la propiedad pero, sobre todo, la primera donde tengo casi el noventa y cinco por ciento de las cosas que siempre me han acompañado. Me recibe con una temperatura amable, la noche es fresca, y se me hace todo raro. Sobre todo, los ruidos. Los ruidos nocturnos aquí son nuevos y no sé todavía el código. Se oyen grillos de lejos o algo así, crujen las maderas que son nuevas, la luz es de otra forma, la orientación. Todo desconcierta. Desconcierta aún más la despedida, por llamarlo de alguna manera. Pero esto, de veras, no sé puede explicar aquí. No hay blog que tanto dé de sí.
Me dispongo, pues, a pasar la primera noche en mi casa y me estoy acordando de tanta gente que el lugar se me queda ya pequeño.

martes, 1 de junio de 2010

Sala Clara Campoamor

Hoy estuve participando en la sala Campoamor del Senado de España en un coloquio. Al margen de la actividad en sí, en una de las paredes cuelga un periódico de la época de la señora en cuestión que hablaba de la aprobación del voto femenino en España. La fecha del periódico: 2 de diciembre de 1931. Exactamente, cuarenta años antes de mi nacimiento. Campoamor murió cuando yo tenía aproximadamente seis meses de edad. Cuarenta años antes estaba dando la batalla por lo nuestro, así que un mínimo reconocimiento y agradecimiento de mujer a mujer. No puedo por menos en tal día como hoy.