EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


domingo, 27 de febrero de 2011

Señoritinga

Hoy, además de algunas lecturas, me entretuve visitando esta exposición de coches antiguos en el pabellón de Cristal de la Casa de Campo. Me los hubiera comprado todos. De haber podido. Pero sólo me da la cosa y la nómina para pagar la entrada al recinto y soñar que voy montada en uno de estos, con mi traje de época, mis refajos y mis cosas. Un poco señoritinga me hubiera gustado ser para montarme ahí y saludar con la manita a lo Letizia. Lo reconozco.

sábado, 26 de febrero de 2011

¡Indignaos!

Acabo de terminar un librito pequeño y barato (cinco euros) con ese título, de Stéphan Hessel. Se define como un alegato contra la indiferencia y a favor la insurreción pacífica. Y dice, desde sus 93 años, cosas que nos desea a todos, a cada uno de nosotros, que tengamos nuestro motivo de indignación. No me parece mal consejo. Lo anoto.
Este librito pequeño y barato debería regalarse en cada bar de España, en cada restaurante, en cada esquina, en cada puerto italiano al pie de un montaña. Debería ser así. Me temo que en este año lo voy a regalar bastante. Con 100 euros me da para veinte libritos. Veinte potenciales indignados. Si esos veinte, regalaran otros veinte...y así hasta el infinito.

viernes, 25 de febrero de 2011

Costureros de la democracia

Hace unos días tenía, como sabéis, el privilegio de encontrarme en el escenario tunecino hablando a diestro y siniestro y tomando notitas con un bolígrafo Bic, perfectamente descapullado, como requería la ocasión. El caso es que recuerdo todo al dedillo (incluso cómo se me salió la tinta en un bolsillo por el ajetreo y el maltrato que le di al pobre Bic) pero recuerdo especialmente al portavoz de la comisión de reforma política en Túnez, un jovenzuelo avezado y bien parecido, culto a lo que dejaba entrever, pequeño de tamaño pero grande en ideas que fuez capaz de resumir en treinta minutos de gloria en qué consistía su tarea. Recuerdo sobre todo una expresión que dijo: Somos los costureros de la democracia. Y la sonrisa amplia que le iluminaba la cara al terminar la frase.
Son días de mucha actividad neuronal. La cabeza lleva muchas cuestiones dentro y temo olvidarlas si no apunto hasta las corcheas de lo que oigo. Como si no fuera a entender nada después por haberme saltado un punto. Copio los silencios, las sonrisas, las negaciones, las afirmaciones y cuando recompongo lo que escucho aún me siguen quedando dudas infinitas.
Pero lo de los costureros no se me va de la cabeza. A mí, que no sé si poner un botón en su sitio, lo de coser una democracia me parece una tarea de héroes. Los tunecinos lo son, creo. Lo son los egipcios, los libios masacrados que merecen cada uno de ellos una estatua propia ganada a pulso, los bahreiníes, los yemeníes; los demás que aún no se mueven.
En Túnez, ya están cosiendo. Esperemos que a no mucho tardar todas las piezas estén ensambladas y el resto del tapete árabe esté bien cosido, sin más sietes en su superficie ni más agujeros negros.

domingo, 20 de febrero de 2011

De dominguera

Hoy me confieso de dominguera absoluta en el peor sentido del término. Y me apetece. Es un fin de semana normal con todas sus horas, su reposo, cena con las amistades, lectura, sol a ratos, nubes por momentos y mucha información. Cuesta seguir al momento todo lo que va sucediendo desde Marruecos hasta Bahrein. Casi más cuesta creer que esté sucediendo de verdad después de tantas décadas de silencio y de miedo de la gente a echarse a la calle y decir qué quiere y cómo lo quieren. Es de la única realidad de la que no consigo desconectarme ni en sueños. Creo que esta noche he visto calles que he conocido y personas que estuvieron en mi vida en algún momento. No creo que la revolución árabe haya pivotado en la tecnología. Ni mucho menos. Sólo creo que hay personas muy hartas, muy cansadas, muy humilladas que han querido hacer esto. Lo otro, forma parte del atrezzo. Pero ni Facebook, ni Twitter, ni nada de esto, mueven nada que no queramos mover nosotros. He leído de todo en estos días pero creo que lo más acertado que he podido leer son aquellos artículos, opiniones, que hablan del caldo de cultivo anterior, de manifestaciones, huelgas, malestar, de todo lo que venía pasando. Eso sí lo creo. Y lo demás como herramienta para propagar el malestar. No más, no menos.
Me parece un tiempo interesante, con muchas incertidumbres, pero un tiempo de cierta dignidad. De muchísima, si me apuráis.
Queda arrimar el hombro, sí. Quienes están moviendo el motor de la revolución, están en ello. Quienes sólo podemos observadores porque no es nuestra batalla, también nos queda trabajo. Mucho. Sobre todo, el de no volver a caer en la apatía, en el todo vale, en el de las cosas son así, en no caer de nuevo en que nada puede cambiarse y en el colaborar a construir un espacio mediterráneo verdadero. Hecho y derecho. Un espacio de referencia, de libertades, de calma, de diálogo. No está todo hecho. Tampoco de nuestra parte. Ni mucho menos.

jueves, 17 de febrero de 2011

Soy libre

Soy libre...eres libre. Somos libres...esto es lo que me llega desde una conversación en la Avenida Bourguiba desde la ventana de mi hotel. Son tres hombres que hablan en tono alto. Soy libre...eres libre. Somos libres...no paran de repetirlo. Una de la madrugada y el toque de queda, esperemos, haya pasado a la historia.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Esa chispa

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto como hoy con un país lleno de incertidumbres pero vivo de arriba a abajo. Gente en la calle charlando animadamente, gente manifestándose por su dignidad y la de su pueblo, gente que habla en voz alta, que no esconde nada o esconde lo que le viene en gana, gente que ríe más que antes, que gesticula a la mediterránea como siempre pero con más viveza y con una chispa diferente en los ojos. Sí hay cambios. Claro que los hay. Pero más allá de la pasión y si alguien por aquí me leyere aparte de leerme yo misma cuando quiero hacerlo, sería bueno que no nos olvidáramos pronto de ellos. No se lo merecen. Esa chispa esta viva, es real, de carne y hueso y capaz de mover montañas. Acompañarla con todo el respeto, la admiración y el cariño que se merece, creo, puede ser nuestra única tarea. El resto, posiblemente, farfolla sonora.

martes, 15 de febrero de 2011

Silencio en la noche

Silencio en la noche, ya todo está en calma...toque de queda en Túnez. Es lo que veo desde la habitación del hotel. La Avenida Bourguiba y el teatro nacional. Mañana será otro día y veré levantarse a estas gentes que están construyendo de nuevo lo suyo. Será un placer encontrarme con ellos, más libres y más fuertes.

lunes, 14 de febrero de 2011

Túnez

Mañana viajo a Túnez sobre las dos de la tarde. Entre mi último viaje a Túnez y este otro han pasado algunos meses y una revolución. Ya no es, para su fortuna, el país que pisé hace unos meses. Ya no está Ben Alí (a buen recaudo en Arabia Saudí que va a tener que ir ampliando palacios para albergar a estos personajes) y espero que hayan desaparecido sus fotos de las calles. Visito otro Túnez. Voy con muchas ganas. Más que nunca, sin duda.

sábado, 12 de febrero de 2011

Uno menos

Después de una larga e intensa semana senegalesa, una vuelve a la madre patria con un dictador menos en el escenario. Quedan muchos aún (y Bono visitando a Obiang, que se me abren las carnes de pensarlo). Admirable lo de las gentes en Tahrir, emocionante hasta la lágrima, digno de recordarse por mucho tiempo. Todo está por hacer allí, en Túnez también pero han abierto un nuevo camino. Nos cabe desearles lo mejor y recordarle a los nuestros lo hipócritas que han sido en todos estos procesos, la mala gestión de lo que hemos hecho con los vecinos y, al menos, conseguir un acto de contricción y un propósito de la enmienda. Esperemos que así sea. Amén.