En esa ventana que veis ahí he pasado prácticamente desde el día 27 de septiembre y hasta la noche del fallecimiento de mi padre en la madrugada del 5 de octubre. Podría querer olvidarla pero decidí guardarla conmigo. Han sido noches y días entre esa ventana y la cama donde él se nos moría. De pronto, Don Jesús se nos ha ido.
Como el otro, tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Te quiero, padre.
4 comentarios:
El beso más grande del mundo querida Ale.
Un abrazote más!
Besetes
apenas sí sé escribirte aquí, creo que buscaré un rincón más intimo para seguir acompañando... Besetes
Un beso fuerte, Alejandra.
Un beso muy fuerte.
Gracias a los tres. Y un beso.
Publicar un comentario