EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


jueves, 6 de noviembre de 2008

6 de noviembre

Pues ha pasado un mes desde que regresamos a casa sin D.Jesús. Mientras tanto, Obama se ha llevado el gato al agua (y nosotros nos hemos tragado el proceso en nuestras propias carnes morenas). Ha sido un mes eterno, lento, muy lento.
Echo la vista atrás y he pasado por tres países en este mes. Digo he pasado porque me doy cuenta de que ha pasado el cuerpo que no el cerebro.
El cerebro sigue estancado en aquella cama de Madrid, en aquella última respiración, en aquellas prisas por hacer algo por él, en aquella esperanza de verle un día más y en aquella certeza de saber que ya no habría más días.El cerebro sigue repasando los gestos, las palabras, los silencios, las noches, la respiración, los comentarios de unos y de otros. Y, sobre todo, el cerebro sigue en el por qué. En la única pregunta que nunca tendrá respuesta.Luego vienen las decisiones, las burocracias, las pólizas, las instancias. Y el cerebro sigue ahí: en cada papel, en cada palabra, en cada firma.
Mañana salgo para Valencia (a trabajar hasta el domingo, por si alguien lo dudaba).
Nos vemos a la vuelta.

No hay comentarios: