EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


sábado, 30 de enero de 2010

El antes y el después de más de lo mismo

De un destino menos exótico como pueda ser Alicante y donde ayer dormimos (plural mayestático), paso el domingo a dormir en Tel Aviv, luego vendrá Jerusalén, después vendrá Ramallah y después regresaremos al punto de origen.
Es la tercera ocasión que visito aquellas tierras en los últimos cuatros años. Es lamentable pero hay que decir que cada vez que voy, la sensación es peor, más angustiosa y cuesta encontrar algo que reconforte el espíritu aunque sea un rato. Son viajes que siempre angustian, desconciertan, descolocan un rato y dejan un poso amargo. Al menos a mí siempre me sucede así. Incluso en el antes, ya cuesta colocarse para no afectarse. También en el después, cuesta soltar lastre. Pero es lo que toca y así se hará.
En lo que me llegue el cuajo, nos veremos por aquí.

jueves, 28 de enero de 2010

Todo lo secundario

Acabo de escuchar a Soledad Puértolas, recién nombrada académica de la lengua con la ge minúscula, diciendo que todo lo secundario le fascina. Los personajes secundarios, los actores secundarios, las carreteras secundarias. Dice que lo secundario es muy misterioso.
Cuánta razón tiene esta mujer y qué bien haberlo escuchado hoy.
Abrazos a todos desde Alicante.

El año 2010

Cuando era pequeña (y aquí estoy con los recordatorios) me vendieron que el año 2010 sería la leche de moderno. Pues bien, una comienza el 2010 haciendo dos gestiones, dos tontunas. Una una transferencia bancaria (que me llevó cuarenta minutos, algo de tensión con el cajero, identificarme cinco veces, una llamada de móvil, dos faxes y una botella de ron) y la renovación de un permiso anual para aparcar (que me ha costado tres viajes, varias llamadas de teléfono, nosécuántoseuros, una regañina y un aviso de futuro).
Francamente, váyanse a la mierda quienes vaticinaron un futuro moderno para el 2010.

martes, 26 de enero de 2010

Saltando el potro

De niña no odiaba muchas cosas pero había una que sí odiaba especialmente: que me obligaran a saltar el potro. Parecía por aquel entonces que todos habíamos nacido para hacer eso con naturalidad y desparpajo y yo, que ahora intuyo que siempre sufrí de vértigo, sufría tanto con la idea que siempre me ponía a la cola y cuando ya me iba tocando, dejaba pasar al que iba detrás de mí hasta que me colocaba la última otra vez. Y nunca lo salté. Creo que el truco siempre me funcionó porque, ahora intuyo, todos mis profesores y profesoras debían también odiar lo del potro y, sobre todo, me debían leer en la cara el pánico que me provocaba la idea. Casi se me oía el rechinar de dientes. Pero es cierto que jamás, nunca, nadie, ninguno me obligó a hacerlo.
Pasado el tiempo, y con otras cuestiones, me veo a veces así. El potro está allí, me da el vértigo de antemano, me pongo a sudar de pensarlo y voy dejando pasar a otros. Por ahora, nadie me ha obligado. Por ahora, el truco cuela. Y es que mucho me temo que otros tantos están tan acojonados como estoy yo con algunas ideas.
Lo que nunca entendí es por qué había que saltar el potro. ¿Era realmente necesario?¿Tan importante era aquello?.

domingo, 24 de enero de 2010

Tango en kimono

http://www.youtube.com/watch?v=GsgLIptfsK0

El último descubrimiento que me tiene loca perdida: Tango en kimono.
Ahí queda eso.

domingo, 17 de enero de 2010

El cónsul de Haití

Contando con el margen de error de lo que se pueda haber recogido de las palabras del cónsul de Haití en São Paulo, George Samuel Antoine es casi lo mejor que he leído hoy. De no ser porque la cosa no tiene gracia ninguna. El tipo dice que ahora se les conoce más (puede ser incluso verdad lo malo es que el país se ha hundido en la mierda absoluta que viene después de la mierda sin más). Añade el caballero que todos los males del país vienen porque todo lugar donde hay africanos está jodido (supongo que como los africanos pesan más, la tierra tiene más tendencia a moverse y provocar terromotos).
También viene a decir el consulín, flan, flín, que la causa del terromoto es la macumba, religión al parecer mayoritaria entre los haitianos, a pesar de que oficialmente son católicos. El africano en sí trae maldición, dice el hombre.
Todo esto a micrófono cerrado y cuando se entera de la pillada, se pone a sudar y dice que más africano que él no hay nadie y mantiene entre los dedos una especie de rosario (católico, imagino) para calmar los nervios.
Pues no está Haití para pensar en renovar la plantilla de diplomáticos que, qué duda cabe, tiene otras urgencias que lo son de verdad. Pero si ese país logra enderezarse o volver a surgir de la nada, tendrán que pensar en ello.

miércoles, 13 de enero de 2010

Doña Vicepresidenta

Me comunica mi progenitora que en virtud de un sorteo se me ha elegido Doña Vicepresidenta de mi futura comunidad de vecinos que es honor que nunca hubiera yo querido ostentar, qué quereis que os diga.
Echo la Euromillonaria y no me toca. No opto a un cargo y me toca. El mundo está muy mal ordenado. Desde luego.

lunes, 11 de enero de 2010

Misterios en la noche

Misteriosamente, me encuentro escuchando el programa de misterios de la misteriosa cuatro. No es la primera vez que me sucede un domingo por la noche. El programa misterioso de los misterios de la misteriosa noche del domingo me ayuda a dormir. La voz del presentador, las huellas misteriosas, las misteriosas apariciones, los fantasmas misteriosos que me recuerdan a cualquier pariente de cualquiera de nosotros, me provocan sueño y combaten mi insomnio congénito.
No sabe este programa misterioso la de favores que le debo. Como inconveniente que conviene destacar es que nunca sé cómo se resuelven los misterios, ni quién mató a quién, ni en qué año sucedió nada. Absolutamente nada queda retenido en mi memoria y al siguiente domingo, me lo pongo otra vez. Con la esperanza de dormirme pronto y la curiosidad de saber si llegaré a enterarme de una vez de algún misterio misterioso.

domingo, 10 de enero de 2010

Equipo de supervivencia

Esta mañana me he levantado temprano y con mucha pereza. Mucha pereza sobre todo de saber que tenía por delante un viaje a Madrid y que terminaban las vacaciones. Los luminosos de la autovía recomendaban adelantar el retorno por previsión de nevada y sin haberlos leído yo ya había decidido que así iba a ser.
Lo mejor. Levantarse con unos churritos calentitos que mi madre ya había comprado para desayunar, tener preparado un equipo de supervivencia por si nos quedábamos en la nieve (equipo que incluía manta, navaja de Albacete, termo de café, bocadillos). Todo eso lo había hecho ya madre antes de que hubiera despejado el ojo.
¿Qué quereis que os diga? Que madre no hay más que una y a vosotros os encontré en un blog.
Besos a todos desde Madrid.

sábado, 9 de enero de 2010

El último cartucho

Acabo de quemar el último cartucho que hubiera evitado que volviera a mi trabajo el lunes próximo. He comprobado mi apuesta de Euromillones y que si quieres arroz, catalina. Me consuela saber que no ha habido nadie en toda Europa con la habilidad de acertar el bote lo que supone que aún puedo optar la semana que viene a los cincuenta y ocho millones de euros acumulados. Pero hasta entonces y por prudencia, aún me tocará trabajar de lunes a viernes. No vaya a ser que. Después y toda vez que sea millonaria, sólo responderé a quienes me han llamado a menudo a lo largo de estos años y a quienes han dejado comentarios en el blog.
A pesar del disgusto, la noche me ha traído dos regalos de Reyes que venían con retraso. Ha sido más bien una Reina la que se ha tomado la molestia y me he hecho con un libro y con un tinterito precioso que tendrá un lugar preferente en el salón de mi nueva casa.
Es mi última noche de insomnio placentero antes de volver a trabajar. De nada me quejaré porque de nada tengo queja. La única es que donde yo tengo unos números y con las mismas, pudieron haber salido otros.
Tenedme en vuestros pensamientos. Creo que lo voy a necesitar.

miércoles, 6 de enero de 2010

Los regalos

Hacienda se ha embolsado prácticamente el número del gordo del Niño y eso ha supuesto que sigo igual de pobre que antes. Nada. Tampoco he pasado por Casteldefells este año ni por Almagro porque en mi guía Michelín no me aparecían. Probaremos el año que viene con Puerto Hurraco y Puebla de Sanabria, por si las moscas.
A pesar de ello, los Reyes han sido sabios y generosos, como suelen serlo. Cubertería fina y elegante para mi nueva casa, un álbum de fotos, una almohada para relajarme, unos pendientes, unos vasos también para la nueva casa y unos dineritos que siempre son bienvenidos.
Lo único que me pone triste de los Reyes es que vislumbro el final del descanso que me he metido entre pecho y espalda. De nada me quejo pero más dura será la caída el domingo cuando toque viajar, hacer maletas, deshacer maletas y coger los trastos de matar para ver en qué nos quedamos y por dónde íbamos.
Y ahora empieza la juerga de nuevo, los viajes, las maletas, las idas y venidas, los cambios de horario, de sueño, de comidas.
Resistiré pero será dura la caída.

martes, 5 de enero de 2010

Los Reyes Magos

A última hora de la tarde, he estado haciendo unas compritas para la cuestión final de los Reyes. Compruebo extasiada que los juguetes de niñas son más de niñas que nunca (antes nos caía la muñeca pero ahora tenemos de todo, el fregón, el micro, la plancha, el horno, la vitro, el puestecito de verdura, el centro completo de planchado, los maquillajes, y así...) y los juguetes de niños tienen pinta todos de estar destinados a criaturas capaces de sacarles a sus padres las tripas y hacerse un sonajero.
A estas alturas de la película, me da igual. Cada uno verá cómo pretende educar a sus hijos e hijas. Pero lo que sí me molesta es que se gaste tanto en hablar del asunto para llegar a un estante de una gran superficie y darte cuenta que nada ha cambiado en el mundo del juguete y que poco más ha cambiado en el mundo del adulto.
Así nos va.

Salón Madame du Deffand

Toda vez que una servidora ha encargado y casi pagado religiosamente su cocina, hemos pasado al capítulo salón Madame du Deffand o así. Ahora estoy en ese capítulo y estoy extasiada. Soy una experta ya en lo que vienen a ser jarrones bowl, xiffonieres, cabezales de piel, mesas extensibles, lámparas cilindro, caminos de mesa, lámparas piramidales. Eso por no hablar de lo ratán, lo beige, las bandejas tostadas y el plaid mohair chocolate. O los cojines de pelo de cabra de Mongolia, que ya me direis vosotros si no se van lejos estos colegas a buscar los pelos de las cabras.
Estamos en esa fase y todo este proceso me ha traído ya un tremendo problema de personalidad. Me han saltado todas las alarmas porque he pasado de ser una rústica pueblerina a una exquisita dama de la alta sociedad en tres revistas. Veo yo que no tengo las cosas claras y cada revista que cae en mis manos me pone todavía más fuera de mí.
Creo que ya tengo en la cabeza lo que quiero y cuando ya estoy a punto de meterlo todo en mi simulador virtual, cambio de estilo como si cambiara de bragas, con perdón. He pasado ya por todos los materiales, estilos, épocas y diseños.
Y he decidido cortar por lo sano. El estilo será el que quepa en un presupuesto que acabo de decidir. Si no entra ahí, no es estiloso, no es lo que va con mi personalidad, ni lo que mejor define mi carácter. Mi personalidad, por tanto, se definirá en el estrecho margen que me deje el presupuesto. Al menos, me ahorraré el psiquiatra.

viernes, 1 de enero de 2010

La dueña de Malaventuras

















La dueña de Malaventuras, después de un par de excesos nocturnos y nocheviejunos, os desea un Feliz Año 2010 y que lo pasemos juntos en la medida de nuestras posibilidades, tareas, ocupaciones y agonías.

Cuaderno de Talamanca

CUADERNO DE TALAMANCA
Ibiza
(31 de julio – 25 de agosto de 1966)
E. M. Cioran
Texto seleccionado y presentado por
Verena von der Hieden-Rynsch Traducción y prólogo de Manuel Arranz


Ibiza, 31 de julio de 1966.

Esta noche, sobre las 3, completamente despierto. Imposible seguir más tiempo en la cama. He ido a pasear por la orilla del mar, acompañado de los más sombríos pensamientos. ¿Y si me arrojara desde lo alto del acantilado? He venido hasta aquí por el sol, y yo no puedo soportar el sol. Todo el mundo está moreno, pero yo seguiré blanco, pálido. Mientras me entregaba a toda suerte de reflexiones amargas, contemplaba los pinos, las rocas, las olas "visitadas" por la luna, y de repente me di cuenta de hasta qué punto estaba yo ligado a este hermoso y maldito universo.