EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


miércoles, 12 de noviembre de 2008

Telegrama

Como me dejé el ordenador en Cuenca en mi trayecto a Valencia y procedente de Madrid (también me dejé el coche) y regresé desde Valencia, pasando por Albacete para llegar a Madrid y sumado a eso, mañana salgo para Casablanca desde la Capital del Reino y no guardo la esperanza de tener tecnología en casa hasta que regrese también del siguiente viaje a Bruselas, os pongo rápidamente y casi como un telegrama, un saludo a todos.
Más que nada para moverle las tripas al blog, que lo tengo muy abandonado desde hace días.
A mis amigos residentes en Marruecos: ¿habéis avisado al Monarca de mi llegada?.
Besos a todos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita, deja al monarca en paz que no eres Letizia ni falta que hace. Tú dedícate a lo tuyo: Mónica y compañía... Lo del trabajo es trabajo así que date un abrazote de amigos y descansa todo lo que tu cuerpo te deje.
Fúmate un nargile, un poquito de té y dejarte llevar por los brazos del recuerdo y la amistad.
Ala Mónica!!! TE diría que te la mando, pero es mentira, se va ella y enviada por su jefe... aún así commo si te la mandase yo, me la cuidas, la abrazas un poquito, lloraís juntas, fumaís un poco (poco!!!) bebeís lo justo y me la devuelves!!!!
Besetes

Anónimo dijo...

Pues aquí la estoy esperando con los brazos abiertos porq el reencuentro lo necesitamos ambas. Habrá té, llantos y risas también, algún que otro copazo... de todo menos shisha que está prohibida en los lugares públicos del reino. Es solo ya cuestión de horas

Alejandra dijo...

Queridas ambas dos:

Como Dios es grande y Mahoma es su Profeta, me acabo de negociar un portátil con teclado español y una conexión wi-fi, de no te menees y aquí estoy tan ricamente, viendo el mar, la mar, o lo que querais, con una temperatura estupenda, un balcón maravilloso y una soledad envidiable y saludable. A ratos, con mis pensamientos y a otros, con los pensamientos míos. O sea, un carajal de mucho cuidado. Pero feliz. El Monarca aún no me ha saludado pero sí sé que Mónica me recibe en su regazo el domingo. Para escribir este mensaje, he renunciado a fumar un narguile con unos jóvenes amigos que acaban de guiñarme un ojo. O sea, un sacrificio moruno en toda regla. Ya no soy ni sombra de lo que fui.
Besos a ambas.