EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


jueves, 11 de septiembre de 2008

11-S


De pequeña, siempre quise tener un blog para contar en directo qué estaba haciendo yo el once de septiembre de 2001.Una servidora amaneció en la clínica La Milagrosa, de Madrid. Operaban a mi padre. Mientras estaba en el quirófano, bajé a la cafetería y vi de lejos las primeras imágenes. Imágenes sin sonido. Pensé, inocente, que qué horas más raras para una película de ese tipo. El camarero me hizo ver que aquello no era una película.Coño, dije yo (y perdonarán el exabrupto). Me puse debajo del televisor sin dar crédito a lo que veía.
Aquella tarde me tomé otro café en la clínica con un amigo que vino a verme y que me puso al día de lo que estaba sucediendo en el exterior porque yo no tenía radio y poner la televisión me costaba echar moneditas y no era recomendable. Aislada en un día en que todo el mundo andaba pegado a las noticias y en pleno centro de la capital de España.Aquel mismo día, comencé a leer y terminé un libro que acababa de comprar en la Gran Vía madrileña. Aquel mismo día hablé con una amiga que entonces residía en Nueva York. Aquel día, también conocí a Sor Obtusa. Se la bautizó con ese nombre por las finas, delicadas y exquisitas maneras que demostraba en su afán de hacer el bien al enfermo (mi progenitor, o sea). Lo más sorprendente de todo es que, por aquel entonces, una trabajaba para el Cuerpo. Sí, para el de la Benemérita. Ah, y sólo hacía unos treinta días que tenía teléfono móvil y estaba descubriendo Internet en ese tiempo.
Pues bien: siete años más tarde, pienso que de no haber sucedido todo aquello, yo no sería capaz de recordar todo esto con tanta nitidez. Triste gracia, pero así es.

10 comentarios:

Paul Spleen dijo...

Hablando de gracias, dudosa la de los mensajes que iba uno recibiendo, tipo «El Golden Gate cae ahora fijo».

Alejandra dijo...

Pues sí. A mí salvó de todo eso el aislamiento de aquel día como conté arriba y que como tenía móvil por primera vez, no tenía ni idea de cómo envíar ni leer mensajes. Ni me había molestado. De hecho, siete años más tarde a veces sigo enviándome los mensajes a mí misma.

Anónimo dijo...

yo también estaba allí contigo. Recuerdas?. Besos desde Valencia.

Alejandra dijo...

¡Ay, cuñá, que esto sí que no me lo esperaba yo! Claro que me acuerdo. Mientras escribía esto ayer, me acordaba de ti, de tu santo esposo y de mi santa madre. De mis santísimos primos, que también acudieron.
Y también se me vino a la cabeza tus santos hijos y sobrinos míos, que entonces no estaban.
Y mira por dónde, y no lo escribí, tuve la sensación de que eso había pasado hace mucho tiempo. Que pareciera que la vida empieza desde 2003 y ya no es posible que fuera de otro modo.
Así que me acuerdo y al detalle.
Y vuelve ya de vacaciones, joía cuñá, que no está bien hacer sangre con los que estamos currando.
Un besazo gordo, cuñá y otro a los niños.
(Para los visitantes, he aquí la primera intervención en mi blog de mi cuñaaaaaaaaaaaaaaaaá...y que no sea la última).

Anónimo dijo...

Para que veas, es la primera vez que he escrito algo, pero lo que es leer, me he leido casi todo. Lo mejor de todo es, el apartadillo "cuando nadie me ve.." logrado, de verdad, parece que te has fumau un canuto, lo de "hija ejemplar, y mejor nuera... (o algo asi)" y lo de ejecutiva agresiva, (que puntazo) se lo he leido a tus sobrinos para que sepan lo que se le pasa por la cabeza a su tita del alma. Ahora, gracias a mi madre que está jugando con ellos al parchis, me han dejado escribir dos palabras seguidas. Besos

Alejandra dijo...

Mujer, cuñá, no le leas estas cosas a mis sobrinos que, a estas alturas de mi vida y porque son todo bondad, creo que son los únicos que creen que su tita no está loca (del todo).
Lo peor de todo, Maricuñá, hija mía, es que todo esto lo escribo yo sin fumar canutos (que ya sabes que lo mío es el Lucky y no bebo alcohol). O sea, que ojalá fuera bajo los efectos de alguna sustancia. Pero no, lo más triste es que soy así. Sin aditivos ni colorantes.
Ay, la cuñá, qué cosas me dice (y la tía sigue en la playa).

Anónimo dijo...

g vsgcfgtghghjgffddrer. Esto lo ha escrito tu querida sobrina Paula. Dice tu sobri, que por que no sales por el ordenador como salias en cuenca, y tu sobri Manuel, dice " mama, donde eta la tita alexia, donde eta" junto con "mama quiero pipi" me voy tengo que ejercer de madre responsable. (ola, ..... este "ola" te lo ha puesto Paula). Besos, Y sigo en Valencia.

Alejandra dijo...

Diles que nos vemos pronto y en directo.
Con esos mensajes que me ponen, dejais al descubierto mi faceta más tierna. Esa que nadie cree que tengo, jejeje.
Besos a todos (y cuidado con las medusas que, sobre todo, le pican en la lengua a las cuñadas malas y que se van de vacaciones a destiempo; a veces, también pican en los genitales, ojo...)

Anónimo dijo...

curioso sí, cómo la mente recuerda con la brutalidad y el impacto del día. Curioso porque con la misma nitidez recuerdo lo que hice el 11-M...

Alejandra dijo...

Yo también lo recuerdo. ¿Quién eres, anónimo?.