EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


lunes, 6 de octubre de 2008

Llorar a lágrima viva

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

Oliverio Girondo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se le olvidó a D. Oliverio: "llorar al lado..."
Besetes

Bito dijo...

Qué gran oda al llando la de este poeta, y escurla recitada por él es un placer.

Llora, Alejandra, llora. No escatimes en llanto.

Un beso. Otra vez.

Alejandra dijo...

No, no estoy para escatimar lágrimas, aunque la rabia, creo, todavía no me dejar llorar a gusto.
Me la envió un buen amigo en un mal momento. Y me vino bien.