EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


domingo, 31 de agosto de 2008

Mano a mano

Es un vicio antiguo. En noches previas al cambio de actividad o, mejor dicho, a volver a la actividad habitual, me da por cantar tangos (pésimamente, no se ilusionen). No porque me pongan triste sino porque me ponen alegre. Es raro, pero es así porque normalmente a la gente le entra mucha nostalgia la cosa del tango. Cuanto más arrastrado es el tango, más énfasis le pongo yo a lo que digo y mejor me sientan. Y más ancha me quedo. Como ejemplo, he aquí uno de los que más me gustan y más veces he cantado.
Frases como: nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado, no me importa lo que has hecho, lo que haces, ni lo que lo harás...los favores recibidos, creo habértelos pagado y si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado, en la cuenta del otario que tenés, se la cargás...
O bien: Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo y no tengas esperanza en el pobre corazón, si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo, acórdate de este amigo que ha de jugarse el pellejo, pá ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión...
Mano de santo. En serio.

sábado, 30 de agosto de 2008

Juego de cacerolas


Cosas del destino: hoy cambio de banco y traslado la nómina a otro. Resulta que la oferta que hace el banco en cuestión por domiciliar la nómina y dos recibos es de seis billetes de avión, ida y vuelta, a utilizar de dos en dos en los próximos tres años para destinos de Europa, norte de África (he preguntado si cubrían Egipto y han dudado) y vuelos nacionales. Hasta aquí bien, de no ser porque me paso media vida en un avión. La otra media en un aeropuerto esperando a coger el avión.

Con mi folletito en la mano, con los ojos llorosos y suplicantes, le digo a la señora que si no sería posible que me cambiara los billetes de avión por un buen juego de cacerolas, voliflón o telaflón o floflón, en el peor de los casos. Y un microondas, que me viene bien. La señora directora me mira con estupor. Pasa después a poner cara de: ya lo entiendo (y yo pienso, no, no lo entiende, pero tampoco se lo voy a explicar ahora).

Me dice que lo consulta. Regresa desolada y me comunica que, lamentándolo mucho, no le quedan ollas fofiflón de las que a mí me gustan tanto y que lo del micro no es negociable. Acepto mis seis billetes de avión resignada (como cuando me tocaba la muñeca chochona en la feria y yo quería un disco de Spandau Ballet con pelitos del cantante a modo de relicario) y salgo de la sucursal.

Por primera vez, en muchos años, he notado los ojos de alguien incrustándose en mi nuca. El aliento de la directora me perseguía hasta la salida. Pensé, por un momento, en girarme y decirle: Mire usted, es que en mi casa siempre se ha cocinado reutilizando botes de tomate natural triturado y usando un hornillo de mi abuela. ¿Qué quiere que le diga?.

(Quedan muy pocas horas para volver a la realidad).

viernes, 29 de agosto de 2008

Fe en el futuro


Mis queridos contertulios: eso que veis en la foto es mi futuro hogar. Parte de esos bloques de ladrillos me pertenecen (un ladrillo o así, por ahora). La grúa no, eso es de Dragados, según me han dicho.

Observando los planos (y aquí me corregirá mi amiga, la arquitecta), el dormitorio principal da a las montañas que se ven al fondo que, según me indica mi Meca-brújula, da directamente a la Kaaba. Vicios que una tiene.Pues sí. Héteme aquí convenientemente hipotecada y alquilada (por partida doble y por si había dudas al respecto).


Ahora he cogido el vicio de ir a visitar las obras. Los obreros me miran ya con recelo. No os digo nada cuando saco la cámara de fotos y me pongo a fotografiarles los cascos y los ladrillos. Tiro la foto y salgo corriendo al coche y huyo, no muy lejos porque tiene otra entrada y puedo seguir con mi espionaje fotográfico. Pero qué mejor que ver las cosas nacer, crecer y reproducirse.


Pasarán más de mil años, muchos más, antes de que os pueda enseñar el saloncito Luis XVI que tengo en mente. Es más, ya he calculado que el saloncito Luis XVI no cabe ni de coña en los metros asignados pero una tiene fe en el futuro (arriba, derecha, detalle saloncito Luis XVI).


Mi futuro barrio, además, me gusta. No por nada, sino porque en la misma calle, viven ya dos amigas, una calle más abajo otros dos amigos más y una calle más arriba, acaba de hipotecarse otra amistad. Según rumorean, hay prevista la construcción de un geriátrico en las inmediaciones. Lo tenemos todo calculado. Para cuando todos hayamos habitado los pisos, estén terminados, las lámparas colgadas y demás, tendremos que ir reservando plaza en el geriátrico contiguo. Mientras tanto, hemos fichado ya unos cuantos bancos donde comeremos pipas, haremos botellón y nos intercambiaremos información sobre la menopausia y la próstata. Y, nuestros sobrinos e hijos (para quienes sí los tienen ya), estarán ya pergeñando como conseguir una incapacitación de los abueletes (que ya seremos nosotros) para quedarse con los pisos que, esperemos, a lo mejor se han terminado de pagar.


Insisto: tengo fe en el futuro.



miércoles, 27 de agosto de 2008

Aniversario de loza

Tal día como hoy, hace nueve años, contraje mi primer matrimonio civil. De no haberme divorciado gloriosa y afortunadamente a tiempo, significaría que tal día como hoy, estaría celebrando mi aniversario de loza (otros le llaman aniversario de cerámica). A mi favor, se aliaron una serie de circunstancias que han evitado semejante aniversario y al olvido colaboró también que ni el fotógrafo llevaba carrete, ni hubo video oficial. Aquello se celebró con veinticinco personas que podrían decir que sucedió y con un juez que, apellidándose Casado, dio por bueno el divorcio. Todo un detalle por su parte.
Desde entonces y ante acontecimientos similares, me vengo preguntando por qué en España no se conceden quince días de permiso después de un divorcio para irse a las Bahamas a recomponerse un poco el cuerpo o por qué no se conceden permisos para "mal de amores" (como ya se ha hecho en una empresa japonesa donde dan unos días para llorar al difunto, habiendo matrimonio o no).
Por tanto y hasta que no se modifique la ley, pensadlo muy bien antes de contraer matrimonio. Recordad que no hay permiso de quince días por divorcio y que no hay aún permiso por mal de amores.
Lo único que sí tengo claro a estas alturas es que mi próxima boda se hará en Tokio. Os tendré al tanto de la noticia.

martes, 26 de agosto de 2008

Descubrimientos

He descubierto hoy mismo en un cacharrito que acabo de poner que la gente llega a mi blog poniendo cosas como: "desnudo duchas", "desnudos en las duchas", "axila, culo, pies". Y sólo uno ha llegado porque ha querido llegar y por su nombre. Lo de los dos primeros, puedo hacer un esfuerzo por entenderlo. Pero el de "axila, culo, pies", me parece que tiene un desorden vital que no sabe el pobre por dónde empezar ni en qué orden. Como para darle un besito tierno de buenas noches, al colega.

lunes, 25 de agosto de 2008

Tiernos juegos infantiles a las cinco de la tarde

Me encantan los juegos infantiles.
Pero me gusta observarlos cuando no hay ni mamás cerca, ni papás, ni monitores, ni ningún tipo de adulto que ejerce malas influencias sobre los sádicos instintos infantiles.Cuando los puedes observar en estado puro y sin ningún tipo de dirección bienpensante. Cuando se muestran en todo su esplendor y se puede comprobar sobre el terreno lo tiernos e inocentes que son todos ellos.
Desde la posición privilegiada de mi balcón y ahora que hay ferias y festejos alrededor de mi domicilio (sin que nadie me haya consultado a mí) observo un parquecito donde juegan parte de los futuros ciudadanos de este país. Tiernecicos, ellos. Inocentes, sus padres. Cuando digo niños, digo niños. No adolescentes con espinillas. Niños bien vestidos, bien comidos, bien regalados, bien escuchados, bien escolarizados. Niños que no tienen que robar el mendrugo al vecino para llenar el estómago.
Pues bien, en estos momentos, escucho a cuatro niños a sus anchas, jugando en grupo y lejos de sus adultos. Parecen un grupo de mafiosos sicilianos (eso a la hora de repartirse las tareas que cada uno va a realizar). El más grandullón le dice al más enano: ¡Alejandro, te la quedas para siempre!. Entiendo que están jugando al escondite.Alejandro, mi homónimo, protesta tímidamente y dice: No vale. ¿Cómo que no vale, gilipollas?, responde el primero, aquí vale lo que yo digo, ¿te enteras?. Alejandro se entera y mete el cogote contra un árbol y empieza a contar. Para no desperdiciar la ocasión, un tercero le da una patada en el culo a modo de despedida. Alejandro ni se gira.Ya sabe que se la queda para siempre y que eso incluye patadas en el culo. Alejandro se la lleva quedando toda la tarde. Le veo ahí,apretado contra el árbol y el instinto maternal que nunca tuve me lleva casi a bajar a la calle y darle dos leches al grandullón y llevarme a Alejandro a merendar palomitas a la feria. Si no fuera porque no conozco de nada a Alejandro, porque no se debe intervenir en un ecosistema ajeno y, sobre todo, porque no pienso renunciar a Herodes. Pues bien, Alejandro termina por estallar y rompe a llorar como un desesperado (cuando ya lleva cinco horas aguantando humillaciones). En ese escenario, aparece un adulto, entiendo que padre de Alejandro o tío, por su aspecto y actitud. Y le dice cariñoso: ¿Pero tú eres tonto o qué?¿A qué te doy dos sopapos?. Eso, para rematar la escena.

Si cuando no está de Dios, Alejandro, hijo mío, hay poco que hacer para cambiar el destino.

Cuenta atrás

Bien, amigos, queridos, conocidos, desconocidos, enemigos, hermanos, hermanas, señoras y señores: Comienza la cuenta atrás para volver a trabajar. Me queda una semanita para que eso suceda. Una semanita y un día. El día 1 de septiembre (D.m) regreso a la Capital del Reino. Eso hace que, de golpe, se me comiencen a ordenar las neuronas, el sueño y las costumbres por arte de magia.
Dicho esto, os diré que se me ha puesto una piel de bebé de no hacer nada que ni os cuento. Ni he viajado, ni he hecho miles de kilómetros, ni he sacado fotos, ni he sacado videos. No tengo nada que contar ni ninguna aventura en el desierto a lomos de un camello. Ni he subido a la Torre Eiffel ni he bajado a los abismos. Ni falta que me hace.
Podeis dejar vuestro mensaje de pésame a continuación.

domingo, 24 de agosto de 2008

Latin Lover Steffy



Pues sí. Una de mis obsesiones inconfesables sería tener un gato persa. El por qué no está claro pero como sí tengo claro que un gato no resiste más de quince días sin comer, ni beber, mucho me temo que me tendré que aguantar la obsesión hasta que la nómina me dé para tener servicio en casa.Así son las cosas.
Os confieso que no hay noche que no busque páginas con fotografías de gatos persas. Esta está sacada de http://www.gatospersas.com/.
Insisto: a otros les da por el bingo.
Cada uno en nuestra línea.

viernes, 22 de agosto de 2008

Madame du Deffand a Walpole

De todas las cartas de Madame du Deffand, esta es una de las que más me ha divertido siempre cuando las vuelvo a leer.
París, 28 de junio de 1772
Ha agotado usted mi paciencia, señor, ya no puedo soportarlo. ¿Es quizás porque piensa que desde mi viaje a Chanteloup abren nuestras cartas con mayor puntualidad por lo que me escribe unas tan extrañas? No me preocupa lo que puedan pensar de las mías; sólo usted, en todo el mundo, puede darles una interpretación tan ridícula. No temo, señor, que todos los despachos donde hayan sido leídas, y todos los extractos que hayan transmitido de ellas, convenzan a nadie de que soy una loca o una extravagante; pero pronto lo sería si me empeñase en mantener semejante trato.
Accedo de muy buen grado a romper esta correspondencia. Sólo podría serme grata en la medida en que se fundaba en la estima y la amistad. Desde el momento en que se me ha demostrado que me atribuye otros sentimientos, sería vergonzoso para mí continuar escribiéndole y exponerme a recibir respuestas tan ultrajantes. Lo dejo entregado a sus remordimientos, es difícil que no los tenga por haber tratado tan indignamente a alguien que merecía de usted, más que de nadie en el mundo, consideraciones, estimación y, me atrevo a decir, un poco de agradecimiento [...].

jueves, 21 de agosto de 2008

Delayed

En esta imagen de EFE se ve el vuelo anunciado en las llegadas pero sin nota alguna. Ni arrival ni delayed. En tal día como hoy, se me vienen a la cabeza los enfados que me pillo cuando encuentro el "delayed". Y en un día como hoy, todos los enfados por el delayed pierden sentido.Eso sí. Me vais a permitir que os diga que sigo sin tener miedo a volar. Le tengo mucho más miedo a todo lo que se arrastra y más si lo conduzco yo. Y mucho más miedo a otras cosas que, por pudor, no menciono.

Que descansen en paz.


miércoles, 20 de agosto de 2008

Madrid I (89-94)

Madrid I me lleva al año 89 y hasta el 94. Hacía tiempo que no le prestaba atención a las ciudades vividas y aquí estoy. Madrid I comenzó como comienza todo en la vida. Sin pensarlo demasiado y sin darme cuenta de que me iba a chupar cinco años en la capital del Reino. El objetivo: la Universidad Autónoma de Madrid. Departamento de Estudios Árabes e Islámicos y Estudios Orientales. La culpa de que yo llegara allí fue de un individuo que me dijo que estudiaba árabe y que era la pera limonera. Y yo le creí. Cuando me matriculé, encontré al individuo matriculado en Filosofía, traicionando al arabismo e intentando convencerme de que la Filosofía era lo que merecía la pena. Le dije que sí (como se le da la razón a un descerebrado) y seguí con mis moruneces. Sin arrepentirme, ni pestañear, ni mirar atrás, ni convertirme en estatua de sal.

Llegué tiernecica, muy tiernecica: con diecisite añitos. Y salí de allí, no diremos hecha una víbora, pero sí con la suficiente dosis de mala leche acumulada como para no acordarme de la criaturita que había llegado a la capital, cinco años antes. La culpa es, obviamente, de los madrileños (ahí lo teneis en bandeja quienes se den por aludidos) que no paran de correr de un lado para otro, de hacer colas y de salir disparados cuando la ocasión se lo permite.

Resumir cinco años de estancia en la capital no me cabe en este blog. Por tanto, diré que compartí mis tres primeros años de residencia en un piso con un señor que ya no existe y una señora que ya falleció.Tres eran tres. Cuando pienso en esta etapa, me siento como si se tratara del cartel de Pozoblanco. Y me da algo de vértigo, no vayan a pensar, aunque ya tengo asumido que de todo lo que allí se hablara durante aquellos tres años, sólo yo podría testificar. Eso, no lo vamos a negar, me deja en una mejor situación que mis difuntos compañeros de piso. Los dos últimos años cambié de domicilio. Aunque,francamente, hacía más uso de las instalaciones de la cafetería de la Autónoma y del piso de una amiga en la calle San Andrés que del mío propio.

Eso sí: haciendo honor a la verdad, diré que Madrid es mucho Madrid. Por más que siempre traiciono a la capital, no hay día que no rememore mis lejanos días madrileños, ni día que no le deba alguna risa a algún madrileño de pro. Que me ponen tierna, no lo puedo evitar.
Desde entonces, no he levantado cabeza. Fijaos si les debo cosas a los madrileños.

martes, 19 de agosto de 2008

Arroz negro

Lo bueno de estar de vacaciones es que, además de dormir una media de diez horas diarias (cosa que no sucedía desde hace unos once meses), me invitan a comer un arrocito negro. No sé si me merezco la invitación pero la he aceptado con los ojos cerrados y la boca entreabierta.
Incluso me he levantado temprano para ir haciendo hambre e idea.
Os cuento a la vuelta.

lunes, 18 de agosto de 2008

Me perdí el eclipse



Alto en la cumbre,
todo el jardín es luna,
luna de oro.
Más precioso es el roce
de tu boca en la sombra.



J. L. Borges

sábado, 16 de agosto de 2008

40

Mi hermano cumple hoy la friolera de 40 años. Mañana no se escapa de pagarse unas copazas o lo que sea.
Confieso aquí, ahora que no me lee, que es y ha sido siempre mi hermano preferido.
¡Felicidades!

miércoles, 13 de agosto de 2008

13 de agosto de 1991 (martes)

Esa es la fecha de mi permiso de conducir. Del examen práctico. Aprobamos a la primera y hablo en plural porque por aquel entonces, había rezado a varios santos que conocía y a los que después ya les perdí la pista. Incluso dije aquello de: San Cucufato, San Cucufato, los cojones te los ato. Sin saber que aquello nada tenía que ver con la materia que me ocupaba.
Ha llovido un rato desde entonces. Pero bien puedo presumir hoy en este lugar de no haberme estrellado nunca, de no haber roto nunca un plato ni un coche, de no tener denuncia alguna en mi haber por motivo alguno y de haberme ganado la confianza de todas mis amistades.
Aún así, veo el anuncio aquel de "hola, soy la columna de tu garaje" y se me eriza el vello. Es el único trauma que a pesar de mis diecisiete años de experta conductora, no he logrado superar. Lo siento. No puedo. Hoy, sin ir más lejos, meto el coche en un aparcamiento madrileño. Madrid, vacío. El aparcamiento, casi abandonado. Juro por mi sangre que en la primera planta no había un coche a la vista. De columna a columna había una distancia como la que hay entre Cadaqués y Loja. Pues mi cerebro ya se veía estrellándose contra una de ellas. Cosa que, como era de esperar, no ha sucedido (matemáticamente la posibilidad era mínima).
Para regocijo de los murcianos que a veces visitan el lugar, diré que la única vez que me he estrellado contra una columna de un aparcamiento público, ha sido en Murcia. Con un par. Yo no sé cómo hice aquello pero cuando quise darme cuenta, tenía la columna incrustada en la matrícula y una cara de gilipollas que no puedo describir. El vigilante se acercó acojonado porque el golpe le debió sonar a que iba a encontrarse a un cadáver dentro del vehículo. Se encontró a una tipa descojonada de la risa y con los pelos algo revueltos. Creo que le dije algo así como: ¡Hay que ver qué pequeños son los aparcamientos en esta ciudad!. El pobre hombre no se creía lo que le había tocado en suerte. Creo que estuvo aguantando la respiración hasta que me fui de Murcia y saqué el coche de allí. A los efectos, había tenido el detalle de apartarme todas las columnas para que saliera con soltura. Seguro que aún soy tema de conversación del pobre hombre con sus amistades a la hora del carajillo. Y seguro que anotó la matrícula cosa que hubiera hecho cualquier persona en su sano juicio.

martes, 12 de agosto de 2008

Madrid, Madrid, Madrid...

Mañana acompañamos al Patriarca a la Capital del Reino para su consulta médica. Como últimamente está de moda entre mis amistades, quedarse tirados en mitad de la autovía y llamar para contarlo sobre las dos y media de la madrugada y aunque espero no correr la misma suerte, pondré un mensaje para notificar cualquier incidencia en el camino. En la última ocasión, me encontré un burro despistado que circulaba en dirección contraria y no lo conté. También con un número inmenso de asnos con permiso de conducir que circulan como les da la gana. Me encontré también con la Guardia Civil (pero eso es otra historia).
Por si queda alguna duda, sigo de vacaciones.
Mi breve paso por la capital del reino será breve, como ya se indicó. La cosa durará pocas horas y cuando termine, volveré a mi retiro espiritual para lo que me queda. Aprovecho para decir que incluso las noches empiezan a ser fresquitas. No cambio esto por nada. En todo caso, venid a verme.
Besos.

domingo, 10 de agosto de 2008

sábado, 9 de agosto de 2008

Joana Martínez

Aquí estoy. Viendo en directo la actuación de Joana Martínez en Beijing 2008. Por el insomnio, claro, que si no de qué iba yo a estar aquí a las tres y media de la madrugada. El caso es que la acabo de descubrir porque yo entiendo de badminton, más o menos, lo que entiendo de termodinámica. La cosa termina sobre las cuatro y diez. Si esto sigue así, me lo veré completito.La australiana que compite con ella parece muy cabreada.
Creo que es una putada tener que jugar a estas horas que nadie te ve (imagino que la están viendo su familia, amigos y yo - un saludo a todos -). No es justo.
Al menos, el comentarista se lo está trabajando: Sí, señora, le dice...qué bonito, Joana. Imparable para la Carroll. Siete a quince. España cada vez más cerca de ganar el primer partido en unos juegos...la cara de desconsuelo es evidente en la delegación australiana. Vamos, Joana, ahí está, sí, señora, sí, señora. Vamos a por ella, vamos, Joana. Doce, dieciocho. Qué lástima porque la tenía. Dos puntos y esta donostiarra va a entrar en la historia del badminton español. Catorce, diecinueve. Vamos, Joana. Qué bien, ahora, qué bien ahora. Vamos, Joana, que esto ya está hecho. Sirve España. Esto es casi como una medalla. Ahí está Joana buscando el remate. Y Joana que lo consigue, sí, señora, sí, señora. Joana Martínez acaba de ganar su primer partido en unos Juegos Olímpicos. Saludando ahora al grueso de la delegación española. No se puede empezar mejor.
Pues parece que esto se acaba. No he entendido nada, pero me alegro mucho por la muchacha. Esto ha terminado cuarenta minutos antes de lo que decían. Así que tengo la sensación de quedarme a medias o de haberme perdido algo.
Saludos y muy buenas gracias (en esto último creo que se ha líado el comentarista).
Devuelvo la conexión.

viernes, 8 de agosto de 2008

Terrazas de verano

Durante los últimos siete días, me he dedicado a un estudio detallado de las conversaciones de distintos humanos en terrazas veraniegas. Tras un análisis detallado del algunos temas recurrentes en la cosa veraniega, me doy cuenta de:

a) no tengo bebés.
b) no tengo hijos adolescentes.
c) no tengo hijos de ninguna clase.
d) no voy a adoptar en China ni me voy a inseminar.
e) no tengo marido.
f) no tengo cuernos.
g) no tengo suegros.
h) no tengo novio.
i) no tengo cuernos.
j) no estoy invitada a ninguna boda, ni despedida de soltero.
k) tengo el coche pagado.
l) me llega la nómina a final de mes y pago todos los gastos.
m) no me voy de vacaciones porque no me da la gana.
n) no me ha estafado ninguna agencia de viajes.
ñ) la conexión a Internet me sale gratis.
o) no tengo ningún virus en el ordenador.
p) puedo donar sangre porque no estoy en ningún grupo de riesgo.
q) no he cogido hongos en ninguna piscina.
r) no me han quitado puntos del carnet que me saqué a la primera en un martes y trece.
s) no tengo que madrugar.
t) no tengo queja de la seguridad social y me parece un sistema cojonudo.
u) me encanta vivir en España y perderla de vista de vez en cuando.
v) no tengo dislexia.
w) no tengo vecinos ruidosos.
x) no tengo problemas de erección ni necesidad de viagra.
y) no tendré depresión post-vacacional porque no me da la gana tenerla.
z) no tengo tratos con abogados.

A resultas de esta investigación, me doy cuenta del estado de felicidad permanente en que vivo y de ser una seta alucinógena. O de vivir rodeada de una panda de quejicosos que aburren a un muerto.

Ha sido una semana intensa. Perdonarán esta entrada.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Nido



Pues sí, ahora que se pone de moda en unos días, he de decir que allí estuve en el mes de febrero pasado (lo cuento ahora porque entonces no tenía blog para contarlo). Visitamos el Nido de Pájaro, el nuevo aeropuerto de Beijing, la vieja muralla china y lugares sin cuento. El caso es que me parece que hubiera pasado un siglo de aquello. Y es que mi cuerpo serrano pasó de septiembre de 2007 a junio de 2008 por Túnez, Bélgica, Palestina, Italia, Siria, Cabo Verde, Guinea Bissau, Mauritania, Senegal, Malí, Argelia, Marruecos, Túnez (again), China, Palestina, Israel. Y antes por India, Sudáfrica, Austria, Alemania, Francia, Inglaterra, Portugal, a ratos Marruecos, a ratos Túnez y así...

De repente, me paro y me digo que estuve allí. Que pasé un calor de muerte. Que la humedad me mataba. Que me dieron tres cólicos con la comida. Y que cualquier día de estos repito Beijing. Sobre todo, porque compartí un rato con Agatha Ruiz de la Prada. En el mismísimo corazón de Beijing. Y yo con mi camiseta del mercadillo de los martes. Y ella allí, tan colorida como iba. Para hacerle la pelota le dije que me echaba su perfume. El de la flor. Ese día era cierto y quedé como una reina mora. Qué cosas.

domingo, 3 de agosto de 2008

Sobre donaciones

Aunque aún os quedan nada menos que 33386 días para hacer votaciones sobre el blog, os paso unos datos de interés al respecto:
Con treinta y dos votos efectuados, un doce por ciento afirma que no podría vivir sin este blog, un veinticinco por ciento afirma que su vida sin este blog no es lo mismo, un treinta y cuatro por ciento dice que hay un antes y un después en su vida tras la lectura de este blog y un magnífico veintiocho por ciento, dice querer hacer una donación para mantenerlo.
Sin menospreciar los tantos por cientos favorables pero sin querer mentir también a los lectores, me interesa conocer a ese veintiocho por ciento generoso que quiere donar algo a la causa. Ustedes dirán cómo lo hacemos pero tampoco vamos a esperar treinta mil días más para empezar a hacer las transferencias oportunas.
Para compensar y animar a tan esforzados seguidores, les he puesto una musiquita nueva que he repescado esta tarde en Internet. Pueden pinchar en Jazz me Blues. Que no se diga que no he trabajado algo hoy.

sábado, 2 de agosto de 2008

Retozar

Llevo exactamente diez días retozando. El primer día que me levanté a las doce del mediodía y sin remordimientos de conciencia, me di cuenta que estaba realmente de vacaciones. Ahora voy de mal en peor. Retozo por las esquinas, me tiro por los sillones, me coloco estratégicamente delante de los ventiladores. Hago memoria para recordar dónde se tiraba mi gata (que Dios la tenga en su gloria). Acertaba siempre con los rincones más fresquitos de la casa.
Y me paso el día leyendo. Retozo, leo, vuelvo a retozar.
Ahora voy a tomarme unas cañitas y unos aperitivitos con las amistades. Que me estoy estresando de tanto retozar y esto no puede ser bueno.
Besos a todos.

viernes, 1 de agosto de 2008

Advertencia a uno de agosto

Compruebo que estoy casi sola. No del todo pero casi. Eso significa que todos os habeis dado a la fuga. Eso significa que os pasais la crisis por la entrepierna y estais haciendo un gasto que os saldrá a uno de septiembre en forma de almorrana o de cualquier otra tragedia.
Eso significa que cuando esteis de regreso y sin un duro, no os pienso soportar las lágrimas de cocodrilo. Que nadie me venga llorando en septiembre. Si alguien lo intenta, le diré que se ponga el video que grabó en la playa, en Nueva York o en las antípodas.
Mientras tanto, yo disfruto de una paz que no se compra con dinero. Y ahorro mucho. Desde mi llegada a casa y hasta el momento y van ya casi diez días, he gastado ochenta euros. Lo que significa una media de diez euros al día. Teniendo en cuenta que soy fumadora y cafeinómana no está nada mal. Cuando sea millonaria en septiembre y me vengais con los llantos, os recordaré que un uno de agosto de 2008, una servidora estaba sola escribiendo en su blog a las cinco menos cuarto de la tarde.
Y no tendré piedad de ningún tipo. Avisados quedais.