EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


lunes, 12 de mayo de 2008

Y allá a lo lejos, Mountain View...

Después de instalar el nuevo mapa, que funciona como un reloj, oigan ustedes, me meto en la casilla donde me indican no desde qué país, sino desde qué localidad del mundo se hacen las visitas.
En el "top" del listado, Madrid me marca ocho visitantes, Murcia me marca cinco visitas y, por arte de magia, allá a lo lejos, en los United States of America, me aparecen cinco visitas desde Mountain View. Y después, ya vienen otras localidades.
Google, los que vamos a morir, te saludamos.
Yo, a estos pobres de Google, les recomendaría que enchufen el cacharro en otra dirección. Conmigo se van a aburrir bastante y terminarán por no entender lo que les cuento. A quien le hayan encargado mi seguimiento, le van a tener que dar una baja por depresión. Le imagino pasándole los informes a su jefe:
Pues no sé, jefe, es una tipa muy rara, española, que cuelga monigotes en las esquinas, que cuenta sus sueños eróticos con un tal Thyssen y que escribe, de vez en cuando, cosas en lenguas muertas o moribundas. O casi agonizantes.
Y el jefe bostezando.
Google, los que vamos a morir, te saludamos. Pero enchufa la antena en otra dirección, que esto os va a aburrir mucho. El que avisa no es traidor.
Os recomiendo en este punto que pincheis el blog "Historias de otros". A la derecha. Un señor, antes que yo, fue observado desde Mountain View. Y lo cuenta con mucha gracia en su blog. A él también le salió otro punto gordo en su mapa desde tan exótico lugar.
¿Os he dicho que esta semana es más corta?

6 comentarios:

Ángel dijo...

No has de preocuparte. Yo soy el visitante ocasional de Mountain View. No te lo había dicho por humildad.

Alejandra dijo...

No me preocupaba, Sr.Ángel, hasta que le he leído, claro. Me preocupa que le han hecho a usted el encargo de vigilar este lugar. Desde allí, han entrado en cinco ocasiones. Claro que más me preocupa una visita que tengo desde Tomelloso. Que yo sepa, allí Google no tiene sede. Ni yo conozco en Tomelloso a nadie interesado por mi persona. Suelo pasar unas cuatro o cinco veces al año por tan bella localidad, pero juro que paso, respetando la velocidad de crucero, pero sin mirar a izquierda y derecha. ¿El de Tomelloso no será su primo, no?.

Jesús dijo...

Yo no me preocuparía, debe tratarse de lo normal, un robot que nos visita de vez en cuando para saber qué nos falta, licuar a los muertos para dárnoslos por vía intravenosa, y asegurarse de que seguimos produciendo electricidad.

Gracias por la visita y las referencias. Seguimos leyéndonos.

saludos,

Jesús.

Alejandra dijo...

Gracias por su visita, Jesús. A mí es que todavía la idea de ser visitada por un robot que viene a licuarme un muerto para encenderme las bombillas (o eso he creído entender) supera con creces mi limitado intelecto.
Soy más de la tapita, si acaso un vinito en una locura y un exceso. Nos seguimos leyendo. Confío en usted que demuestra esa valentía inaudita ante semejante bicho que nos vigila.

Jesús dijo...

Yo también soy de la tapita

saludos,

Alejandra dijo...

Al final, tanto ir y venir con el monstruo observador, lo eliminé. Era una versión gratuita y tampoco iba a pagar yo por mirar puntos.
Saludos.