EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


sábado, 3 de mayo de 2008

No se debe justificar el texto

En mi afán por seguir aprendiendo cosas sobre las tripas de un blog, me encuentro con un consejo (compartido por muchos usuarios) sobre la justificación del texto a derecha e izquierda. Una inmensa mayoría dice que no se debe justificar el texto, como en libros o periódicos, porque en esos medios se pueden separar las sílabas al final de la línea, pero en la web eso no se puede hacer y, por tanto, quedan huecos en blanco muy amplios entre las palabras y eso perturba la lectura.
Hagamos la prueba:
Porque el sapientísimo Jerónimo, mi compañero, que entiende mucho de estas cosas, está dispuesto a reconocerles un alma, aunque rudimentaria, al león, al elefante y a los más selectos carnívoros; en los días en que está más optimista se muestra benévolamente dispuesto incluso con el pelícano, pero con el jabalí nunca jamás. Por mucho que le insistamos, siempre se ha negado a concederle el privilegio de una segunda vida.
Porque el sapientísimo Jerónimo, mi compañero, que entiende mucho de estas cosas, está dispuesto a reconocerles un alma, aunque rudimentaria, al león, al elefante y a los más selectos carnívoros; en los días en que está más optimista se muestra benévolamente dispuesto incluso con el pelícano, pero con el jabalí nunca jamás. Por mucho que le insistamos, siempre se ha negado a concederle el privilegio de una segunda vida.
Yo es que soy de la vieja escuela, a lo que parece. Me gusta más la primera versión.

29 comentarios:

SOMMER dijo...

Alejandra, no hay color entre una opción y otra. Ante todo hay que ser elegante, y no hay mejor forma de serlo que justificando los márgenes de un texto. Creo que la no justificación de los márgenes era para cuando no existían los ordenadores y te las tenías que ingeniar para, de alguna manera, ajustar las palabras al ancho de la línea.
Hay que decir que, como todo, eso también era un arte.

ABrazos

Alejandra dijo...

Por eso digo, sommer, que soy de la vieja escuela. A mí me enseñaron mecanografía cuando tenía trece añitos y tenía que justificarlo todo. Pasaba horas mirando aquellos márgenes, poniendo guioncitos, rayitas y cuadrándolo todo como Dios manda. Hay tres cosas que se tienen que haber aprendido antes de cumplir los 19: a justificar un texto, a conducir y a pasar un huevo por agua y dejarlo en su punto.
A ver si no, a qué hemos venido aquí.
Otro abrazo.

Antonio Rentero dijo...

Nomino a NO JUSTIFICADO para que abandone el blog.

A mí me gustariá que se pudieran justificar ahsta estos comentarios... auqnue algunos son totalmente injustificados :-)

Alejandra dijo...

Cuánto honor con su visita. El no justificado queda nominado para siempre. Y, por lo demás, ni idea de cómo justificar el resto. Pero a estas horas, vamos a dejar un margen.

Antonio Rentero dijo...

Acertada medida lo de dejar unh márgen. La pregunta, peliaguda por demás por lo que de comprometido tiene, sería ¿a la izquierda o a la derecha?

;-)

Alejandra dijo...

Yo creo que a la derecha del Padre sólo pueden estar los puros de espíritu. Y no es mi caso. Pero si a usted le viene bien que se ponga a la derecha, no hay más que discutir. Eso sí, se va a aburrir mucho cuando se siente con los justos y puros de espíritu. Avisado queda.

Antonio Rentero dijo...

Como buen motero no puedo sino recordar las sabias palabras "las chicas buenas van al cielo, las chicas mañas van a todas partes".

Digamos que dejo el márgen a la derecha pero me arrimo peligrosamente a la izquierda. Tanto que de seguir así el PP y ya que dice Julio Anguita que vuelve a la política, no descarto terminar votándole y todo. Está la cosa muy mala.

Alejandra dijo...

Fíjese si está mala la cosa que yo he abierto una campaña en esta página para destituir al santo varón, patrón de los periodistas, por la rana Gustavo. Para empezar, tiene usted abajo un video del batracio cantando "Soy minero". Observo que usted podría votar perfectamente al batracio. En ese margen tan amplio que se deja, entre el PP y el Califa, la rana no es mala opción.
Saludos al alba.

Antonio Rentero dijo...

Uy, es que no soy yo muy de los verdes. Si hasta estoy a favor de la energía nuclear... eso sí, soy respetuoso con el medio ambiente, me da reparo hasta matar una lagartija y corto los plásticos de las latas para que no se enreden en ellos los peces y las gaviotas...

Alejandra dijo...

¿Ve? Ese problema no lo tengo yo con los peces y las gaviotas. Es la ventaja de ser de secano y tierra adentro. Y las lagartijas las guiso en un puchero muy rico que aprendí de mi abuela paterna. Ya le enseñaré, ya.

Antonio Rentero dijo...

¿Y en el recetario de la abuela no hay nada con buey o cordero?

Yo es que la lagartija como que no le encuentro la gracia una vez muerta.

Alejandra dijo...

Ahí le vamos a dar la razón: la lagartija viva, y cuando le cortas la cola, es muchísimo más graciosa. De buey, no tengo receta. De cordero, que me es más familiar, tengo unas cuantas.
Visto lo visto, habremos de dedicar un capítulo a recetas. Porque íbamos justificando, Antonio, querido, y miro a derecha e izquierda y usted y yo, nos hemos quedado solos.

Antonio Rentero dijo...

Un ejemplo más de la soledad del corredor de centro...

Alejandra dijo...

Llegados a este punto equidistante, se supone que le debería invitar a un cigarrillo. Aunque si ahora me dice que su religión se lo prohíbe, me caigo de espaldas. Imagino que sabrá que este es un blog de fumadores.

Antonio Rentero dijo...

Le agradezco el detalle pero no he fumado nunca y no por religión, gracias a Dios :-)

Seguro que encontramos algo a lo que me pueda invitar... y no, no sabía lo del blog de fumadores... ¿exclusivo o excluyente?

Alejandra dijo...

Lo cierto es que le he metido muchos metros al blog, a pesar de la crisis, y hay varios ambientes. Lo malo, es que yo no bebo alcohol. Nunca. Así que, nos podemos echar un parchís o un trivial. O un té con pastas, como las abuelas. Con eso, quedaría todo absolutamente justificado.

Antonio Rentero dijo...

Yo del alcohol sólo vino con las commidas, de calidad, conciso en cantidad y ocasionalmente en frecuencia.

Así que no se hable más, le acepto las pastas y el té y un tablero de parchís.

Alejandra dijo...

Me pido rojas, fíjese qué cosas. Cambio mi té por café (soy más cafetera que tetera). ¿En su blog o en el mío?.

Antonio Rentero dijo...

Pues yo jugaré con azules, que para eso es mi color favorito, prácticamente todos los días del año llevo algo de ese color.

En el mo blog no sé si habrá, desde luego en mi casa sólo tengo dos botes de café. Uno que compré para una novia y que casualmente me está durando más que la susodicha. Creo que es soluble.

El otro sé que es café, pero ya de ahí no paso (igual hasta es descafeinado) pq lo metí en su día en el típico bote que te regalan a juego con el del azúcar y claro, el azúcar para la siguiente vez te acuerdas de lo que es, pero varios meses después, el día que hay que echar mano del café no me acuerdo ni de la marca.

En cualquier caso, donde usted prefiera, comenzaremos a instalar en los blogs las máquinas de café, té, pastas y lo que venga bien.

Por cierto, ya que sale el tema... ¿algún cafetín árabe capitalino favorito? Mi preferido es el Alhambra (entre la iglesia del Carmen y la estación del tren).

Alejandra dijo...

Yo tengo vicio por Sant' Eustachio, il caffé, dal 1938 a Roma. Y hay uno por el que no paso, ni muerta: El Dromedario.
No sé a qué café se refiere. ¿Capitalino de la capital de Ucrania?¿O capitalino de la capital misma?¿O de qué capital...?.
Me estoy liando, creo.

Antonio Rentero dijo...

De la capital del Sacro Imperio Murciano, evidentemente.

Hay más capitales, pero están en esta.

El Sant´ Eustachio y el Dromedario no tengo al placer, mi dispiace :-(

Alejandra dijo...

Es un café cojonudo que compré en Roma, en una tiendecita donde lo muelen y te lo hacen. Para morirse. Y el Dromedario era uno que mi madre me metía en el bote de Marcilla hasta que se me perforó el hígado y, sólo entonces, reconoció que lo había hecho por la economía familiar. Estuve tomando Dromedario un año y pensando que era yo, que había perdido el gusto por la vida. Hasta que comprobé la etiqueta.
En el Sacro Imperio Murciano he estado sólo tres veces en mi vida: dos de ellas para opositar y una, para ver amistades. No conozco ese café. Y apenas sí conozco el Sacro Imperio. Todo se andará.

Antonio Rentero dijo...

Mujer, pues hay que pasar más por aquí, que además tenemos las tiendas de Salzillo tea&cofee donde cuentan con infinidad de variedades de café para hacerse con la cantidad/mezcla que considere más oportuno, y pese a no gustarme nada el café, entrar en una de esas tiendas y deleitarse con el olor a grano y a molido y a todo es una delicia.

Hay que ver las madres lo que hacen... la mía no nos compraba ColaCao... pero claro, éramos 5 fieras que parecíamos híbridos de Critters y La Marabunta y probablemente la ingesta masiva del desayuno de los campeones habría desequilibrado el presupuesto familiar hasta el punto de impedir a los más pequeños haber podido estudiar en la Universidad.

Retomando el hilo, cuando se aventure a una cuarta visita a la Perla del Segura avise.

Alejandra dijo...

La primera vez que estuve en la Perla, me tomé un café al lado de la Catedral. Il Caffe di Roma, creo que era la cosa.
Siempre se puede repetir. Avisaré. Sobre todo para que me lleven de tapitas ricas por ahí, que tengo buenos recuerdos.
Muy buenos.

Antonio Rentero dijo...

Un clásico.

Marco incomparable (¿como era el marco? incomparable ¿como era la situación? dantesca ¿como es el Rey? campechano) pero ya que le gusta el tema africano me permitirá, además del inevitable tapeo, insistir con la recomendación del Alhambra, que no sólo es cafetín sino tb restaurante marroquí muy respetable.

Lo dicho, si es que no cambio yo mi Murcia por nada.

Alejandra dijo...

Yo, por añadir algo, pondría y quién es él y a quién dedica el tiempo libre.
Me temo que voy a tener que dedicar una entrada a Murcia, región donde vive el sol. Porque los murcianos viven en mi blog, como habrá observado usted.
Y sí, la Catedral y el marco, incomparables. Y el Rey, campechano. Y la Reina, griega.
¿Crees usted que alguien no estará leyendo a estas alturas?

Antonio Rentero dijo...

Pues no sabría decir... eso usted, que nos tiene localizados por procedencia geográfica en ese mapa tan mono del lateral del blog igual se entera tb de si hay alguien apostado junto a este blog devenido en chat.

Y sobre la generosidad murciana... en fin, que le voy a contar...

Alejandra dijo...

Abusando de su generosidad, debería usted meterme una entrada en la última que he puesto, la de Pepe. Tengo al Pepe, descojonándose de mí, porque no tengo ninguna contestación.
Así le callamos la boca, a este mastuerzo.
Y ponemos a prueba su generosidad murciana.
Se le recompensará.

Antonio Rentero dijo...

Marchando...