EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


viernes, 16 de mayo de 2008

¡Última hora!





Mi Lancia Ypsilon del 2002 y yo (que somos como mi Mono Amedio y yo) hemos superado la ITV, después de que nos hayan revisado y hurgado los bajos y manoseado los amortiguadores.
Mi coche, por si alguien lo dudaba, es femenino. Como lo es en todas las lenguas decentes del mundo. Ahí la teneis: hecha una campeona.
Se me ha olvidado decirles que hay una palanca por el suelo y que no me acuerdo para qué servía. Creo que es la que regulaba la altura del volante. Espero.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡La cochecita!
¡Qué cosita más mona!

Alejandra dijo...

La cochecita, Paco, sigue viva, como puedes observar. Con sus 45.000 kilómetros a cuestas. Vive y duerme en la calle. Y nunca me ha dejado tirada. Nunca.
Y sigue teniendo ese hueco maravilloso para poner un bolso, como corresponde a un coche en condiciones.
Sólo se me queja cuando tiene que adelantar un trailer en tiempo récord. Pero ahí la tranquilizo y le digo que podemos con eso también.
Hace dos días, en Chamberí para más señas, dejaron un cartelito en el parabrisas que decía: ¿Quieres vender tu coche?.
Cogí un bolígrafo y escribí: Antes de traicionar a mi campeona, me corto la mano. A cagar a la vía.

La última frase fue violenta, lo reconozco. Pero no se puede ofender a una dama, en plena calle y a plena luz del día.

Donde esté mi cochecita que se quiten todos los automáticos.