EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


jueves, 22 de mayo de 2008

¿Con quién me peleo el sábado?



A estas horas, mi hermano y mi cuñada andan viajando a Nueva York. Hará unas cinco horas que salieron de Madrid. Y yo, aquí. Mirando el cielo y mirando fotos. Ya intenté poner mensajes y andan desconectados en las alturas. Pasadlo bien y esas cosas. Y yo aquí, mirando el blog.


Se me hace raro entre otras cuestiones porque siempre soy yo quien está en las alturas de madrugada y quien pone mensajes al llegar, al volver, al alcanzar la cama del hotel. Esta vez me toca esperar, envidiar, imaginar y pensar en el retorno.


Pasadlo bien, hermanos, que aquí nos quedamos muertos de envidia. Miraré estos días el mapa para ver si me aparece un punto gordo en New York.Y no traigais ningún regalito. No se pueden tener ya más estupideces dentro de una casa y bien conoceis mi síndrome temprano de Diógenes. Si acaso, llevadme la próxima vez. Prometo portarme bien y ser discreta.


Se os echa ya de menos. A ver con quién me peleo yo el sábado por el aperitivo o por las croquetas de madre.
(Entra un sms a las 3:33 hora española donde se me anuncia que ya estamos allí. Al-hamdulillah bi-salame...)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaba yo pensando que si quieres ya bajo yo y peleo por lo que tu madre cocine, sea lo que sea prometo pelear y disfrutar!!!!
Yo pelearé con unas pelusillas que se están amontonando por mi casa, los últimos cristales de la ventana del º que cayó sobre mi terraza y, si mi alma me lo permite, pelearé con las enormes ganas que tengo de vaguear y haré algo de bien y provecho.
En fin, si ves que no tienes con quien pelear te ofrezco un sillón confortable y una nevera acomodada.
Nos vemos solete. Almu

Alejandra dijo...

No sé qué menú propone madre para el sábado pero estás invitada, por supuesto. Pero me tienes que prometer que te peleas a muerte por una croqueta, que peleas de verdad, que sientes que la croqueta es la razón de tu vida. Mi madre siempre las pone impares. Lleva toda la vida poniéndolas impares. Y llevamos toda la vida peleándonos por la que no cuadra.
No hay más pelea en mi casa que esa. A ver quién se queda la croqueta de madre.
Así que preparate para la cosa.

Anónimo dijo...

estoy pensando k deberia ir yo tambien a probar ese aperitivo de la tita. un beso. mariola

Anónimo dijo...

Jope, Alexei, es que me pongo a pensar en las mesas de fin de semana que prepara tu madre y me pongo mala... de gusto. De buena gana me iba a verte a Cuenca este finde a hartarme de zarajos en la posada esa cuyo nombre nunca recuerdo, contigo y con Almu, ay que nostalgia. Para compensarlo algún tayín y poco más...quien me diga que la comida marroquí es muy variada, le parto la cara: pastela-cuscús-tayín (sota,caballo y rey) y para romper la monotonía, unos pinchitos...

Alejandra dijo...

Mariola, guapísima, qué alegría que te apuntes a este barco. A tu favor, diremos que eres la primera de la familia que no sólo se mete en el blog sino que, además, escribe un mensaje. Si es que te tengo que querer. A ti, al loco de tu marido y primo mío y a ese pedazo de hija que tenéis que es la gloria de Andalucía y orgullo de mi casta. Te has ganado una croqueta de la tita, mi madre, o sea, por salerosa.

Y, Mónica, en pocas ocasiones la mesa de mi madre ha tenido comensales tan agradecidos como tú. Que da gusto verte a la mesa, con esa cara iluminada y esa sonrisa. Y esos dos carrillos sin parar que no dejas zarajo ni croqueta sin cabeza.
Habrá que montar una buena. Estoy por proponer una fiesta gastronómica para mi próximo aniversario.
Y sí, de la variedad marroquí podemos dedicar un capítulo.
Se te olvida la harira, mujer. Que te veo rencorosa. ¿Quieres que te lleve unos caprichitos de ibérico para el fin de semana?.