EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


sábado, 10 de mayo de 2008

¿Qué sientes tú?

Nunca me habían hecho una pregunta así a estas horas y sin haber puesto aún la cafetera de las seis de la tarde.

Esta del gorrillo podría haber sido yo. De no ser porque no soy yo, que es ella. Me ha caído bien la muchacha y por eso la cuelgo aquí. De bien que me ha caído, me ha caído bien hasta el gorro. Que qué siento yo, cuando lanzo mensajes al cielo o al infierno.

Voy a poner la cafetera y luego le contesto. Mientras tanto, que contesten los jóvenes amigos que van entrando por aquí. Ahora, más que nunca, os tengo fichados: Rancagua, Molina de Segura, Aravaca, Mexico,Murcia, Rabat, Pamplona, Madrid, Bronx, Estocolmo, Pozuelo de Alarcón...No teneis ya salida, ni más remedio que contestar a la del gorrito.

¿Qué sientes tú?. Luego vuelvo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen video, si señor. Te hace remover las entrañas. En el fondo, si yo fuera una personal normal, sentiría eso mismo cuando hablo en internet, un remover tus cosas a nivel intergaláctico. Como en un espejo, esperar un reflejo del otro lado, sea una imagen real o bien una deforme. Poder pensar que lo distinto de lo que te llege rebotado lo es , dependiendo de la superficie donde se refleje, de su densidad, de su índice de refrección (se nota que sé de óptica física...), y de lo que uno mismo es y quiere oir.
Todo esto es si fuera una persona normal, pero como no lo soy, y además hoy estoy triste...lo que siento, como decía aquel, es...es ..."siento risa, siento gente....siento quinse, siento veinte..." Ea.

Alejandra dijo...

A mí el vídeo me hace gracia sobre todo por la sencillez de la chiquilla, con su cigarrito, su gorrito y por otras cosas que me inspira y son largas de contar.
El caso es que también me hace gracia porque cuando pasen ochenta años y nuestros descendientes lean los blogs que se han quedado colgados por aquí y sin dueño que los mueva (tal vez alguien se encargue de borrarlos o tal los declaren Patrimonio de la Humanidad) se reirán muchísimo a nuestra costa. Como nos reímos de los bisabuelos cuando veían venir el tren.
Esa sensación tengo yo. Cuando Internet sea tan habitual como tener un bolígrafo bic en casa y quitarle el capuchón, imagino que ya nadie se planteará que sea extraño conocerse por aquí. Ni que sea frío. Ni ridículo.
A mí, aún hoy, me resulta más extraño "conocer" a alguien en una discoteca donde veo que me gesticula, pero no oigo lo que dice. Y los humanos dan eso por normal: un antro lleno de humo, ruido y así.
Con lo tranquilo que se vive en un blog.
Un beso, Alejandro. Podemos decir que le debemos el conocernos a Internet. Y a mí, por ahora, me resultas de todo, menos frío.