Ya sabeis el vicio que yo le tengo a Ibn Hazm que se llamaba en realidad como reza arriba: Abu Muhammad Ali Ben Ahmad Ben Said Ben Hazm. Que para sí lo quisiera Froilán de Todos los Santos. Viciosa o no de Ibn Hazm, hoy me encuentro con que dice así:
"Yo tenía un amigo a quien aposenté en mi alma, haciendo que entre los dos no hubiera la menor desconfianza, y al que consideraba como un precioso depósito y un tesoro. Mi amigo empezó a mostrar una reserva a la que no me tenía acostumbrado. Yo aguanté durante algún tiempo, parecido al que basta para que un ausente regrese o un enojado se desenfade; pero, como no hiciese sino aumentar en su despego, acabé por dejarlo con su actitud".
Eso mismo.
4 comentarios:
Si yo soy un poco más libre, más culto, más sensible, más tierno, más refinado y más humano es porque en su día conocí a Ibn Hazn (en la deliciosa traducción de don Emilio García Gómez, claro, que a uno no le da el cuero para leer en la lengua en la que tú eres docta, Alexei)y si lo conocí fue, en buena medida, porque tú me lo recomendaste. Sinceramente, creo que no hay un libro más certero para expresar todas las variantes de la amistad entre las personas: de la simple salutación cortés a la entrega y la confianza -casi- absolutas. Por eso, no tengas cuidado si el desánimo intenta herirte con saeta traicionera, que el buen Ibn Hazn te ofrece una buena loriga con que protegerte. Y, si además de loriga, tienes a un buen escudero, pues mejor que mejor...Y vaya esta media verónica a pies juntos a modo de remate:
"Claramente distingo hasta el rostro de las hormigas, mientras a ellos se les ocultan los refugios de los elefantes." Fernando Al Sahafi Isbani.
Como siempre, haré caso de tus sabios consejos. Disfruta de tus vacaciones y ya te avanzo que merece la pena tener esto abierto, con tal de leerte. Aunque te recuerdo el hueco del blog multidisciplinar. Sin hacer sangre, pero ese hueco es tuyo.
Corazón de melón...
No sé cómo tomármelo, anónimo. Si como más corazón que melón o más melón que corazón.
Saludos y gracias por su intervención, que me ha dejado mucho más tranquila.
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