
Para ilustrar esta entrada con la que no pienso añadir nada nuevo a vuestras vidas, pongo una fotografía antigua que me aparece en mis archivos (es bueno hacer limpieza de vez en cuando) de un establecimiento de Damasco. El Tele-narguile. Hay un número de teléfono por si os apetece fumar una pipita y os la pueden acercar a casa. Que tiemblen los chinos en sus motos, con sus cascos y sus rollitos de primavera. Que tiemble el mundo del telepizza. Que tiemble el mundo, en general.
Mientras tanto yo, me voy a dormir.
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