EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


martes, 3 de junio de 2008

Crisol de la raza ibera

Ahí estamos. En Toledo. Diré que después de terminar la charla, que la cosa iba de charlas, me di un paseo maravilloso por la capital toledana, la noche estaba estupenda, la gente estaba en la calle y me llevaron a cenar a un sitio inolvidable de cuyo nombre ya no me acuerdo pero donde nos pusimos ciegos de todo lo mejor que se pueda una llevar a la boca.

La próxima etapa: Málaga. Prometo publireportaje. No recuerdo la última vez que estuve allí de puro pequeña que era. La siguiente etapa ya requiere de pasaporte. Me temo que tendré abandonado el blog hasta que el avión no nos separe.

O no. Todo dependerá de la conexión, la latitud, las ganas y el desparpajo que me entre.




14 comentarios:

Paul Spleen dijo...

¿En Málaga? Yo iría a El Pimpi por la noche. Si tienes suerte, si eres rica y eres famosa, te dejan firmar con tiza en los barriles de vino.

Alejandra dijo...

Aprovecharé esa recomendación que me haces. Sólo espero que, en mi condición de pobre y desconocida, no me hagan comerme la tiza. Soy muy sentida con estos asuntos. ¿Y por el día, dónde iría?. De noche, soy muy de camisón y orinal. Poco sugerente, lo sé, pero es lo que hay.

Anónimo dijo...

ste fnde nosotros tambien stamos en malaga, ponte en contacto con el primo y vamos al Pimpi y k pague él. un beso.

Alejandra dijo...

S.O.S: ¿Con qué primo me tengo que poner en contacto?¿Quién eres, anónimo?¿Qué regalan en El Pimpi que todo el mundo va allí?¿Quién soy?¿De dónde vengo?¿Adónde voy?

Anónimo dijo...

perdona por no haberme identificado, tienes k hablar con tu primo Juan (el del pueblo). Soy Mariola.

Alejandra dijo...

Eso se hará hoy mismo, querida Mariola. Hay que ver cómo sois en el pueblo de misteriosos, que me venís de anónimos y se cree una que le ha salido un primo en Málaga. Por un momento, pensé que sería el dueño del Pimpi que, directamente, se había puesto en contacto conmigo.
El primo Juan será contactado hoy sin demora.
Besos.

Anónimo dijo...

Alexei, qué guapa que estás en la foto!

Alejandra dijo...

Gracias por el piropo, Mónica. Sólo me lo has dicho tú y mi madre, así que estoy por ponerte en un altar.
O bien, recomendarte a un buen otorrino marroquí para que, al menos, te conserve el oído que con tu profesión es importante tener las orejas atentas.
Un beso y se agradece de nuevo el piropo. Me has quitado de encima dos años, tres meses y unos quince días de vejez.

kader dijo...

Ahora que estamos en plena efervescencia de polémicas gastronómicas, me decanto por Santi Santamaría y en Málaga, a mediodía, vete al Palo y come en cualquier chiringuito de la playa que te dé buen rollo. Espeto, vinito, cigarrito, solecito y paseito por la playa.Seguro que algo bonito te ocurrirá. Besos

Alejandra dijo...

Llego a Málaga la mañana del viernes y regreso la tarde del domingo. Por ahora, tengo comida en el Palo (recomendación de Kader), cena en el Pimpi (recomendación de Paul) con la compañía del primo y la prima (recomendación de ambos) y aún me queda el viernes por la noche y el desayuno del domingo.
En todo esto veo yo un inconveniente: que estoy de servicio en esos tres días. Y, por otra parte, observo mucho vicio. Que no veo mucha recomendación a museos ni teatros. Pero que mucho vicio enquistado, mucha depravación.
Y el cigarrito, Kader, no me lo va a quitar nadie, al solecito, como los lagartos.
Un beso.

Paul Spleen dijo...

Matizo: el Pimpi es para después de la cena. ;o)

Alejandra dijo...

Con lo torpe que soy organizándome mi agenda de ocio, terminaré comiéndome a mi primo, desayunando en el Pimpi y buscando los barriles de vino en la playa. Ya le contaré, ya. Y gracias por el matiz.

Paul Spleen dijo...

No se coma usted a su primo, que el cuarto grado también es incesto. Páselo bien, pero sin obscenidades.

Alejandra dijo...

Aún quedo más agradecida por el segundo matiz sobre el asunto del incesto. Mucho me temo que la prima que arriba escribe y esposa del primo, no me iba a dejar comerme nada. Además, sería como comerme a un hermano pequeño que le he visto los pañales. No sólo sería incesto sino perversión de menores, casi. Está feo el asunto.