
Lo dicho. Pepe cumplió su amenaza y me envió las fotos. Desde aquí, gracias al fotográfo por su paciencia, arte y voluntad.
Y ahí está. Era inevitable. Tres eran tres.
Se abre un espacio para que se pueda adivinar qué es todo eso que cuelga detrás de nuestras cabezas, dónde estamos, por qué nos reímos.
Se admiten apuestas.
2 comentarios:
Si no hay premio no apuesto. Me quedo con Axa, Fátima y Marién.
Me pido ser Axa, por motivos que no puedo desvelar dada mi condición.
Se me ocurre que el premio podría ser una cena en el lugar donde se hizo la fotografía. O bien, un litro de Capricho Andaluz.
O los dos.
Me gusta más la primera opción, por motivos que tampoco puedo contar.
Publicar un comentario