Bien, amigos, queridos, conocidos, desconocidos, enemigos, hermanos, hermanas, señoras y señores: Comienza la cuenta atrás para volver a trabajar. Me queda una semanita para que eso suceda. Una semanita y un día. El día 1 de septiembre (D.m) regreso a la Capital del Reino. Eso hace que, de golpe, se me comiencen a ordenar las neuronas, el sueño y las costumbres por arte de magia.
Dicho esto, os diré que se me ha puesto una piel de bebé de no hacer nada que ni os cuento. Ni he viajado, ni he hecho miles de kilómetros, ni he sacado fotos, ni he sacado videos. No tengo nada que contar ni ninguna aventura en el desierto a lomos de un camello. Ni he subido a la Torre Eiffel ni he bajado a los abismos. Ni falta que me hace.
Podeis dejar vuestro mensaje de pésame a continuación.
2 comentarios:
Pues si no es mucha molestia en vez del pésame, le voy a dar a usted el relevo. Porque ahora soy yo la que se queda de vacaciones. Unas vacaciones así, a mí manera, a la forma española, la del parado! Pero antes de volver al mundo de las personas currantes, por favor, dame un par de consejos o algo, que creo que no me estoy adaptando bien! Anoche me acosté sobre las tres de la mañana y a las diez ya estaba en pie pensando que sería super tarde y que era genial por poder descansar tanto... Y he dormido siete horas de mierda!!! Estoy en paro oiga! Quiero disfrutar de mi nueva situación un par de días!!
Y en vez de eso, duermo diez horas, me levanto antes de que abran los centros comerciales y ya estoy inscrita en seis oferta más de trabajo...
Necesito un psicólogo! Y todos están en paro y sin posibilidad de ejercer!
Esto no puede seguir así!! Por lo menos una semanita de relax, no???
Alejandra dame el secreto de la eterna vaguedad!
Pues yo podría darte algunos consejitos para desentoxicarte pero lo de la "eterna vaguedad" no lo controlo. En mis espacios de ocio y recreo, lo de eterno no se contempla. Como mucho, y no me quejo, me dura treinta días la cosa.
De hecho, y para darte pistas para aterrizar, te puedo decir que hoy, por primera vez en tres semanas, he madrugado como las personas mayores. Eso es signo de muchas cosas, entre otras, que mi cerebro y mi cuerpo saben que en siete días, madrugar o no, no es una opción. Así que, inconscientemente, mi cuerpo se activa a primera hora de la mañana porque sabe que si no es así, será mucho peor.
Y esto es lo que hay. Lo de la eterna vaguedad sólo lo veo si te toca una primitiva o si te encuentras al barón Thyssen redivivo y le haces gracia. Ve asumiendo que el resto, somos pobres.
Besos.
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