EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


martes, 19 de agosto de 2008

Arroz negro

Lo bueno de estar de vacaciones es que, además de dormir una media de diez horas diarias (cosa que no sucedía desde hace unos once meses), me invitan a comer un arrocito negro. No sé si me merezco la invitación pero la he aceptado con los ojos cerrados y la boca entreabierta.
Incluso me he levantado temprano para ir haciendo hambre e idea.
Os cuento a la vuelta.

2 comentarios:

Marta dijo...

Cuidado con lo que cuentas. Sé dónde vives, con quien te juntas y dónde tienes la última cicatriz de guerra... He dicho!

Alejandra dijo...

Marta, querida:

Es cierto que hay gente que tiene que mirar aquí a diario por si las moscas. Veo por tu mensaje que estás inquieta y que has pasado a formar parte de ese grupo de gente que leen mi blog. Ni que tuviera yo información privilegiada del cajón de fotografías de tu familia en los últimos cuarenta años. Ni que nada de eso pudiera afectarte a ti personalmente.
Tranquila, a pesar de gozar de información privilegiada, no suelo hablar (a menos que se me torture). Pero sí, has pasado a formar parte del grupo de gente condenado a leerme el resto de sus vidas. Es triste, pero es así.
Por ahora, sólo diré que el arroz ha merecido la pena. Aún más la compañía de tu familia.

Un beso.