EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


lunes, 28 de julio de 2008

Sderot (18.07.2008)



Sólo seis días antes de la foto de Barack Obama pronunciando un discurso en Sderot junto a Tzipi Livni, una servidora andaba visitando el Sapir Academic College de Sderot y subiendo a una colinita con la esposa de Amir Peretz, Alchama o Ajlamá (que ya no saben cómo escribirla) Peretz y candidata a la alcaldía de Sderot.

Desde allí, se ve Beit Hanoun y los sistemas de detección de los misiles para avisar a la población de Sderot. Al Sr.Amir, no tuve el gusto de saludarle. Y con Obama, no hubo ocasión de encontrarnos por más que me venía siguiendo los pasos. Pasé yo por Sderot y él vino detrás. Llegué a Ramallah y llegaba al día siguiente. Se ve que sus asesores debieron copiarme la agenda y el Obama, como un mal estudiante, me copiaba los apuntes. Qué cosas.
La charla con la señora de Péretz fue larga y tendida. Pero como se empeñó en tenerla en la colina, mientras a lo lejos se veía Beit Hanoun en Gaza, estaba una ya con las neuronas escurridas y el sudor a flor de pie. Además, no le veía yo la gracia a estar allí de charla amena, esperando a ver si caía algún misil o sonaba alguna alarma, mientras intentaba seguirle el argumento. Que digo yo, que siendo una población con tanto búnker y tanta cosa, bien podíamos haber charlado en un despachito con aire acondicionado y limonada fresca. Pues no. Otra vez, cincuenta grados a la sombra, descampado, torres de alta tensión alrededor y aquella buena mujer hablando de "entendimiento" que ya dice renunciar a hablar de procesos de paz.
Observo, además, que a Obama no le subieron al Calvario y le trataron mejor. Cosa que todavía no he entendido.
Después de aquella mañana, se puso rumbo a Nazareth. Que con mi visita de hace dos años a Belén, me completaba bastante el mapa sentimental de las navidades de mi infancia. Porque la burra iría caminando hacia Belén, pero Jesús, Jesusito de mi vida, eres niño como yo, era el de Nazareth. Y allí, intenté dormir a pierna suelta, de no haber sido porque mi vecino de habitación y según sus normas, no podía bajar la televisión porque estabámos ya de reposo judío (me tragué todas las noticias de la BBC). A un tiempo, unas familias musulmanas me celebraban una boda debajo de mi balcón. Y yo, católica y apostólica, estuve a punto de sacarme las maracas de Machín y cantarles lo de los angelitos negros. Para completar tan tierna escena. Dos horas, dormí. Dos. Así me fue al día siguiente.
Barack Obama pronuncia un discurso en Sderot junto a Tzipi Livni (EFE).

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