EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


martes, 29 de julio de 2008

Jenin y Nazareth (19.07.2008)

Pues después de la fina visita a Sderot, tuve a bien dormir en Nazareth y plantarme en el puesto de control de Jalame al día siguiente (exactamente a las seis de la mañana) con la sana intención de entrar en Jenin. La intención era sana pero eso me costó estar tres horas sentada en una piedra para, finalmente, regresarme por donde había venido porque, sencillamente, no me dejaron entrar en Jenin. Es lo que hay.
Así que pasé el resto de la mañana dando vueltas por Nazareth, con una sobredosis de crucifijos y rosarios que ni os cuento porque de recordarlo me mareo.
Eso sí, la tarde-noche la compartí con Samira Khoury, una señora ya de unos cuantos años y de historias interminables. Y así me estuve con la anciana venerable hasta las dos de la madrugada que, cuando quise irme a dormir, casi volvía a ser ya de día. Está claro que las abuelas de Nazareth están hechas de otra pasta. O de madera de olivo. O de vaya usted a saber qué. Pero ahí quedé casi en coma profundo. Hasta recuperar mi ser y mi conciencia unas horas más tarde.

2 comentarios:

Paul Spleen dijo...

Si escribe usted Nazareth con -th, ya no sé qué será lo próximo: ¿que las Martas se llamen Marthas?, ¿que las Esteres se llamen Estheres? Uy, perdón, esto último ya pasa…

Bienvenida al mundo de los vivos. Por cierto, qué originalísimas son siempre las noticias árabes, qué chispa, qué poca monotonía y cuánta invención y genio por parte del periodista… (Nótese la ironía.)

Alejandra dijo...

Mi estimado y nunca bien ponderado Paul Spleen:

Lo próximo será convertirme al budismo. Y si no, al tiempo. No le quepa la menor duda. O la Iglesia de la Cienciología que le tengo fichada la sede en Madrid. O tal vez, en la temporada de otoño, me apunte a clases de hebreo que tengo la sinagoga al lado de mi casa. Lo próximo será cualquier cosa. Y lo peor está por venir. Pero la cosa es que yo estuve en Nazareth. Y no me pregunte por qué.

Más que periodismo es un parte del Ministerio de Asuntos Exteriores. En cualquier caso, la prensa árabe no se destaca por su originalidad. Justamente comentaba yo ayer con un amigo periodista este tema. Hubo un tiempo en mi vida en que mi tarea principal de ocho a diez de la mañana era la traducción de seis periódicos árabes. Por las buenas. Aparte de recibir delegaciones y telegramas, no logré sacar algo en claro.

Me alegra verle por aquí. Pensé que se había de vacaciones. Y eso está feo sin avisar.