EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


martes, 29 de julio de 2008

Jabones, paro, aceite, zaater...(20.07.2008)


Al día siguiente, la cosa fue más relajada. Visita a la organización de comercio justo Sindyanna de Galilea que produce aceite de oliva, jabones, cestas, especias y, según explica su fundadora, Roni Ben Efrat, miembro también de Worker's Advice Center (WAC) y directora de la publicación Challenge, tiene como objetivo conseguir mejores condiciones laborales, salarios y un modo de vida que permita a las mujeres israelíes y palestinas que trabajan allí llevar una vida digna en su país.
Podeis hacer encargos por Internet y están exportando ya a más de diecisiete países. De hacerlo, os recomiendo que se pida media tonelada de "zaater" para repartir entre los amigos. Amén de los platillos, creo que de la ingesta de "zaater" en estos diez días, tardaré siglos en recuperarme. Para quien desconozca el dato, es una mezcla de especias, tomillo, orégano y semillas de sésamo, que suele tomarse en el desayuno con pan de pita, aceite de oliva y queso fresco. O bien, elaborando unas pequeñas pizzas con la masa de pan, aceite de oliva y la mezcla de especias.
Las mujeres de Sindyanna de Galilea elaboran también las especias, además de jabones y aceites. Y mi último descubrimiento, ha sido unas ramitas de laurel que envuelven en pequeños ramilletes con una paciencia infinita y que sirven de aderezo para sopas, sopujos, caldos y calditos.
Desde los almacenes de Sindyanna, directa al mar de Galilea. Allí quise morirme. No soportaba ni el calor ni la humedad y visto que no podía con mi cuerpo, decidí flojear y tener mi único momento de compreteo vil. De aquel momento de debilidad, son los pendientes de lapislázuli que luzco hoy. Y es que la carne es débil y mi afición por los pendientes (que no por collares, pulseras y demás) es internacionalmente conocida. Si algún día os veis en la necesidad de regalarme algo, con unos pendientes siempre vais a acertar. Con la compra de los pendientes, cumplí con el ritual de un pequeño capricho en el ecuador de cada viaje para no caer en ningún otro tipo de tentación.
Por la tarde, pude visitar las actividades de WAC en Kufr Kana y charlar con los grupos de mujeres que allí trabajan. Hablamos de Challenge, de las entretenidas estadísticas sobre el paro en la zona, del plan Wisconsin en Israel. Tuve el gusto y la ocasión de charlar con Asma Aghbariyeh, coordinadora de WAC en Jerusalén Este quien, espero, dé mucho que hablar en un futuro cercano.
Y después de todo ello, regresé al punto de partida: Jerusalén. Con casi toda la tarea cumplida y aún a falta de dos días para regresar.

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