Y bien, amigos, hermanos, compañeros: me toca el ritual eterno de la maleta. En breves momentos, procedo a empaquetar cuatro trastos y a hacer cuerpo para irme a mi otra casa. Aunque después de veinte días, instalada en la casa familiar como si de un oso hormiguero se tratara, ya dudo de mi identidad.
Han sido las Navidades más infames de mi vida pero, no nos vamos a engañar, el cuerpo y la mente han descansado como se merecían. Prueba de ello es que hoy he dormido casi diez horas como un bebé y que las antiguas migrañas desaparecieron. O sea, que hemos pasado del agotamiento absoluto a la normalidad de antaño.
Eso también lo noto en que vuelvo a trabajar con ganas. Sobre todo, y ante la noticia de que tres conocidos se quedaron en esta semana en paro (como regalo de Reyes de sus empresas), me hace irme aún con más ganas al puesto que tengo allí. Como sigamos así, está claro que tener un puesto de trabajo será un artículo de lujo.Confieso, pues, que hoy me siento inmensamente afortunada de decir que me voy a trabajar. Hice intentos, pocos, en Navidad para que esto no sucediera. Pero mi número de lotería del 22 y el del Niño no fue el correcto. Donde ponía un dos, era un cinco. Donde decía ocho, era un tres. Donde tenía que poner seis, ponía cero. Cero patatero.
Con la confianza puesta en lo que me depara el destino en 2009 (soy una insensata por confíar en el destino, pero quedaba chula la frase), me voy a recoger los trastos de matar.
Y que Dios reparta suerte.
14 comentarios:
Gracias por venir a verme. Yo me estoy quedando enganchado a tu blog. Y me entran ganas de preguntar en qué trabajas y esas cosas, pero bueno... si quieres me cuentas.
Como me quedo enganchado me apunto a seguirte.
Me hace usted el honor de ser el primero en apuntarse. Como verá, me estaba siguiendo a mí misma y de ahí a terminar neurótica perdida, hay un milímetro.
Ya me quedo más conforme si alguien más me sigue (lo del trabajo, lo contaré por otro canal más discreto y menos universal).
A punto estuve de convertirme en Tom Hanks en La Terminal en Barajas, oiga, pero ya estoy en mi ínsula con ánimos renovados.
Me he puesto al día con su blog y me parece inaudito que ese tabulé tenga tan buena pinta. Monte un restaurante e invíteme, no sea usted así. Debo decirle que conozco en la isla a alguien que lo hace de muerte: un tesoro.
Felicidades por conservar tu empleo. El mío is in the air, como el amor.
Estimado Paul: ya leí sus peripecias en Barajas y su paciencia es digna de todo elogio. En cuanto al tabuleh, y suena mal que yo lo diga, me sale de rechupete. Ya digo que es mi frustración. Todo se andará.
Y hágame la caridad de apuntarse donde dice "seguir este blog" que estoy coleccionando cuadritos y sólo tengo uno.
Besos y bienhallado en las islas.
Estimada Marvel: Yo, francamente, lo único que no conservo en estos inicios del 2009 es la virginidad (y espero no defraudar a nadie con esta noticia que doy en primicia a mis lectores). Por lo demás, me mantengo a flote.
Que digo que se apunte usted donde dice "seguir este blog" y así junto cuatro cuadritos (con el del Paul Spleen que está a puntito de pinchar ahí).
Besos.
A las buenas noches desde el páramo. Venía yo a pedir un poco de sal, que en el ayuntamiento de Alcobendas no saben que sirve para que una no se mate de camino al autobús (sí, me he escurrido hoy, por suerte no he acabado en el suelo, sólo con la cadera en un monovolumen familiar, pero como la cadera la tengo bien acolchada no ha sido peor la cosa)
Y sí, los reyes se han portado muy bien conmigo, como siempre, lo cual se debe a que uan se porta excesivamente bien el resto del año... Ea!
Por lo demás, voy a ver si me apunto al seguimiento que empecé el otro día y me dio pereza...
Nostalgia he sentido al leerte de nuevo. Nostalgia de lo que vivimos y conversamos hace tiempo. Pero sobre todo mucha alegría al encontrarte otra vez. Gracias por dibujar esta sonrisa que luzco ahora.
I
Pues nada, Marta, querida, que ya me llevarás en tu nuevo vehículo. Y digo que te apuntes donde dice "seguir este blog" que me hace ilusión otro cuadrito.
Besos.
Pues, querido/a I, si lograra saber quién eres, podríamos compartir nostalgia y alegría. Me gusta a mí este reencuentro para empezar el año.
Bienvenido/a.
Y besos.
Cuánta presunción por mi parte. Pensé que me reconocerías desde la primera letra de mi primera palabra. Me falta humildad, pues. Digamos que nos conocimos mucho hace ya mucho tiempo. Digamos que una amiga común muy querida me ha revelado el secreto de tu blog. Digamos que comparto un recuerdo contigo, del que fue testigo esa imponente catedral casi normanda que tanto disfrutas. Un beso
Digamos que te conocí en la primera letra y digamos que te quise poner a prueba. Como en las mejores noches de antaño. Digamos que has picado el anzuelo y digamos que me alegra infinitamente volver a tenerte cerca. Aunque sea así (y digamos que la pedorra de nuestra común amiga no ha sido capaz de dar la cara por aquí...y espero que se deje caer. Digamos).
Besos.
después de escribir un relato casi poético sobre la memoria y el recuerdo ha saltado todo... será que debería pisar la tierra con los pies y dejar la virtualidad para otros menesteres?... pues sí, desde la toscana reflexionaba sobre mi voyerismo, ese mirar desde la ventana a un pasado ya no es ni será.... quizás no me guste dejar huellas, quizás la pereza puede con todo y hasta escribir o llamar por teléfono me supone un no saber qué decir... después de haber escrito tanto me quedé sin palabras pero no sin recuerdos y aquí estoy saludándote porque ese estilo tan peculiar tuyo en la forma de mirar la vida y de escribir me ha traído la nostalgia de la palabra y de todo lo que esta puede mover.... buen viaje y que ganes la batalla a la rutina
En tu caso, es imposible no dejar huella. No dejes de escribir y un beso desde Dakar.
Advierto que mi brevedad en la respuesta se debe a lo penoso de manejar un teclado que no tiene todo lo que yo necesito. Temo tener que enfrentarme al momento de escribir ano, Espana, nina, cono and so on...
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