Y ahora que sé que me observan desde Toscana, Dallas y así, me quedo muy cortada. No deja de ser curioso: si el otro día hablaba en la entrada de las teleplastias sobre conocidos o ex-conocidos que se quedan congelados en youtube o google, temo haberme convertido yo también en una teleplastia.
Y eso ya no me provoca tanta risa. Pero saldré de dudas en cuanto me vaya a dormir.
Qué cosas.
2 comentarios:
No consigo comprender por qué te identificas con una teleplastia. Yo sigo viendo tu rostro claramente la verdad. Y tus palabras siguen siendo tuyas. Eres tú, pues.
Tú siempre me miraste con muy buenos ojos. Soy yo, pues.
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