EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


lunes, 29 de junio de 2009

Ciclos

Hace unos dos días mi sobrina, de cinco años, me dijo que este año iba a intentar cumplir años en verano, que le viene mejor porque no tiene escuela. Los cumple el diez de diciembre.
Lo dijo con tanta seguridad y con tanto aplomo que no pude más que sonreírme y enternecerme porque era la misma cosa que a mí me entraba cada dos de diciembre de mi infancia cuando veía que mi cumpleaños caía en lunes, en martes, en miércoles, en jueves o en viernes y allí estaba yo en la escuela. Soñé varios años con cumplir los años en verano que era cuando a mí me venía bien.
Pues ahí está la cosa, repitiéndose el ciclo y volviendo a mí la enana que fui. Lamentándolo mucho, tuve que decirle que eso nunca iba a suceder. Que sin remedio, seguiría cumpliendo los años en diciembre y que diciembre nunca es verano. Así son las cosas.

2 comentarios:

Paul Spleen dijo...

¿Y una mudanza al hemisferio sur? Coménteselo a la niña, que seguro que le gusta.

Alejandra dijo...

Creo que se lo voy a comentar a los padres que, al fin y al cabo, son quienes pagarían la mudanza. Me temo que no llegará a buen puerto por mucho que la idea es buena.