EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


domingo, 8 de febrero de 2009

En pelotas

A pesar de todos los augurios y en mi camino de vuelta, no había nieve en la carretera, ni lluvia, ni granizo. Por no haber, no había ni Dios. Un camión despistado y poco más. Deberían hacer estos anuncios de nevadas terroríficas todos los días como medida preventiva para los atascos. He venido feliz y he rescatado mi coche del olvido (llevaba un mes sin saber de él).
Este fin de semana me han contado una historia curiosa (que no puedo narrar aquí). Si lo menciono es porque en mi destino está encontrarme en seis días con el protagonista de esa historia. Hace apenas cuatro días no conocía nada de esa persona. Escuché su nombre por primera vez. Cuatro días más tarde, y por otro canal distinto al primero, me llega la historia. Cuando me llega, yo ya estoy destinada a encontrarme con el individuo. Pienso que juega con desventaja. Conozco de él profesión, estado civil, hijos o no, domicilio, posibles económicos, relaciones sociales, incluso alguna actividad de ocio y posibles tendencias políticas. Es más: en una fácil consulta por internet, me entero de unas cuantas cosas más. Direcciones, teléfonos, correo electrónico.
Quiero creer que juega con desventaja. La sola posibilidad de creer que pueda saber tanto de mí como yo sé de él (sin haberlo pretendido) me inquieta bastante.
Estamos en pelotas, en realidad. Pero, en mi inocencia, quiero pensar que él está mucho más en pelotas que yo.
Buena semana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso me he quitado yo del Facebook...

Alejandra dijo...

Pues este pobre va a tener que hacerse una cirugía estética y cambiarse de barrio y de calle. Lo del Facebook, aún tiene solución. Lo de la calle pura y dura es más difícil borrarlo.

Anónimo dijo...

Jajajaja... Bueno quizá sabrá de ti hasta el ADN sin pulsar "enter", lo que tiene este mundo es que a veces es taaannn pequeño y a la vez tannnn grande!!!
Que casi, casi asusta.
Besetes

Alejandra dijo...

Cierto, querida, muy cierto. Me tiene pillada sino por el ADN, sí por la sangre. Lo peor de todo es que me va a comer la oreja (y esperemos que la cosa quede ahí).

P.D: ¿Notaste que le gustara beber sangre ajena?. Lo único que no me gustaría saber es que pertenece al subgrupo vampiro, de los vampiros de toda la vida.