EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


sábado, 26 de septiembre de 2009

Misterios

Hace tres días en Johannesburgo, viví por primera vez eso de abortar el despegue del avión. El jefe del aparato informó a los viajeros correctamente de lo que sucedía resumiendo aquello en que un sensor indicaba que algo no iba bien y que había decidido dar la vuelta al aeropuerto para comprobar qué estaba pasando. Dos horas dentro del avión, más las diez horas de vuelo. Doce horas dentro del aparato. Medio día. Nada menos.
Lo extraño del caso no es que los pilotos cumplieran sus obligaciones. Lo extraño del caso es que hubo gente que se puso quejicosa y a voces diciendo que perdían una conexión a otro destino que enlazaba en Madrid. Como si no se hubieran dado cuenta que, por segundos, lo que podían haberse partido era la crisma contra la pista del aeropuerto sudafricano.
Hay misterios que no alcanzo a comprender. Este es el misterio de la semana.

No hay comentarios: