Esta entrada y a sólo cuarenta minutos del día 21 de septiembre es para madre y no podía ser de otra manera porque cumple años el día 21, porque es un cumpleaños difícil, porque yo estoy a diez horas de avión de donde ella está y porque hoy, más que en otras ocasiones, me hubiera gustado estar allí y no aquí. Pero la vida te arrastra por estos vericuetos y me encuentro, nada menos, que en Sudáfrica.
Siendo así las cosas, me las he pergeñado para sacarme mi conexión de Internet y felicitarla en público y despacio, decirle que la echaré mañana de menos todo el día, que querría haberla besado nada más sonar las doce de la noche en el reloj pero como todo esto no puede ser, estoy allí de todas las maneras y como sea.
Y que la quiero un huevo, señores y parte de otro.
2 comentarios:
Y más Señora Isabel, te quiere un huevo y más. Doy fe.
Muchas felicidades desde aquí. Y si no se me va la pinza celebrando al Santo de esta ciudad mañana te llamo.
A la hija: besetes y que me alego de la técnica delos "pinchos" que hace el mundo más cercano y llevadero.
Gracias por el testimonio, reina mora. En este mundo más cercano, estoy sufriendo un apagón de luz en toda la ciudad. Así que en cuanto se me acabe la pila del portátil, se me va al carajo la tecnología, el pincho y todo lo demás. Esto es África.
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