EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


domingo, 6 de septiembre de 2009

Fabada

Hay una tienda maravillosa cerca de mi casa que abre hasta muy tarde (y no es de chinos). Ahí me abastezco de jamoncito, huevos, pimientitos de padrón, mejillones en escabeche, arreglos de cocido, ciruelas, yogures griegos, pan, café con toda su cafeína, croquetitas, verduras frescas, enlatadas, habitas. Mil cosas. Siempre voy porque siempre encuentro alguna cosa nueva que traen y que nunca han traído antes. Se preocupan de lo que traen y me gusta cómo lo colocan.
Sólo me llama la atención la chica que me atiende. Dulcísima, educadísima, estupenda. Extranjera. Hemos hablado mil veces de su país, de su pueblo, de su gente. Me pregunta por lo mío. Todo eso entre pimiento y pimiento. Jamás pasa un límite, jamás una palabra incorrecta, jamás un gesto raro.
Un día cogí un arreglo de fabada. Por primera vez, le echó valor y me dijo que para qué servía esto que andaba cogiendo y que le explicara cómo se cocinaba. Y me miró muy extrañada. Confesó que nunca compraba en esa tienda.

4 comentarios:

Almu dijo...

Qué suerte!!! Eso de correctísima... ayer comí yo en un restaurante y la persona que nos atendía me contó cómo iba lo suyo, cómo había quedado lo del despacho, me preguntó por lo cómo hacer estos y aquellos papeles, me palmeó la espalda y añadió "así no tengo que pedir cita!!.
En fin, que creo que ya he descubierto un sitio al que no voy a volver.
Ya ves... tú si que tienes suerte!!

Alejandra dijo...

Confieso que la tengo. Pero que nadie se entere.

Paul Spleen dijo...

¿Qué clase de cámara de las maravillas es esa, que alberga a la vez pimientos de Padrón, arreglos de cocido y yogures griegos? No salgo de mi asombro.

Alejandra dijo...

En realidad, es la cueva de Alí Babá, estimado Paul. Un beso.