Mañana me hacen la mudanza definitiva, el día D, podemos decir. Desde mañana, puedo decir que tengo una casa con mis cosas dentro como Bartolo tenía una flauta con un agujero solo. Puede parecer una cosa simple pero en mis casi cuarenta años de trasiego, exilio, alquileres, vueltas, idas y venidas, es la primera vez que puedo decir algo semejante. Creedme, pero se me hace bastante rara la idea. Ni siquiera sé si provoca felicidad o inquietud. Por ahora, más de lo segundo que lo primero. La posición anterior permitía la permanente huida sin reparos. Esta, no está tan claro.
1 comentario:
EN HORA BUENA! :)
Publicar un comentario