EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


viernes, 21 de mayo de 2010

Arrebato

Hoy me ha entrado un arrebato de cerrar este chiringuito. Me han recomendado no hacerlo, un lector y admirador que tengo, oye, que a una también le pasan estas cosas y las bambalinas están para eso. El caso es que cuando estaba en plena operación de eliminar la cosa del mundo internetiano, me he dado cuenta que lo comencé en un año que no puedo olvidar y que cuento cosas ahí que, al leerlas de nuevo, me cuesta borrar de la memoria y del espacio. Le daré un tregua pero ha sido un arrebato fuerte, casi definitivo.

7 comentarios:

Almu dijo...

Los arrebatos es mejor dejarlos que se templen... lo digo por experiencia.
Aunque a veces cuesta está bien seguir con este ejercicio de poner por escrito los pensamientos, las idas y venidas... digo yo.

Alejandra dijo...

La gran celebración está más cerca de lo que crees. Otro de los motivos por los que decidido no cerrarlo es porque quiero colgar fotos aquí de la inaguración. Con vosotras, dentro. Y dices bien.

Mar dijo...

No cierres, no cierres!
Que tienes 14 seguidores registrados y unos cuantos más que, a pesar de la intermitencia, te seguimos.
Así sabemos por dónde andas, el devenir de la casa y hasta con quién te ves/verás, aunque se esas cosas me entero por las amigas comunes, je, je.
En fin, que te tengo en mis marcadores, no me gusta eliminar las direcciones familiares.
Un beso bien fuerte y hasta la próxima
Mar

mar dijo...

La gran razón por la que no puedes cerrar el blog se me ha venido tal como me acercaba a la cocina a disfrutar de un buen té: me puedo volver a encontrar con Ricardo Darín y tengo que darle tus señas cibernéticas, si no, sería un desastre nuestros desvelos por ese pedazo hombre/actor.
Hala, ya puedo relajarme.
Un nuevo beso

Alejandra dijo...

Me rindo definitivamente a tu argumento, querida Mar. Con el anterior me tenías en el bote pero este último, que a mí ni se me había pasado por la cabeza, ha sido el definitivo. Menuda condena de por vida me he buscado. Que digo que igual podíamos ir tirando de teléfono para estos casos urgentes en que te encuentres de golpe con el Darín y no sepas qué hacer sino llamarme a mí, que es lo más sensato.
Un beso inmenso.

Anónimo dijo...

No puedes cerrar el blog porque a muchos nos dejaría muy vacíos, Ale. Puede que no te leamos todos los días, pero sí que te escuchamos. Y si de un modo u otro nos faltas, la sensación de desamparo es terrible, de manera que a seguir escribiendo. Nos lo debes a muchos, en especial a aquel a quien se lo tienes dedicado. Un beso, preciosa.
Fer.

Alejandra dijo...

Gracias, Fer. Lo cierto es que el destinatario de la dedicatoria no lo leía nunca. Es cierto que se lo contaba yo en directo y con mucho más detalle. Pero ese otro argumento tampoco lo había pensado. Otro argumento más es que tengo una seguidora más, oficialmente. Se me acaba de apuntar la admiradora número quince. Es un número bonito para cerrarlo ahora.
En el fondo, voy a decir más a menudo que cierro esto sólo porque así salís de vuestros agujeros y os veo más de cerca.
Bromas aparte, un beso y gracias.