Sólo espero haberme cambiado de gafas para ese entonces porque el programita me ha puesto más arrugas, pero no me ha cambiado las gafas.
De vuelta del mar, de Alicante, del trabajo, de muchos kilómetros a las espaldas, me ha dado por experimentar para ver cómo seré cuando esté a punto de convertirme en casi una venerable jubilada. Supongo que me estaba aburriendo un rato.
2 comentarios:
Le faltó la silla de al lado con amigas y cotilleando por el barrio. Bienvenida Ale
Y otras muchas cosas. Mil gracias por estar ahí y saludar a la llegada.
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