EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


lunes, 21 de marzo de 2011

Reencuentro

Hoy reencontré por la red de redes a una persona cuya última imagen para mí era la de una niña de no más de once o doce años. Impresiona el reencuentro, saber que la niña ya no existe, que es una madre de familia, que se acuerda de ti con pelos y señales y que sabe de trozos de tu infancia cosas que tú misma no recuerdas. Son casi treinta y dos años de vuelta al pasado por mi parte y provoca cierto vértigo. La cabeza recuerda ahora palabras, gestos, calles, risas, paisajes. Momentos de mucha seguridad. Todo lo que tenía que pasar, pasó después. Entonces no pasaba nada. Se vivía, se reía, todo era eterno, ibas y venías porque era así y ni de lejos se pensaba en una separación porque todo duraba para siempre y era hermoso en mis recuerdos infantiles.

Vértigo y felicidad. Trozos pequeños de hace demasiados años pero que pudieron haberse perdido. Me alegra el reencuentro.

4 comentarios:

Marga dijo...

No se pierden mientras estemos aquí para recordarlos. Qué bonito lo cuentas. Es verdad, es tal y como lo describes.

Alejandra dijo...

Et voilà...héteme aquí mi "reencontrada". Gracias por volver.

Marga dijo...

Por cierto, apostaría mi mano derecha a que la foto que tienes en este blog de cuando eras pequeña te la sacó Manolo, el Barbas, en su balcón. ¿Me quivoco? Mi hermano y yo tenemos otra y mi madre las tiene ampliadas y colgadas en la pared. He reconocido los ladrillos del muro... Es una foto muy bonito, así te recordaba yo.

Alejandra dijo...

Efectivamente, esa fotografía la hizo Manolo en el balcón de su casa. Mi madre también las tiene ampliadas y colgadas en la pared. De hecho, al ver una de las fotos de Manolo, fue cuando me entró la cosa de la búsqueda.
Cómo estamos, lo tiramos. Ni quién sabe dónde se lo ha currado tanto.
Un beso fuerte.