EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


martes, 22 de junio de 2010

País de cínicos no fumadores

Por partes y antes de que algún listo o lista, me espete la lista de ventajas de no fumar (que recuerdo a todos ellos que antes de ser fumadora, fui no fumadora, ergo, sé lo que significa no fumar y fumar mejor que quien no lo hace), quiero que vaya por delante que siempre fui, incluso sin la ley, una fumadora respetuosa, que jamás se me ocurrió fumar donde no debía, que jamás molesté a nadie con esta costumbre y que siempre pregunté si se podía. Que nunca invité a tabaco a un menor, que me negué a dar cigarrillos en la calle cuando me lo pedían y que, a cambio, he aguantado miles de malas costumbres de mis compatriotas que nadie, al parecer, piensa regular. Tanto es así, que les he soportado en casi mis cuarenta años, miles de costumbres de las que abomino, que me espantan, que me sacan de mis casillas. Tanto es así, que mi mejor desayuno, el mejor desayuno de mi vida, fue (sin fumar), en un hotel de Barcelona con una excursión de doscientos japoneses donde sólo se escuchaba el ruidito de los tenedores y las tazas de café. Dicho esto, y yendo por delante que me jode que me prohiban algo que yo he elegido libremente y de lo que no tengo que dar explicaciones a nadie, absolutamente a nadie (como nadie me explica a mí por qué mete a sus hijos y bebés en un bar hasta las tantas de la madrugada o los lleva a una boda de quinientos comensanles, para que se jodan, supongo), confieso que a día uno de enero, me convertiré en talibana de todas aquellas costumbres que aborrezco de mis compatriotas y que abajo os relato. Así que aquí tenéis el resultado. De una fumadora pacífica desde la adolescencia, me habéis convertido en una talibana de costumbres. Os vais a cagar todos aquellos que me vais a tener que soportar el mal humor que me provoca que seamos tan absolutamente cínicos en un país de asilvestrados vociferantes, chulos de barrio y moteros de noche. Un país de borrachos de fin de semana y de irresponsables al volante. Así que cuando querais, hablamos del tabaco. Que el tema me empieza a gustar.
Cuando a uno de enero, prohíban definitivamente fumar en sitios en los que yo normalmente me tomo mi café, con mi cigarro y ceno amablemente con jóvenes amigos y amigas, olvidaos de verme en ningún restaurante ni en ningún bar. Si alguien quiere verme o cenar conmigo, que me localice en casa.
A uno de enero, yo empezaré a pedir que se prohíban las televisiones en bares y restaurantes, el fútbol, los menores de edad en bares y restaurantes a la una de la madrugada, las terrazas de verano, los toros, los guarros que escupen en la calle, quienes mean contra la pared en mitad de la calle, las tunas en mitad de la calle, las procesiones de Semana Santa, los tambores, las castañuelas, los Sanfermines, la sangría mala, los borrachos en mitad de la calle, las vomitonas, la permisividad con el alcohol en este país y los menores, en fin, infinidad de cosas que me molestan a mí y que todavía nadie ha prohibido. Y el ruido, el ruido en la calle, la gente que pega voces en lugar de hablar, los pasacalles y todo lo que suene a imbécil. Tengo mucho trabajo por delante. Pero que no vuelvo a pisar un restaurante hasta que no llegue a un lugar civilizado donde, al menos, no se ejerza tanto cinismo como en este país.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Desde la Plataforma Prohibido Prohibir pensamos que la base de la convivencia entre fumadores y no fumadores está en la educación, el respeto y la tolerancia recíprocas. Una prohibición total tendría unas consecuencias tanto sociales como económicas desacertadas que, sin lugar a duda, van a acentuar la crisis económica en la que está inmersa España.

En el siguiente enlace os dejo un vídeo que pone de manifiesto la falta de verdad de las cifras manejadas desde el Ministerio de Sanidad con las cifras que se dan en la realidad:

Trinidad Jiménez y la Ley antitabaco

Saludos cordiales.

Alejandra dijo...

Huy, es la primera vez que me visita una plataforma y además una plataforma que me entiende. Y así es. Con mis dineros, desde luego, no me verán los hosteleros. Es lo que hay. Ahora mismo cotilleo yo la página y gracias por el mensaje.