EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


sábado, 3 de abril de 2010

El caralibro

Casi terminando la Semana Santa, se apunta una a la modernez ésta del caralibro (en palabras del buen amigo que así lo llama) o más conocido por Facebook. No es que la cosa me esté apasionando especialmente pero tiene un puntito gracioso. Por ahora, no más. Sí me llama la atención que las señoras (no todas, pero sí muchas) ponen cosas como: casada con Pepito, relación sentimental con fulanito. Y te vas a los fulanitos y ellos están callados como perros. A los mismos fulanitos que están casados con las fulanitas de antes porque si no, a ver de qué.
Por el momento, no le pillo mucho gusto al tema. Se ve que soy más del correo electrónico y del blog. El caralibro parece cosa muy exhibicionista y da la sensación de que hay que estar siempre bien peinado no vaya a ser que pase por ahí algún intelectual y nos pille con estos pelos.
Veremos lo que dura el invento pero no le auguro (en mi caso) un gran futuro. Lo que más me fascina es la de dólares que se ha levantado su inventor con la cosa del caralibro. No hay nada como acertar en esta vida con alguna tontuna que se te ocurra y ya tienes la mitad del camino hecho.
Eso sí, gracias al caralibro, puedo jactarme una vez más de no haber visto ni un santo ni una procesión. Que me dan mucho susto. Y mi nuevo hogar, está listo para ser habitado en cuanto me traigan los muebles, señores y señoras.
Lo peor de la tarde es la sensación de llegar al final de ese descanso que sabe tan a poco siempre. Y no se ve en el horizonte nada que se parezca a un puente, a un fin de semana más largo de lo normal, ni por asomo. Lo lejos que queda agosto. Y lo pronto que está anocheciendo hoy.

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