Cuatro años cumple hoy mi sobrinazo y acaba de hacer hace unos días sus primeras declaraciones a la prensa donde cuenta muy sueltecito sus preferencias y gustos en cuanto a los dibujitos animados que le gustan. Gana por goleada el dichoso cochecito, el Rayo Mcqueen (que igual no se escribe así pero ahora ya no me paro a buscarlo).
Este pedazo de niño que comparte nombre y apellido con su padre y con su bisabuelo cumple hoy cuatro años. A mí me pilla, como de costumbre, cuatro años más vieja que cuando nació. Como de costumbre, treinta y cuatro años más vieja que él. Ni pensar quiero cómo me pillará el día que decida reproducirse.
Pero esto es así. Cumple cuatro añazos y cada día le veo más joven. Se conserva bien, el condenado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario