EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


sábado, 27 de marzo de 2010

Doce horas

En este momento de la tarde, llevo exactamente doce horas de viaje. Salí del hotel cairota, camino del aeropuerto a las seis de la mañana y ahora mismo, después de unos cuantos kilómetros, estoy en la estación de Chamartín esperando un tren que me llevará a la tierra de mis antepasados. Cuando llegue a destino, serán catorce horas de viaje, varias comidas nefastas, algunos cafés desvaídos, mucho ir y venir de pasillos, miles de caras que no conozco, gentes que no volveré a ver, alguna llamada con malas noticias en los tramos con cobertura, algún cigarro oportuno en los rincones autorizados y, sobre todo, muchas ganas de terminar este viaje y llegar a casa.
Mientras tanto, miro correo y teléfono. No hay mensajes ni correos. Es sábado. Estais todos disfrutando del buen día y sanamente no conectados a ningún aparato. Al parecer, soy la única que aparece por aquí a estas horas de la tarde.
Regional Exprés, con destino, León. Este no es el mío. Estacionado en vía 14. Va a efectuar su salida.
A mí, aún me queda un rato. En unas horas, daremos todo el cansancio por olvidado y por bueno.

No hay comentarios: