Creo que no ha sido una mala elección para el día de Navidad que suele resultar bastante empalagoso.
Cuando termine de pedirle a los Reyes Magos la cocina, pensaré a quien le pido un salón donde haya una tele grande y un lugar cómodo para días como hoy en los que me puedo permitir estos lujos y no tener que salir corriendo ni irme a dormir temprano.
Os daré parte.
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