El satélite Deimos1 entra en órbita o así y yo estoy de vacaciones por si alguno de mis conocidos o lectores desconocidos desconociera el dato. Estoy de vacaciones formalmente, con todas sus consecuencias, con cara de haber dormido más de doce horas, con la sensación de que me lo merezco todo (sí, todo, ¿qué pasa?), con la sensación del deber cumplido y de los placeres por cumplir.
En esta tarde primera, hago todos los planes posibles e inviables de todo lo que querría hacer con mi relajo. Sé que nada se cumplirá por mi propia pereza pero el placer de pensar cosas que puedo hacer ya es suficiente placer. Me da igual que no se cumplan. Pero tengo el tiempo para hacerlas.
Intentaré no hacer sangre en estos días. No hacer daño a nadie. No herir las sensibilidades de quienes se levantan a trabajar. No creo que lo logre porque tengo desatada la maldad en estado puro, los ánimos de vengaza y puedo llevarlo hasta sus últimas consecuencias.
No obstante, os quiero.
4 comentarios:
Menos mal que sé que ami no me harás sangre, es más que me esperarás a la salida del trabajo para homenajearnos como nos merecemos.
Casi a punto de regresar... descanso en Madrid y respiro todo el "anhídrido" ese que he olvidado por los montes de La Rioja... y vuelvo.
Besetes
Lo voy a intentar, querida mía, pero no te claro que me salga bien. Pero te esperaré, sí, incluso te puedo invitar a unas cervezas.
Seguro que el cus-cus que has preparado estaba de lujo!!!! Ays... y yo aquí!!!
Con ese cus-cús di de comer a, nada menos, doce adultos y varios niños. Ninguno ha presentado síntomas de ponerse de otro color que no sea el moreno veraniego ni por ahora me han llevado a juicio. Creo, incluso, que gustó.
Un beso desde más cerca.
Publicar un comentario