Hacía tiempo que no disfrutaba tanto como hoy con un país lleno de incertidumbres pero vivo de arriba a abajo. Gente en la calle charlando animadamente, gente manifestándose por su dignidad y la de su pueblo, gente que habla en voz alta, que no esconde nada o esconde lo que le viene en gana, gente que ríe más que antes, que gesticula a la mediterránea como siempre pero con más viveza y con una chispa diferente en los ojos. Sí hay cambios. Claro que los hay. Pero más allá de la pasión y si alguien por aquí me leyere aparte de leerme yo misma cuando quiero hacerlo, sería bueno que no nos olvidáramos pronto de ellos. No se lo merecen. Esa chispa esta viva, es real, de carne y hueso y capaz de mover montañas. Acompañarla con todo el respeto, la admiración y el cariño que se merece, creo, puede ser nuestra única tarea. El resto, posiblemente, farfolla sonora.
4 comentarios:
Bueno, yo también lo leo, yo también me alegro y quiero no olvidarme de esto... ya somos, al menos 2.
Buen viaje y buen regreso
Ya quisiera quedarme algo más de tiempo. Pero no me es posible.
Nos veremos pronto.
Un beso y gracias por tu presencia continua. Hace falta.
Es usted fantástica, señora. Fdo.: un admirador.
Mil gracias, señor Paul. Una lástima no habernos encontrado en Dakar, en la polvareda aquella de la Universidad, para habernos echado piropos mutuamente. Algún día nos ponemos cara, que esto del Internet tiene sus desventajas.
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