EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


martes, 17 de marzo de 2009

Comunicado oficial

Después de la entrada de estos días atrás, titulada Post-operatorio, me veo obligada a desmentir que la cosa consistiría en reconstruirme el himen. Seamos serios, amigos y dejemos las llamaditas graciosas y los chistecillos ocurrentes por correo electrónico.
Forzada por la situación, oh, llenos de gracia y cual duquesa de Alba al borde del abismo, desmiento en este comunicado oficial que lo cerrado fuera el himen. El recosido fue en la oreja, mucho más vulgar y menos exótico que lo otro y, sobre todo, que no aporta nada excitante a mi inmediato futuro más allá de colgarme un pendiente en el lugar que le corresponde.
Dicho esto, maldigo a los malditos, malidicentes, cotillas, malpensados y Sor Citroën de todo pelaje y condición.
Os quiero, eso sí.

6 comentarios:

epistolario segun san alvaro dijo...

Pues si tienes razón.. además que caso lo del himen.

mejor disfruta

Anónimo dijo...

Yo también te quiero, coraçao

Paul Spleen dijo...

He estado un tiempo alejado de este blog y ahora me arrepiento: veo que me he perdido grandes ocasiones de recurrir a la mofa y la befa, a la chanza, a hacer uso de la más fina retranca. No volverá a ocurrir.

Alejandra dijo...

Cuando aún estaba lejos, su padre lo vió y se conmovió. Fue corriendo, se echó al cuello de su hijo y lo cubrió de besos. El hijo comenzó a decir: ¨ Padre, he pecado contra el cielo y contra tí. Ya no merezco llamarme hijo tuyo.¨ Pero el padre dijo a sus criados: ¨Traed enseguida el mejor vestido y ponédselo; ponedle también un anillo en la mano y sandalias en los pies. Tomad el ternero cebado, matadlo y celebremos un banquete de fiesta, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido encontrado.¨ Y se pusieron todos a festejarlo.

Le recibiremos como al hijo pródigo, señor Paul.

Alejandra dijo...

Es mutuo, Sor Citroën. Ve preparando camas, colchas y brocados. Nos veremos pronto.

Alejandra dijo...

Mejor disfruto, sí, señor Álvaro. No quiero imaginar además, lo que cuesta dicha reparación. Lo que yo me he hecho ya llega casi a los trescientos euros.
Y bienvenido y bienhallado.