EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Extraño mayo

Por diverso. Intenso. Como todo este 2011. Todo lo que sucede me saca del sopor que arrastraba a finales del 2010. Casi, de hecho, ni me acuerdo del estancamiento aquel. El 14 de enero, el 25 de enero, el 20 de febrero y ahora el 15, aquí. No daremos casi para abarcar el calendario y las conmemoraciones como esto siga así. Se me ocurre reemplazar a los santos oficiales por estas fechas del 2011 para compensar los siglos de hegemonía católica sobre los actos del día a día. Se me ocurre que podíamos cambiar la Semana Santa por la caída de Mubarak, con su poquito de celebración en el Tahrir o plazas de ese calibre. Se me ocurre que la Natividad podíamos ir cambiándola por la caída de Ben Alí. Vistamos a unos santos para desvestir a otros. Por variar. Por no aburrirnos. Por mantener la emoción. Incluso hay vida en España. Incluso hay aún esperanza. Hay seres atrevidos y atravesados aún por un hilo de vida en la puerta del Sol de Madrid y en otros lugares. Dicen que han acampado allí. Seres que piden cosas raras. Seres que no tienen trabajo, ni ganas de votar a gente que les engaña. Un fenómeno paranormal se está produciendo en nuestra patria: por fin, hay seres quejándose de lo que les pasa, gente amontonada por esa razón y no ha habido partido de fútbol ni nadie ganó a nadie. Donde hay vida, hay esperanza. Me gustan esos seres, no lo puedo remediar. Están provocando un extraño fenómeno paranormal.

Me gusta el 2011. No lo puedo remediar.

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