EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


viernes, 12 de febrero de 2010

En deuda con vuestras llamadas

Me siento en deuda y tengo que ponerlo por aquí. La cosa es la siguiente: a veces recibo llamadas nocturas de gente que sé que me quiere y me desea lo mejor. A veces, llego a esas horas con tan pocas ganas de pegarme el teléfono a la oreja, que parezco tartamuda o así en el aparato.
Que conste que esta nota es un homenaje a quienes me llamais a esas horas en las que parezco tartamuda (o muda, sin más), que lo sigais haciendo porque siempre es agradable, que trataré de hablar menos durante el día con gentes que poco tienen que contarme, que trataré de decir algo coherente en el momento oportuno.
Y que perdoneis la ausencia, la poca verborrea, el estado de gracia que me toca a esas horas y todo lo demás.
Sé que lo sabeis de sobra pero son las llamadas que de verdad me interesan. Las que de verdad espero. Y, probablemente, las únicas que tienen un sentido.