Hoy, día 21 de febrero de 2010, puedo presumir de tener diez seguidores porque aunque aparecen once, yo también me sigo a mí misma y se me hace muy feo presumir de once delante de ustedes.
Francamente, ni siquiera me explico cómo hay diez. Últimamente estoy seca de ganas de ponerme a escribir por aquí, por allí, de ponerme al teléfono, de quitarme del teléfono. En fin, que esos diez que me siguen, vendrían a valer cada uno de ellos por diez porque hay que echarle valor para seguir los avatares últimos de Malaventuras que está, no diré que tristón, porque no es para tanto, pero sí sosito.
Así que a 21 de febrero de 2010, anuncio formalmente que cada uno de mis seguidores vale por diez, un potosí, una millonada.
También en este día puedo anunciar que los plastas de mis vecinos han decidido mudarse. En días como hoy, creo en Dios. Cómo estaré de contenta que incluso les he ofrecido mi ayuda para sacar los muebles cuanto antes. Me la han rechazado mirándome con desconfianza. No me extraña. Son plastas pero no tontos.
12 comentarios:
Gracias!!! Porque yo valgo no solo por un montón, sino mi peso en oro... y eso es la leche de oro!!!!
Da igual como esté el blog, a quien seguimos es a ti!!!
Voy a ver si le quito el polvo al blog en estos días, que estaré más por casa y menos por los aeropuertos.
Un besazo.
Tienes once, once verdaderos, que no se como ponerme yo en los simbolillos esos. Un beso.
La de antes soy yo
Pues para mí que tienes que pinchar en lo seguirme y no tiene más complicación. Que ya no recuerdo cuándo empecé a seguirme a mí misma. Pero sabiendo que estás ahí, ya sé yo que somos doce (conmigo), jejeje.
Un besazo.
¿Y como mides tu seguidores?. ¿Por los que pasan a leerte?. ¿Por aquellos que participan escribiendo, en alguna de tus entradas?. ¿Y si fueran más de DIEZ?. Creo que no debes pecar de modesta.
Un beso, un abrazo, un saludo.
En realidad, querido o querida anónima (que no sé quién eres), cuento los cuadritos de seguidores que dicen haberser enganchado al blog. No tanto los lectores y menos los lectores mudos que no se convierten en colaboradores habituales (eso no puedo ni saberlo ni medirlo).
¿Y quién serás?. No me digas que tengo trece, que me pongo que no quepo en mí de gozo...
Gracias por el elogio a los seguidores entre los que me incluyo. Me viene bien que alguien me diga algo positivo en estos días.
Todo elogio es poco porque de verdad que considero que hay que tener valor, filomela.
Y un abrazo.
Soy una recién llegada, pero no te quites mérito, aunque escribas poco, es muy interesante.
Gracias, Samotracia. Lo de tu nombre algún día me lo explicas, que me da curiosidad.
Ok, Alejandra.
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