EL COLLAR DE LA PALOMA




Obrad como si no me hubierais conocido nunca, que yo también obraré como si no me hubieseis conocido ni amado.


martes, 27 de octubre de 2009

En sólo veinticuatro horas

En sólo veinticuatro horas y en distintos países, dos personas muy diferentes me han dado un único mensaje, claro y contundente: que busque tiempo para mí y que busque tiempo para hacer cosas que normalmente no hago (ir al cine, ir a la peluquería, ponerme mechas...).
Qué cosas: dos personas, dos países, dos continentes, dos idiomas, dos caras distintas y un único mensaje.
A lo mejor tienen razón.

2 comentarios:

filomela dijo...

¿no te agotan los viajes? Además con esas generosas "dietas" del estado español, cada vez uno va más abajo en sus hospedajes o al menos yo tengo esa impresión

Alejandra dijo...

Por ahora, Filomela, lo llevo con dignidad. Los viajes no me agotan. Sí las esperas, los aeropuertos (casi siempre me tocan los más deliciosos), las burocracias en las aduanas. Sí, eso sí. Una vez allí ya no lo pienso.
Supongo que en unos años este ritmo tendrá que haber cambiado. Por el momento, disfruto de la cosa y de las dietas, excuso decirte, mejor no hablamos.
Un abrazo.