Hoy me preparo para ver a alguien a quien aprecio y que está sufriendo. Si para algo no sirvo en la vida es para darle consuelo a nadie. No valgo. No puedo. No me sale. No me salen palabras que no me creo ni esperanzas que no existen. No sé falsear las palabras para que todo parezca mejor o más dulce, al menos. No creo en el Más Allá, casi ni en el Más Acá, no creo en la resurrección de los muertos, ni casi me da para creer en quienes dicen estar vivos y eso parecen (al menos, se mueven y respiran). No me enseñaron a mentir y aprendí bien la lección. Supongo que para mi desgracia y la de otros.
3 comentarios:
Muy bueno me encanto!! y no es falsedad.
Gracias. Y bonito nombre el de su blog.
Llevas razón pero muchos cada día hemos de mentir...o decir cosas que no se sienten.
Supongo que he sucumbido como tantos.
saludos.
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